Transformaciones Económicas y Sociales en España: Primer Tercio del Siglo XX
Enviado por Programa Chuletas y clasificado en Geografía
Escrito el en español con un tamaño de 12,94 KB
1. La Evolución Demográfica
Durante el primer tercio del siglo XX se sentaron en España las bases de la modernización demográfica que, sin embargo, se realizó con un cierto retraso con respecto a Europa occidental.
1.1. La Transición Demográfica
Se caracterizó por el descenso de la tasa de mortalidad y de la natalidad. El resultado fue una fase inicial de intenso crecimiento de la población. Entre 1877 y 1930, la tasa de mortalidad descendió del 30,5 al 21,3 como resultado de la mejora de la alimentación y de las infraestructuras urbanas higiénico-sanitarias. Además, la mejora de los servicios de limpieza y alcantarillado, y el control de la potabilidad del agua influyeron positivamente. La mortalidad infantil también conoció un notable retroceso y, en consecuencia, la esperanza de vida media al nacer aumentó entre 1900 y 1930. La población española creció considerablemente en 1900.
1.2. Los Movimientos Migratorios
La movilidad de la población española fue muy reducida hasta 1880, cuando se inició una importante emigración a ultramar. La cronología presenta también un retraso. Desde 1900 hasta 1914, la emigración española alcanzó un máximo sin precedentes, que descendió posteriormente debido a la Primera Guerra Mundial. Las causas fueron una economía en la que el empleo crecía menos que la población como resultado de la escasez de transformaciones económicas, la mejora de la navegación y el destino principal era América Latina. Después se produjo una expansión de las migraciones interiores. Madrid y Barcelona fueron los principales centros industriales en expansión, también Bilbao y Sevilla que se convirtieron en los polos de atracción de emigrantes.
1.3. La Intensificación de la Urbanización
Las migraciones interiores comportaron la intensificación de la urbanización. El período más notable de crecimiento urbano fue entre el final de la Primera Guerra Mundial y el crac de 1929. Las ciudades grandes como Madrid y Zaragoza tuvieron una evolución similar. Otras ciudades conocieron un aumento de su población al convertirse en importantes centros industriales o mineros: el País Vasco (Baracaldo y Sestao), Asturias, Badalona, Sabadell... El proceso de urbanización de la población española fue lento.
2. Atraso Agrario y Conflictividad
En las primeras décadas del siglo XX, el campo español presentaba una situación en la que contrastaba el dinamismo de la agricultura de tipo mediterráneo con las escasas transformaciones de la agricultura cerealista, que dominaba en amplias zonas de la Península.
2.1. Las Crisis Agrarias
La agricultura estaba orientada hacia el cultivo de los cereales. En España se notó la crisis cerealista más fuertemente que otros países de su entorno. La causa fue la llegada a Europa de productos procedentes de países con una agricultura extensiva más competitiva. El resultado de ese modelo eran precios más bajos que los europeos, como consecuencia de una producción muy elevada y de la reducción del tiempo y de los costes de transporte, gracias a los avances en la navegación. El descenso de los precios fue más acusado en las regiones de la periferia española. La crisis cerealista fue acompañada de una crisis de la viticultura, por la plaga filoxera, lo que hizo que aumentará la demanda del vino español. La viña autóctona desapareció como consecuencia de la enfermedad, y para hacer frente a la crisis se replantaron todos los viñedos con una nueva cepa americana inmune a la filoxera (de California).
2.2. La Evolución Agrícola
Esta crisis se superó con el uso de fertilizantes, con la disminución del barbecho, el incremento de la mecanización y la puesta de regadío de nuevas tierras de cultivos (plantas forrajeras). El predominio cerealista se consolidó, y la producción de cereales se convirtió en el principal cultivo del campo español. Otros cultivos orientados en gran parte hacia la exportación, eran la viña (Andalucía, Cataluña y La Rioja) y los cítricos, frutales y hortalizas (Valencia, Murcia y La Rioja). En la zona mediterránea, el desarrollo agrícola generó beneficios que estimularon las actividades industriales con los productos químicos para el campo (abonos...).
2.3. Los Problemas del Campo Español
En el primer tercio del siglo XX el campo español seguía marcado por la desigualdad en la estructura de la propiedad de la tierra (latifundio y minifundio). Los propietarios de los grandes latifundios de Extremadura y Andalucía tenían un escaso interés por el cultivo eficiente de sus tierras.
Las diferencias extremas entre una minoría de propietarios y la gran masa de campesinos sin tierra provocaron una conflictividad social, lo que se vinculó a la necesidad de una reforma agraria que permitiese el acceso de los campesinos a la propiedad de la tierra y pusiese en cultivo efectivo muchas tierras insuficientemente cultivadas por el absentismo de sus propietarios. La existencia de minifundios en Galicia y la mala calidad de la tierra impidieron generar beneficios y modernizar las explotaciones, lo que empujó a muchos pequeños campesinos a emigrar.
2.4. Los Intentos de Solución
Los gobiernos españoles fueron conscientes del atraso del campo español. El aumento del regadío fue imprescindible y en 1902 se aprobó el Plan de Obras Públicas (que estimulaba la implantación de regadíos en las zonas de secano) y este se amplió con el Plan de Obras Hidrográficas con la dictadura de Primo Rivera y el Plan de Obras Hidráulicas emprendido en la Segunda República en 1933. Pero el problema era la cantidad de campesinos sin tierra, se pusieron medidas pero resultaron insuficientes.
3. Los Progresos de la Industria
En el primer tercio del siglo XX, se produjo una importante transformación de la estructura económica española: el peso de la industria aumentó.
3.1. Cambio Energético y Avances Tecnológicos
Nuevas fuentes de energía con la difusión de la electricidad y del petróleo. El avance de la electrificación se produjo en dos grandes etapas: entre 1880 y 1930, el uso de la electricidad estuvo restringido a la iluminación pública de las grandes ciudades y al transporte urbano y entre 1914 y 1930 se generalizó su uso industrial. Una nueva revolución fue el automóvil y se produjo la expansión del telégrafo en 1860 y del teléfono y las emisiones de radio en 1920.
3.2. El Crecimiento Industrial
Entre 1900 y 1930 el producto industrial per cápita aumentó un 60%. El sector textil catalán continuó su expansión, también la industria alimentaria, aunque sufrió un retroceso. La industria química se consolidó gracias a los productos como fertilizantes y medicamentos. La industria vizcaína creció y se creó Altos Hornos de Vizcaya, luego en Cantabria la empresa siderúrgica Nueva Montaña S.A. (1899) y en Sagunto Altos Hornos del Mediterráneo (1923).
Nuevas industrias: como la industria eléctrica que crece, y la primera fue la Compañía Sevillana de Electricidad, creada en 1844. La industria metalúrgica que tuvo en expansión al automóvil y los electrodomésticos (empresa automovilística Hispano-Suiza creada en 1904 y del petróleo CAMPSA fundada en 1927). Madrid se convirtió en la tercera región industrial debido a su condición de ser el centro de la Administración del Estado.
3.3. El Intervencionismo del Estado
El intervencionismo se manifestó en: la concesión de ayudas para estimular la inversión privada en industrias tecnológicamente más avanzadas, lo cual comportó la modernización del tejido industrial y el aumento del proteccionismo. Las leyes arancelarias fueron las medidas más importantes con las que se trató de evitar la competencia exterior. Se obligaba a consumir carbón español. Estas medidas tuvieron efectos negativos en la economía española (productividad baja y poca competitividad con el exterior) y también efectos positivos (fomentaron el avance tecnológico, ayudaron a la articulación del mercado interior, mejorando infraestructuras del transporte y aparición de nuevos sectores industriales).
3.4. El Fomento de Infraestructuras
La mejora de caminos y carreteras absorbió la mayor parte del esfuerzo inversor del Estado, aparecieron los primeros tramos asfaltados y los ferrocarriles iniciaron su electrificación. La red telegráfica mejoró sensiblemente la calidad de las transmisiones y la telefonía creció notablemente. Este aumento fue por la creación en 1924 de la empresa pública Compañía Telefónica Nacional de España. Las inversiones del Estado hicieron aumentar por dos el gasto público, que llegó a duplicarse en relación con el PIB, agravando el déficit de la hacienda pública.
4. La Evolución de la Economía
El crecimiento de la economía española comportó un aumento de las relaciones con el exterior y una mayor vinculación con los circuitos del comercio internacional.
4.1. La Recuperación Económica
En el siglo XX se inició con el desastre de 1898, pero sus efectos fueron menores que lo esperado.
La desaparición de los mercados coloniales perjudicó a las exportaciones del textil catalán, pero la crisis se superó con rapidez, hubo una inflación baja, una reducción de la deuda pública y la repatriación de muchos capitales que estimularon la creación de nuevos bancos y empresas.
4.2. La Coyuntura de la Primera Guerra Mundial
La neutralidad española en la Primera Guerra Mundial (1914-1918) propició la expansión económica. El incremento de la demanda exterior benefició a la siderurgia vasca, minería asturiana e industrias textiles y metalúrgicas catalanas. Por primera vez la balanza de pagos española tuvo saldo positivo. Pero el crecimiento de la demanda comportó un incremento de los precios que desató un proceso inflacionario. La circunstancia de la Segunda Guerra Mundial brindó grandes oportunidades de buenos negocios y fácil enriquecimiento, pero las clases populares empeoraron su nivel de vida.
4.3. Efectos de la Crisis de 1929
En 1929 se inició una depresión económica mundial, como consecuencia del Crac del 29. La Gran Depresión se dejó sentir en la producción del comercio exterior como en productos como el vino y los minerales y se generó un retroceso de las exportaciones españolas.
5. Los Cambios Sociales
Como consecuencia de las transformaciones económicas, la sociedad española inició el camino hacia la modernización y la implantación de una sociedad más avanzada. Las nuevas clases protagonistas de la industrialización fueron la burguesía y el proletariado.
5.1. El Mundo Rural
- Grandes propietarios agrarios: Vieja aristocracia, burguesía financiera y la burguesía agraria.
- La Mancha y Extremadura: Exístía una poderosa oligarquía agraria.
- Castilla y León, Aragón, Cataluña y Levante: Predominaba la pequeña y mediana propiedad.
- El campesinado disminuyó: Dentro del campesinado había propietarios, arrendatarios y jornaleros, siendo estos últimos los más numerosos.
- La situación del campesinado dependía de las propiedades:
- Galicia: Subarriendos de las propiedades (foros y subforos).
- Andalucía: Presencia masiva de jornaleros.
- Cataluña: Crisis de la filoxera: La cual enfrentó a rabassaires que querían acceder a la propiedad de la tierra contra los propietarios de ellas.
- Extremadura: Importantes yunteros (arrendatarios dueños de yuntas de labor).
5.2. Sociedad Urbana
En España, la burguesía industrial era escasa y la integraban las industrias textiles catalanas y siderúrgicos vascos. La burguesía financiera aumentó su peso con los nuevos negocios propiciados por la Gran Guerra. En las clases medias aparecieron los llamados "cuellos blancos" que trabajaban de funcionarios y en la banca. Los obreros industriales aumentaron por el desarrollo industrial en Cataluña, País Vasco, Asturias y Madrid.
5.3. Nuevas Reformas de Sociabilidad y Cultura Urbanas
El desarrollo de las ciudades comportó nuevos valores sociales y nuevas formas de sociabilidad y ocio, así como la extensión de la cultura. Hubo una mejora en la cualificación educativa de los españoles. En 1877 solo un tercio de la población estaba alfabetizada (mejora del sistema educativo). La mejora de los medios técnicos favoreció la expansión de la prensa escrita surgió así una prensa de masas. Además, se difundió un nuevo asociacionismo de carácter cívico y se extendió el excursionismo, el deporte y el cine.