Transformaciones Coloniales: De la Extracción de Metales a la Crisis del Orden Español
Durante los siglos XVI y XVII, el principal interés de la corona española en sus colonias americanas fue la extracción del oro y la plata, metales preciosos que permitían financiar la economía. En el siglo XVIII, las características de la colonización española en América presentaban serios problemas, que intentaron ser resueltos a través de una serie de reformas.
Crisis del Orden Colonial
En el paso del siglo XVIII al XIX, España atravesó una situación difícil, provocada por los acontecimientos europeos. La Revolución Francesa y la guerra revolucionaria perjudicaron las finanzas de la corona española. Luego, la expansión napoleónica y el bloqueo continental dificultaron las comunicaciones de España con sus colonias y llevaron a la crisis a la monarquía y del orden colonial español. Estos acontecimientos tuvieron importantes repercusiones en América.
Desde 1805, las comunicaciones entre España y sus colonias se vieron gravemente afectadas. Las autoridades coloniales americanas continuaron gobernando, pero cada vez más aisladas y sin apoyo de la metrópoli. Las guerras dificultaban el desarrollo del comercio, tanto europeo como colonial.
Las Invasiones Inglesas al Río de la Plata
La primera invasión al Río de la Plata fue en 1806. Los comandantes de la expedición británica consideraban que sería fácil invadir porque el virreinato era la región más alejada de las colonias españolas. El puerto de Buenos Aires y su fuerte no contaban con fuerzas militares y los comandantes podrían contar con la ayuda de los criollos. La resistencia a la invasión fue organizada por un grupo variado de comerciantes y hacendados. El 12 de agosto, tras una intensa lucha callejera a la que se sumaron vecinos de la ciudad, se produjo la reconquista de Buenos Aires y fue cuando finalmente se rindieron.
Luego de la rendición británica, los vecinos de Buenos Aires realizaron un cabildo abierto donde se debatió la actitud del virrey.
La segunda invasión fue en 1807. Los vecinos de la ciudad, en un nuevo cabildo abierto, suspendieron de sus funciones al virrey y encargaron el gobierno civil a la audiencia y el mando militar a Liniers. Al mismo tiempo organizaron las milicias integradas por los habitantes.
Las invasiones inglesas pusieron de manifiesto el aislamiento de las colonias y la fragilidad del orden colonial. Pero los hechos de Buenos Aires generaron la destitución del virrey, la creación de fuerzas militares propias y, por un breve tiempo, el libre comercio.
Reacción en España y Formación de Juntas
La proclamación de Bonaparte como rey de España provocó un rechazo entre los españoles. A medida que la noticia llegó a las distintas provincias de la península, la población se levantó en contra del “rey francés”, declaró su lealtad a Fernando VII y organizó juntas de gobierno que se crearon argumentando que, ante la ausencia del rey legítimo, el poder había recaído en manos del pueblo.
Las juntas de gobierno acordaron la creación de una autoridad centralizada que asumiese la soberanía en todo el reino en representación de Fernando VII. La necesidad de coordinar la lucha contra los franceses llevó a que finalmente, el 25 de septiembre de 1808, se reuniese una Junta Suprema Central Gubernativa (Junta Central), la cual se proclamó única autoridad soberana. En un manifiesto a la población de las colonias hispanoamericanas, llamó a elegir un representante por cada virreinato y capitanía general.