Técnica de Natación Estilo Mariposa: Claves para una Ejecución Eficiente
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Acción de Piernas
En el estilo mariposa, se realizan dos batidos de piernas hacia abajo por cada brazada. El primer batido ocurre cuando los brazos entran en el agua, y el segundo, cuando las manos empujan hacia atrás en la fase de empuje de la brazada. La coordinación de estos dos batidos cumple tres funciones esenciales:
- Asegurar una propulsión continua.
- Mantener la posición hidrodinámica del cuerpo.
- Ayudar a la mecánica de la cabeza.
El primer batido se ejecuta inmediatamente después de que las manos han entrado en el agua. Esto garantiza una propulsión continua, lo cual es crucial ya que el cuerpo pierde velocidad durante el recobro del brazo. Si el primer batido no se realizara en este momento, la velocidad disminuiría aún más antes de que los brazos inicien la siguiente brazada. Además, este batido ayuda a mantener las caderas elevadas y el cuerpo en una posición hidrodinámica cuando comienza la brazada.
El segundo batido contrarresta el descenso de las caderas provocado por las manos en su empuje hacia la superficie. Cuando el segundo batido se realiza correctamente, el nadador puede elevar la cabeza con mayor facilidad para la inspiración.
El movimiento de piernas se origina en las caderas y consta de:
- Batido hacia abajo o descendente: Comienza con una flexión inicial de las rodillas y termina con una enérgica extensión de las piernas.
- Batido hacia arriba o ascendente: Se inicia cuando las rodillas y los tobillos están extendidos.
Acción de Brazos
La acción de brazos se divide en dos partes:
- Tracción o parte acuática:
- Entrada
- Agarre
- Tirón
- Empuje
- Recobro o parte aérea.
Recomendaciones para el Aprendizaje del Movimiento de Brazos
Un concepto fundamental para una brazada eficaz en el estilo mariposa es la aceleración, es decir, el aumento gradual de la velocidad de las manos a medida que avanza la tracción. Al inicio de cada brazada, las manos deben presionar sobre el agua, primero lentamente, y luego, progresivamente, ir acelerándose a medida que se mueven hacia los pies.
En el recobro, no se deben elevar los brazos excesivamente. Un recobro bajo y lateral es suficiente, siempre y cuando se mantengan los brazos lo necesario fuera de la superficie.
Muchos nadadores cometen el error de girar las palmas de las manos hacia adentro y tirar de ellas por debajo del cuerpo inmediatamente después de la entrada en el agua. Al hacer esto, las manos no se desplazan suficientemente hacia afuera para poder efectuar un barrido hacia abajo y hacia adentro, lo que resulta en una pérdida de propulsión.