La Teoría del Conocimiento en Platón: Un Viaje hacia la Verdad
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La teoría del conocimiento está en íntima posición con su perfección ontológica. De todas maneras, veremos que existe una correlación entre el conocimiento y la realidad. En ningún diálogo de Platón se encuentra esta teoría, sino que se saca de diversos diálogos. En toda su obra, Platón nos pregunta: ¿Qué existe? y ha contestado que existen las ideas como realidad verdadera. Por lo tanto, Platón, mediante su teoría, no dice cómo conocer sus ideas y qué debemos hacer para alcanzar dicho conocimiento. Este es el ascenso desde la eikasia, conocimiento inferior, hasta la noesis, el más elevado, que recae sobre el arjé de las cosas.
El Mito de la Caverna
Este proceso aparece reflejado en el Libro VII en el mito de la caverna, donde Platón nos plantea el proceso de educación humana y nos dice que no puede ser infalible, ya que el conocimiento sensible es solo opinión. Aquí, en este aspecto, podemos ver la necesidad de definir los conceptos universales y su existencia independiente de la realidad sensible, como la influencia de Parmenides en su distinción y en su afirmación de que solo la razón nos conduce al conocimiento del verdadero ser.
Acceso al Conocimiento Verdadero
En tercer lugar, Platón nos va a decir cómo podemos acceder a él, al conocimiento verdadero, y nos lo contará a través de la teoría de la reminiscencia y del proceso educativo y la dialéctica. En el Teeteto, se refutan algunas teorías acerca de lo que no es el conocimiento, que no es percepción sensible. Sócrates, interesado en todo lo referente al conocimiento, no admite la idea de que la verdad fuese relativa y de que no exista ningún objeto estable de conocimiento. Tenía la convicción de que la conducta moral y el conocimiento debían recaer sobre algunos objetos eternos, no sujetos a los sentidos.
La Conversación entre Sócrates y Teeteto
Platón heredó esa misma idea. Teeteto entra en conversación con Sócrates y este le pregunta cuál es la naturaleza del conocimiento. El joven le responde que la geometría, la ciencia... y Sócrates le dice que no ha contestado a su pregunta. Sócrates hace otra tentativa y el joven le responde que el conocimiento consiste en la percepción sensible. A lo largo de la conversación, Sócrates consigue que el joven admita el punto de vista de Protagoras sobre que la percepción quiere decir apariencia, al mismo tiempo que consigue que este reconozca también que el cono es siempre cono de algo y ha de ser infalible y universal.
La Naturaleza Cambiante de la Percepción
Sócrates deja claro que los objetos de la percepción sensible son cambiantes y no pueden ser objetos de verdadero conocimiento. Sócrates dice al joven que si ese es el conocimiento, nadie sería más sabio que el resto. Platón concluye, a través de Sócrates, que el conocimiento nunca nos lo proporciona el mundo de los sentidos, sino que el verdadero conocimiento tiene que ser infalible y debe ser susceptible de definición universal. Este concepto cumple los requisitos para ser verdadero conocimiento.
La Concepción Platónica del Conocimiento
Platón tiene una concepción tan perfecta acerca del cono que considera que el cono intelectual es algo tan perfecto que no lo podemos adquirir en esta vida, sino que nacemos con él. Por eso, para Platón, conocer es igual a recordar; esta es la reminiscencia de Platón, que consiste en decirnos que el conocimiento es reconocimiento y memoria. Por eso, el dinamismo del conocimiento consiste en recordar lo que ya sabíamos cuando nuestra alma formaba parte del mundo ideal y olvidamos al ser encarnado en un cuerpo. Para eso, Platón propone que adquiriremos estos conocimientos verdaderos olvidados a través de la educación y la dialéctica.