Transformación y Conflicto: La Era Peronista en Argentina (1946-1955)
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Reformas Sociales y Transformación en la Argentina Peronista (1946-1955)
Durante el primer gobierno peronista (1946-1952), se implementaron profundas reformas en el plano social: el Estatuto del Peón Rural, el control de precios de los alquileres, planes de viviendas, salarios altos, leyes jubilatorias, indemnizaciones por despidos, aguinaldos y vacaciones pagas. Estas medidas, junto con la política económica, transformaron la vida cotidiana de los argentinos.
Eva Perón, a través de la Fundación Eva Perón, jugó un rol protagónico en la política social. También impulsó la consagración del voto femenino en 1947.
La Polarización Política y el Ascenso de las Masas
Desde el punto de vista político, el peronismo significó la llegada de nuevos sectores sociales al escenario político: los sectores obreros y las mujeres. Se consolidó una sociedad de masas, pero esto generó una profunda división social que caracterizó a la Argentina durante décadas: Peronistas y Antiperonistas.
Los opositores veían en el peronismo un modelo autoritario, mientras que el gobierno de Perón los acusaba de conspirar contra los intereses del pueblo. Hubo persecución a los opositores, uso obligatorio de distintivos partidarios y afiliación compulsiva para los empleados públicos. La propaganda oficial, expresada en folletos, libros de texto, la radio y el control de los medios de comunicación, resaltaba la autoridad de Perón y la figura de Eva.
La Tercera Posición y la Constitución de 1949
En política exterior, Perón proclamó la llamada Tercera Posición, proponiendo no alinearse con ninguna de las dos potencias hegemónicas de la Guerra Fría.
Una de las reformas políticas más importantes fue la sanción de la Constitución de 1949, que permitió la reelección presidencial. Perón ganó las elecciones de 1951 por amplia mayoría.
Segundo Mandato, Crisis y Caída (1952-1955)
En 1951, un intento de golpe de estado liderado por el General Menéndez fracasó, pero dejó en evidencia el peligro latente. El inicio del segundo período presidencial en 1952 estuvo marcado por la muerte de Eva Perón el 26 de julio.
La situación económica empeoró: las reservas en oro disminuyeron, el desarrollo industrial se estancó por la falta de maquinarias y las exportaciones no generaban suficientes ganancias. Esto produjo un quiebre en las bases económicas y políticas del gobierno. A la oposición se sumaron los sectores católicos, y la respuesta de Perón fue un abierto conflicto con la Iglesia.
En junio de 1955, un nuevo intento de golpe de estado fracasó, pero con un saldo lamentable de bombardeos y muertes. La reacción del gobierno y sus partidarios fue aún más violenta.
El Golpe de Estado de 1955
Finalmente, las tres fuerzas armadas coordinaron acciones que resultaron en el golpe de estado triunfante el 16 de septiembre de 1955. Perón debió exiliarse, marcando el fin de una era.