Tipos de fístulas y enfermedad diverticular: síntomas y tratamiento
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Tipos de fístulas anales
Fístula interesfinteriana simple
Es el tipo más frecuente de fístula anal y corresponde a un trayecto recto entre el canal anal y la piel del periné.
Fístula transesfinteriana
Esta atraviesa el espacio interesfinteriano y alcanza el esfínter hasta llegar a la fosa isquiorrectal. Desde aquí se dirige habitualmente para abocarse en la piel de la región perineal.
Fístula supraesfinteriana
El trayecto asciende por el espacio interesfinteriano alcanzando la fosa isquiorrectal por encima del aparato esfinteriano. Suelen ser secundarias a otro tipo de fístulas intervenidas. En ocasiones, se clasifican en este grupo de forma errónea las fístulas transesfinterianas altas.
Fístulas extraesfinterianas
Nacen directamente de vísceras perineales o la vagina y llegan a la fosa isquiorrectal por fuera del aparato esfinteriano. Su etiología no es criptoglandular; generalmente, se asocia a traumatismos, tumores o infecciones.
Enfermedad diverticular del colon
Los divertículos consisten en hernias de la mucosa y submucosa a través de la pared muscular del colon. La diverticulosis es la aparición de múltiples divertículos sin inflamación ni síntomas. La diverticulitis es la inflamación de un divertículo por alimentos o bacterias en su interior que no pueden salir y que, al final, pueden perforarlo o producir un absceso.
Manifestaciones clínicas
La manifestación clínica que suele aparecer primero es el estreñimiento, pero también pueden aparecer irregularidades en la defecación y diarrea. La diverticulitis moderadamente aguda tiene como síntomas más comunes dolor cólico y febrícula.
Tratamiento
En los casos agudos de diverticulitis con síntomas importantes, con vómitos o distensión abdominal, se requiere hospitalización. Se coloca aspiración nasogástrica, se administran líquidos por vía intravenosa y antibióticos de amplio espectro. La diverticulitis aguda suele ceder con tratamiento médico, pero en un 25 % de los pacientes se necesita intervención quirúrgica por complicaciones como perforación, peritonitis, hemorragia, formación de abscesos y obstrucción.
La técnica quirúrgica a seguir va a depender de las condiciones generales del paciente y de la intensidad del proceso inflamatorio local:
- Si las condiciones son favorables y puede recibir el intestino una preparación adecuada, se puede programar cirugía en un tiempo, realizando una anastomosis inmediata terminoterminal.
- Si las condiciones generales o locales son desfavorables, se realiza cirugía en dos tiempos. Una vez extirpado el colon afectado, el cabo cólico proximal se aboca al exterior formando una colostomía y el cabo distal se sutura quedando un muñón rectal. En un segundo tiempo y transcurridos aproximadamente tres meses, se cierra la colostomía y se reinstaura la continuidad colorrectal.