Vida de Jesús: Anunciación, Milagros y Enseñanzas del Reino de Dios
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La Anunciación y el Nacimiento
Para anunciar el acontecimiento, Dios envía al **ángel Gabriel**, quien se presenta ante el sacerdote Zacarías y le predice el nacimiento de su hijo Juan (quien le prepara el camino a Jesús). La **virgen María** estaba comprometida con José y el ángel les dice que tendrán a un hijo por la gracia del **Espíritu Santo**, le da el nombre de Jesús. Si la virgen dudaba de que estuviera embarazada por la gracia del Espíritu Santo, podría abortarse el nacimiento. A los 6 meses, María visita a su prima Isabel hasta el nacimiento de Juan. María y José deben realizar el censo y se trasladan de Nazaret a Belén. El nacimiento tiene lugar en un establo. El ángel de Dios comunica a dos pastores el acontecimiento.
Infancia
Unos astrólogos venidos del oriente guiados por una estrella llegan a Belén a presentarles sus obsequios: **incienso** (hace referencia a que el nuevo rey iba a ser sacerdote), **oro** (demostraba que era sacerdote rey) y **mirra** (para decir que iba a morir mal. Se pone en los cajones de los muertos). El rey Herodes, que gobierna entonces Judea, sabe del nacimiento y celoso ordena matar a todos los pequeños menores de 3 años de Belén. José y María se refugian en Egipto y permanecen allí hasta la muerte del rey, luego se establecen en Nazaret.
Comienzo de la Misión de Jesús
Aproximadamente a los 30 años, Jesús comienza su vida pública. El mesías se interna en el desierto para prepararse con la oración y el ayuno. Satanás le propone tres armas políticas para dar eficacia a su misión, pero Jesús lo rechaza.
Reino de Dios
El **Reino de Dios**, es decir, la aceptación de Dios como padre de todos los hombres, constituirá la predicación de Jesús en cinco grandes discursos:
- El discurso del monte en el que Jesús proclama la carta magna o programa fundamental del reino.
- El discurso apostólico o de la misión en el que impone a los apóstoles las consignas de fondo para la predicación del reino.
- El discurso de las parábolas en el que señala la naturaleza, condiciones y obstáculos del reino.
- El discurso de la comunidad o iglesia, en el que anuncia los criterios de humildad y caridad que deben regular las relaciones entre los miembros de la iglesia.
- El discurso escatológico, en el que anuncia las crisis y vicisitudes que preparan el advenimiento final y definitivo del reino, y exhorta a esperarlo.
Características:
- Es una gracia o don gratuito que Dios hace al hombre y que él acepta o rechaza.
- Es un don valioso que debe ser antepuesto a todo.
- Está dotado de una fuerza espontánea de crecimiento y de una poderosa eficacia extensiva e intensiva.
- Es de naturaleza espiritual y moral.
- Tiene un destinatario universal constituido por todos los hombres y pueblos.
Las condiciones para pertenecer al Reino de Dios:
- Conversión profunda del corazón.
- Humildad y docilidad.
- Pobreza de alma.
- Profundidad interior.
- Abnegación generosa.
- Amor y servicio del prójimo.
- Justicia y santidad auténticas.
- Realización operante de la voluntad de Dios.
- Vigilancia en espera del Señor.
Los Milagros de Cristo
Los **milagros** son hechos que superan las fuerzas de la naturaleza y la capacidad del espíritu del hombre, pues son efecto de la acción sobrenatural de Dios. **Milagro** es un signo privilegiado, obrado por el poder de Dios, que pone en evidencia el nuevo orden de gracia y la nueva creación cimentado sobre Cristo Salvador. Los evangelios refieren numerosos milagros obrados por Jesús:
- Liberaciones de posesos.
- Curaciones de ciegos.
- Curaciones de mudos y sordomudos.
- Curaciones de paralíticos.
- Curaciones de leprosos.
- Otras curaciones.
- Resurrecciones.
- Milagros sobre la naturaleza.
Los milagros como revelación o manifestación de Cristo
Cristo hacía sus milagros para manifestarse a sí mismo, para explicar qué había venido a hacer al mundo. Sus milagros constituían una forma de predicación revestida de poder, ponía a quienes lo presenciaban en camino de un descubrimiento espiritual relacionado con la persona y la misión del salvador.
Los milagros como demostración del origen divino de Cristo y de su doctrina
Además de constituir una forma de predicación, los milagros se ofrecían como sello sobrenatural que acreditaban a Cristo como enviado e hijo de Dios.
La actuación de Dios en el milagro: Dios se halla presente en todos los órdenes de la realidad más de lo que puede estar otro ser. No está al alcance del hombre comprobar esa presencia de Dios a través de una experiencia física. Sin embargo, es incuestionable que Dios domine y gobierna todas las cosas.
Milagros y leyes de la naturaleza: El milagro no destruye ni violenta la vieja creación, es signo de una nueva creación que irrumpe en la historia humana. Los milagros devienen de un más allá de la naturaleza y del hombre y rebasan el horizonte de la ciencia.
Los milagros y la fe: Muchos que presenciaban los milagros de Jesús, a pesar de esto, no creían por la falta de fe. La fe es un don de Dios. El milagro es una demostración, pero el hombre la debe hacer suya. Si Dios hace un milagro para despertar la fe del hombre, espera que esta llegue a provocar el milagro.
Los milagros, signos del tiempo nuevo o escatológico de Cristo
Los milagros de Jesús no tuvieron término con su presencia física entre los hombres. Los milagros son reales, constituyen un signo del origen divino de Cristo y de su presencia salvadora entre los hombres.