Transformaciones clave de la Revolución Industrial: Sociedad, economía y tecnología

La Revolución Industrial

La Revolución Agrícola

Con la revolución agrícola surgen una serie de transformaciones que hacen posible el aumento de la población. Estas innovaciones agrarias son:

• Cambios en el sistema de cultivo.
• Introducción de nuevas máquinas.
• Nueva estructura de la propiedad.

Se pasó de una rotación trienal de cultivos y barbecho a una rotación cuatrienal (sistema Norfolk), eliminando el barbecho por el cultivo de trébol o hierba. Esto mejoró la alimentación de la ganadería, produciendo más estiércol para fertilizar las tierras. Se introdujeron nuevos métodos de siembra, herramientas, cultivos y fertilizantes que dieron lugar al aumento y diversificación de la producción de cultivos. La nueva forma de cultivar dio lugar al cercamiento de las tierras comunales, privándolas con las leyes de cercamiento. El precio de algunos cultivos aumentó, lo cual conllevó a que los grandes propietarios compraran más tierras para aumentar sus beneficios. El cercamiento perjudicó a los pequeños propietarios y a los campesinos pobres; estos vendieron sus posesiones y se convirtieron en jornaleros a cambio de un salario.

La Revolución Demográfica

El aumento de la oferta de alimento hizo posible un elevado crecimiento demográfico. Desaparecieron las hambrunas, por lo que la población pudo resistir mejor a las enfermedades y epidemias. Este crecimiento hizo que la natalidad se elevara del 32,5 al 37% a finales del siglo XVIII. La tasa de mortalidad descendió del 32 en 1700 al 20,5 a finales del siglo XIX, y la esperanza de vida se situaba alrededor de los 50 años.

El Desarrollo de la Industria

Rasgos de la Producción Industrial

La producción individualizada (artesanal) fue sustituida por el sistema fabril (producción en serie). La mecanización del proceso productivo se inició en la industria textil con la lanzadera volante (John Kay), nuevas hiladoras y los telares mecánicos. El salto definitivo a las nuevas formas de producción se dio cuando estas máquinas funcionaban con energía hidráulica. La máquina de vapor (James Watt) abandona la dependencia y las limitaciones de las fuentes de energía tradicionales y se convierte en el símbolo de la Revolución Industrial.

La Industria Algodonera

El sector emblemático de la Revolución Industrial fue la industria textil algodonera. El algodón es un tejido suave, de fácil lavado y que, producido en grandes cantidades, resultaba muy económico. La industria textil se inició en 1750 con la prohibición en Gran Bretaña de la entrada de tejidos de algodón estampados (indianas). Durante el siglo XVIII, la industria textil británica se expande y abastece al mercado interior y exporta su producción.

La Industria Siderúrgica y el Carbón

El carbón es el gran combustible del siglo XIX; alimentó a la máquina de vapor y participó en el proceso siderúrgico. En consecuencia, la producción de carbón aumentó. Se fabricaron vigas de hierro, raíles y vagonetas que favorecieron extraer con más facilidad el carbón de las minas. Poco a poco, el carbón vegetal se fue sustituyendo por carbón de coque, este tenía un alto poder calorífico y su función en un alto horno favoreció al sector minero y a la producción de hierro. Esta sustitución se debe a que, a mediados del siglo XVIII, la creciente demanda para fabricar barcos, munición y herramientas obligaron a la búsqueda de un combustible menos costoso y más efectivo. Otras técnicas importantes para el desarrollo de la siderurgia fueron la pudelación y el laminado de hierro y el convertidor de Bessemer. Esto abrió una nueva etapa en la fabricación de maquinaria e incluso impulsó la fabricación de una red ferroviaria.

Otros Sectores Industriales

La industria química se transformó por las necesidades del sector textil. La producción de ácido sulfúrico aumenta por la invención de la cámara de plomo (Roebuck). La metalurgia fue un sector de elevado crecimiento y su impulso vino de las necesidades del textil; la difusión de la mecanización hizo que se consolidara este sector. La construcción fue otro sector de rápida expansión.

La Revolución de los Transportes

En Gran Bretaña se mejoraron los caminos y los canales para trasladar las mercancías. Pero el ferrocarril fue el que causó la revolución en los transportes (rápido, gran capacidad, económico y seguro). Stephenson inventó la locomotora a vapor y la primera línea de ferrocarril conectaba Liverpool y Manchester. Robert Fulton inventó el barco de vapor; los canales fueron sustituyendo a los barcos de vela. Las expectativas del desarrollo económico creadas por la red ferroviaria condujeron a un boom bursátil en 1840 de las compañías constructoras.

El Impulso del Mercado

En la economía de mercado, todo lo que se producía se vendía. El mercado interior inició la expansión comercial británica. La consolidación del mercado interior de ámbito nacional se nutrió del crecimiento de la población, del aumento de la capacidad del campesinado, de la especialización de producción y de la mejora de transportes. El resultado fue un aumento del comercio y un mercado a nivel nacional e internacional.

El Liberalismo Económico

Los principios económicos del liberalismo fueron elaborados por pensadores británicos (Escuela Clásica).

• Adam Smith: defendía la supremacía de los individuos frente a los estamentos y consideraba que la búsqueda del propio interés era el motor del desarrollo económico. Los intereses contrapuestos se equilibran en el mercado a través de una "mano invisible" que ajusta la oferta y la demanda. De esta forma, el Estado no intervenía en la economía, pero no descartaba la intervención pública de este.
• David Ricardo: argumentó que, como el trabajo era una mercancía como las demás, los salarios no subirían por encima del mínimo imprescindible para la subsistencia.
• Thomas Malthus: señaló que el crecimiento de la población desequilibraría su relación con los recursos existentes.

El Capitalismo

En el capitalismo, los instrumentos de producción y lo que se produce con ellos son propiedad privada. Esta se concentra en la burguesía y el proletariado trabaja a cambio de un salario. Algunos trabajadores y empresarios demandan empleo y otros lo ofrecen, fijando un salario según la oferta y la demanda. El capitalismo es un sistema de iniciativa libre que busca el máximo beneficio; así, los propietarios de los medios de producción pretenden maximizar el beneficio. Existe la competencia entre los empresarios. Los desajustes entre la oferta y la demanda provocan crisis periódicas que se corrigen ajustando los costes o la producción.

Las Nuevas Políticas Económicas: Librecambio y Proteccionismo

Gran Bretaña fue partidaria del librecambio; no intervención estatal en el comercio internacional, permitiendo el intercambio de las mercancías entre diferentes Estados. De este modo, la aparición de los productos británicos en el mercado internacional afectó al resto de Europa. Para evitar la competencia de Gran Bretaña y fomentar el crecimiento de su propia industria, todo el continente y EE. UU. aplicaron medidas proteccionistas. El proteccionismo defiende la imposición de aranceles a la entrada de productos extranjeros con el objetivo de encarecerlos. Gran Bretaña introdujo las Corn Laws y todos los estados mantuvieron un componente de proteccionismo.

Consecuencias de las Revoluciones Industriales

Consecuencias Sociales

El Proceso de Urbanización

El crecimiento y multiplicación de las ciudades obligaron a los trabajadores a instalarse cerca de la fábrica. La emigración hacia las ciudades era procedente de áreas rurales. El crecimiento urbano produjo un aumento de población urbana (más urbana que rural) y afectó al crecimiento de las ciudades. La segregación urbana por barrios; diferenciamos entre barrios residenciales donde residía la burguesía, formados por grandes avenidas, servicios públicos, grandes almacenes, teatros, etc., y los barrios obreros. Estos barrios crecían rápidamente y sin planificación. Las viviendas eran de varias plantas con multitud de familias, sin agua, etc. La calidad de la edificación era muy baja.

Las Grandes Migraciones

Las causas de estas migraciones fueron económicas y demográficas: la población crece, la mortalidad desciende y la natalidad se eleva. Se produce una emigración a ultramar; 60 millones de personas abandonaron Europa (1800-1914). En la primera mitad del siglo XIX, británicos e irlandeses emigraron hacia EE. UU., Canadá y Australia. En la segunda mitad del siglo XIX, italianos y eslavos emigraron a América y los españoles a América Latina.

La Nueva Sociedad Industrial

Con el fin de la sociedad del Antiguo Régimen, la aristocracia pierde parte de su relevancia social. Aparece un nuevo grupo estamental llamado burguesía, se produce una disminución de campesinos, aumentaron los jornaleros y desaparecen los artesanos, y aumenta el proletariado industrial. La burguesía tuvo una influencia política, económica y cultural; la mayor parte de los banqueros y empresarios formaban parte de este grupo social. Los nuevos valores burgueses se basaban en el trabajo, en la propiedad privada, en el ahorro y en el individualismo. Estos tenían derecho a la educación. La familia siguió siendo el núcleo esencial de transmisión de patrimonio y la vivienda familiar se convirtió en un símbolo de estatus social. La clase media no ejercía un trabajo manual y estaba formada por profesionales liberales. El proletariado trabajaba en fábricas a cambio de un sueldo, tenían duras condiciones laborales, no ganaban lo suficiente para alimentarse y vivían en viviendas de mala calidad.

El Papel de la Mujer

Existía una diferenciación social por géneros; los hombres se ocupaban de la esfera pública, mientras que las mujeres se ocupaban de la esfera doméstica. Se consideraban inferiores; tenían que abastecer a su marido, el cual era su representante, y no tenían derechos políticos. Existían unas diferencias sociales; la mujer de la clase media y alta permanecía en el hogar haciendo las tareas domésticas y recibía una educación subsidiaria. Las mujeres campesinas se ocupaban de las tareas domésticas, de algunos trabajos agrícolas y cuidaban el ganado. Por último, la mujer obrera se ocupaba de las tareas domésticas, tenía largas jornadas en el trabajo, recibía una remuneración inferior a la de los hombres y trabajaba en la industria textil y servicio doméstico.