Transformaciones de la Primera República Española: Reformas y Reacciones (1931-1933)
Republicanos de izquierda y socialistas, tras la victoria electoral, formaron un gobierno de coalición que inició un gran esfuerzo reformista con el objetivo de afrontar los graves problemas no resueltos en España por los regímenes políticos anteriores.
La Reforma Militar
Entre las reformas propuestas por Azaña destacan: la derogación de la Ley de Jurisdicciones de 1906, el cierre de la Academia General Militar de Zaragoza, cuyo director era el general Franco, y la supresión de los ascensos por méritos de guerra. El gobierno, por un lado, intentaba someter al ejército al poder civil, y por otro, reducir el número de oficiales para ajustarlo a las necesidades reales y a la capacidad presupuestaria del país. Para mantener el orden público, se creó, con el apoyo de la Guardia Civil, una policía ágil y moderna llamada la Guardia de Asalto.
La Reforma Educativa
Estaba considerada como la cuestión clave para conseguir que el país se modernizara. En la Constitución se había declarado la escuela primaria obligatoria, gratuita y mixta. El gobierno republicano-socialista incrementó el dinero destinado a gastos educativos, se construyeron escuelas para luchar contra el analfabetismo, mejoró la enseñanza secundaria y potenció la investigación en los niveles universitarios.
La Reforma Agraria
Los principales problemas de la agricultura nacional seguían siendo el latifundismo y el elevado número de jornaleros sin tierras que existía. Por lo que se intentan conseguir los siguientes objetivos:
- Entregar tierras a los campesinos con el fin de obtener su apoyo.
- Eliminar el poder económico de los grandes terratenientes.
- Incrementar la producción del sector agrario y elevar el nivel de renta del campesinado.
La Ley de Reforma Agraria de 1932
En 1932 se aprobó en el parlamento la Ley de Reforma Agraria. El contenido de la ley se resume en:
- Las tierras quedaban expropiadas sin indemnización.
- Todos los latifundios, terrenos arrendados y tierras abandonadas se declararon expropiables a cambio de una indemnización del estado.
- Las tierras expropiadas se destinarían al asentamiento de campesinos.
Sin embargo, la aplicación de esta ley y la puesta en marcha de la reforma agraria fueron excesivamente lentas, se expropiaron pocos terrenos y pocos jornaleros fueron asentados. En consecuencia, los jornaleros hambrientos quedaron decepcionados con la República y se inclinaron hacia las soluciones revolucionarias de los anarquistas.
La Reforma Religiosa
La actuación del gobierno republicano-socialista fue inoportuna, ya que se agredió torpemente a los católicos. El nuevo régimen político creó muchos enemigos que identificaron a la República con el ataque a Dios y consideraron inaceptables el reconocimiento del divorcio, la supresión de la obligatoriedad de la enseñanza religiosa en los colegios, la eliminación de los crucifijos en las aulas y la disolución de la orden jesuita.
El Golpe de Estado de Sanjurjo
Las reformas causaron malestar entre la oficialidad del ejército, que consideraba esta política reformista como un mecanismo de la República para relegar a los sospechosos de fidelidades monárquicas.
En 1932 estalla en Sevilla y en Madrid un golpe de estado del general Sanjurjo contra la República, apoyado por monárquicos, clericales y terratenientes que quieren detener los cambios. El movimiento fracasa por falta de preparación y apoyos.
El fracaso fue considerado como un triunfo por los partidos republicanos y por el gobierno, que aprovechó para proceder a la aprobación del Estatuto catalán y de las reformas agrarias pendientes. Se suceden revueltas a lo largo de la etapa. En 1933 los anarquistas propician una revuelta de campesinos en Casas Viejas, Andalucía, pero esto provocó indignación y desgaste del gobierno.
Las fuerzas contrarias al proyecto de reformas republicanas ya estaban organizadas para la lucha política, el grupo CEDA reunía a partidos monárquicos, grupos católicos y republicanos moderados. La derecha pide la rescisión de la Constitución y de la legislación laica y socialista.