La Unificación Española bajo los Reyes Católicos: Un Proceso Complejo

La Unificación de España bajo los Reyes Católicos

Contexto Histórico

A finales de la Edad Media, la Península Ibérica estaba dividida en cinco reinos: Castilla, Aragón, Navarra, Portugal y Granada. Los Reyes Católicos, Fernando e Isabel, lograron unificar la mayoría de estos reinos, con la excepción de Portugal. Este proceso dio lugar a una monarquía dual, que conservaba la autonomía e independencia de gobierno de los monarcas en cada uno de los reinos.

Política Matrimonial y Guerra de Sucesión

La unión matrimonial entre Fernando e Isabel en 1469 fue un paso clave en el proceso de unificación. Esta unión provocó la revocación del testamento de Enrique IV, quien inicialmente había nombrado a su hija Juana (la Beltraneja) como heredera. Se desencadenó una guerra de sucesión entre los partidarios de Juana, apoyada por Alfonso V de Portugal, y los de Isabel, apoyada por Aragón. La batalla de Toro en 1476 consolidó a Isabel como reina y unió los dos reinos más importantes de la Península: Castilla y Aragón.

Una Unión con Matices

A pesar de la unificación, no se creó una institución común, aparte de la Corona. En el caso de Aragón, cada uno de los reinos que formaban la Corona (Cataluña, Aragón, Valencia, Baleares y Nápoles) conservó un alto grado de autonomía. Tampoco hubo una integración económica. Cada reino mantuvo sus leyes, instituciones, moneda y Cortes. Existían incluso fronteras internas con impuestos sobre las mercancías. Este desequilibrio contribuyó a una "castellanización" de la monarquía y un descenso de la influencia política de la Corona de Aragón.

Política Interior de los Reyes Católicos

En política interior, los Reyes Católicos se centraron en varios aspectos:

• Sometimiento de la nobleza: Buscando consolidar su poder, los monarcas limitaron el poder de la nobleza.
• Control de los municipios por funcionarios: Se implementó un sistema de control más centralizado en las ciudades.
• Creación de la Santa Hermandad: Una fuerza policial para mantener el orden y la seguridad en el reino.
• Reforma de los consejos, destacando el Consejo Real: Modernización de la administración.
• Creación de Audiencias o Chancillerías: Tribunales de justicia para administrar la ley.
• Creación de un ejército permanente: Profesionalización de las fuerzas militares.
• Unificación territorial: Con la anexión de Granada (1492), Canarias (1496) y Navarra (1512).
• Unificación religiosa: Expulsión de los judíos y establecimiento de la Inquisición.

Conclusión

La unificación española bajo los Reyes Católicos fue un proceso complejo y gradual, marcado por la política matrimonial, la guerra, y la centralización del poder. Si bien se logró la unión de la mayoría de los reinos peninsulares, las diferencias y particularidades de cada territorio se mantuvieron, sentando las bases para la configuración de la España moderna.