Transformaciones Sociales y Políticas en la España Franquista
Enviado por Chuletator online y clasificado en Otras lenguas extranjeras
Escrito el en español con un tamaño de 4,27 KB
Una Sociedad en Transformación: Crecimiento Urbano
El aumento de la población urbana estuvo vinculado principalmente a la migración y se concentró en las ciudades y en determinadas zonas rurales. Se formaron grandes áreas metropolitanas que concentraban mucha población e incluían diversos municipios y periferias superpobladas. El "barroquismo vertical" es la urbanización que presentó grandes deficiencias de servicios o equipamiento.
Nueva Estructura Social
Se divide en tres partes:
- Pérdida de peso del mundo rural: significó una reducción substancial de los pequeños comercios.
- Aumento del proletariado urbano: llegó a los cuatro millones de personas, muchos eran anticipados.
- Impulso de una nueva clase media: asociada a la industrialización y a los servicios. Aumentaron los nuevos profesionales asociados a actividades técnicas, la burguesía asociada a empresas y el sector financiero mostró una ampliación de la participación de directivos de la banca.
Inicio de la Sociedad de Consumo
El aumento del poder adquisitivo de la población, gracias al aumento del salario y la extensión de ocupaciones en las ciudades más elevadas, hizo evidente el cambio. El comunismo fue el primer digno de estos cambios. La sociedad de consumo española, si bien con estándares inferiores a los europeos, comenzó a emerger.
Nuevos Comportamientos Sociales y Formas de Vida
Las transformaciones sociales propiciaron el progresivo abandono de buena parte del proceso que distanció a la sociedad de rígidas normas. El acceso a la educación básica de todos los españoles, incluidas las mujeres, y el aumento considerable del número de universitarios, modificaron la estructura familiar. Esto comportó el tránsito de la familia amplia, propia de ambientes rurales, a una nueva estructura. También cambió el papel de la mujer, con un mayor acceso a estudios superiores y a mejores puestos de trabajo. La eclosión de la juventud comportó una ruptura generacional acentuada, pero a la vez dócil e integrada en la cultura del franquismo.
Reformismo sin Democratización
El franquismo necesitaba cambiar de imagen. El 25º aniversario del fin de la guerra en 1964 dio lugar a una gran operación de propaganda, difundida como "25 años de paz". Se intentaba crear una nueva imagen de Franco y del régimen, asociada a la paz y al progreso, pero sin renunciar a la "Victoria".
Los gobiernos de la década de 1960, formados a partir de la influencia de Carrero Blanco, en los que cada vez tenían más presencia los tecnócratas, se orientaron esencialmente hacia la promoción del desarrollo económico, pero también hacia una renovación política que implicara la modernización de la administración, la legislación y las instituciones del país.
Esta adaptación a los nuevos tiempos, un tímido reformismo, se basaba en la convicción de que la prosperidad y el bienestar social suplirían la falta de libertades y un gobierno democrático.
La Continuidad de la Represión
La primera evidencia de que el franquismo no estaba dispuesto a reconocer las libertades democráticas y los derechos humanos fue el mantenimiento del aparato represivo como pieza fundamental del régimen. El único cambio relevante fue desmilitarizarlo parcialmente a partir de la creación del Tribunal de Orden Público (TOP, 1963). Fue una jurisdicción civil para los delitos vinculados al ejercicio de las libertades políticas, excepto en casos excepcionales que continuaron en manos militares. Este tribunal estuvo vigente hasta 1977 y por él pasaron 50.714 personas, de las cuales más de 9.000 fueron procesadas.
Los consejos de guerra se continuaron celebrando (1.817 civiles fueron procesados entre 1969 y 1975), y adquirieron una relevancia especial los que impusieron penas de muerte, ya que provocaron cada vez manifestaciones de rechazo más destacadas, también en el exterior. En 1963, fue ejecutado el dirigente comunista Julián Grimau. Se declaró el estado de excepción para frenar movilizaciones y combatir a la oposición.