Las Vanguardias Literarias del Siglo XX

El Dadaísmo

Esta vanguardia surgió en 1916 en Suiza. Su nombre, elegido al azar al abrir el diccionario con un cuchillo, viene de la palabra dada que significa balbuceo infantil. Los dadaístas creen en la espontaneidad infantil y desprecian todas las normas lógicas, morales y sociales.

El Surrealismo

Los surrealistas intentaban una liberación tanto del arte como de la vida en general. Creen que no se debe representar la realidad aparente, la que se percibe a primera vista, sino la “superrealidad” que está oculta en el subconsciente y que es mucho más interesante cuando aflora. Pretenden reflejar el contenido más íntimo de la mente en sus poemas, que tienen los siguientes rasgos:

• Uso de imágenes extrañas.
• Desinhibición.
• Se rompe la coherencia.
• Verso libre.

Las Vanguardias en España

Los movimientos de vanguardia llegaron a España desde Europa en los primeros años del siglo XX, gracias a los esfuerzos de algunos autores como Rafael Cansinos Assens. Ellos animan las tertulias del Café Pombo en las que se comenta lo que estaba sucediendo en el arte europeo. Además, para la difusión de las vanguardias son importantes las revistas literarias. Sin embargo, no hubo vanguardias específicamente españolas hasta el año 1918.

Etapas de las Vanguardias en España

1. Primera etapa: La recepción de las vanguardias. En esta primera etapa, fue fundamental el trabajo personal de Ramón Gómez de la Serna, que, aunque no fundó ningún “ismo”, tuvo el mérito de servir de propagador de las vanguardias europeas. La obra literaria de Ramón es amplia, pero su principal creación vanguardista fueron las greguerías: breves definiciones ingeniosas basadas en comparaciones, metáforas… Escribió además biografías, obras teatrales renovadas y diversas novelas.
2. Segunda etapa: Las vanguardias hispánicas. Surgieron dos movimientos de vanguardia de origen hispánico:
   • Ultraísmo: Es un conglomerado de los movimientos europeos. Integra influencias del futurismo, cubismo y del dadaísmo. Declaraban la ruptura con la literatura anterior, su deseo de innovación y su apertura a todas las vanguardias europeas.
   • Creacionismo: Pretende que el poema no limite ni refleje la naturaleza. El lenguaje de su poesía utiliza las palabras de manera que las despoja de su significado tradicional y lo convierte en algo nuevo.
3. Tercera etapa: El surrealismo. El ultraísmo y el creacionismo abrieron el camino para la entrada del surrealismo en España. Las mejores obras surrealistas surgieron en torno a la Residencia de Estudiantes, a raíz de una conferencia que pronunció en 1925 Louis Aragon. El surrealismo español, igual que el europeo, persigue romper todos los bloqueos morales y sociales que impiden al hombre entrar en contacto con la “superrealidad”. Valoran especialmente el mundo de los sueños y se valen de la escritura automática y el collage. El surrealismo rehumaniza las vanguardias.