El teatro español a principios del siglo XX: Vanguardia y Tradición
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1. La renovación teatral
1.1 El teatro de Valle Inclán
Valle Inclán se erige como una figura clave en la renovación de la escena española y europea a principios del siglo XX. Su teatro, marcado por la ruptura tanto formal como temática, experimenta una evolución desde el modernismo inicial hasta el esperpento, género que lo consagraría como un autor único.
Su trayectoria dramática se divide en dos etapas:
1.1.1 Teatro desde 1899 hasta 1920
En esta primera etapa, las comedias de Valle Inclán adoptan la técnica modernista. Son obras convencionales, caracterizadas por su anti-realismo y su esteticismo. Valle Inclán explora dos caminos principales: los mitos y la farsa.
- Ciclo mítico: En el núcleo de este ciclo se encuentra Galicia, espacio que, con sus paisajes, personajes y estructura social, sirve como base para configurar una imagen mitificada del mundo y del hombre. En esta visión, el mal, la irracionalidad, las pasiones y la muerte actúan como fuerzas primarias que rigen la existencia. Destaca la trilogía de las Comedias Bárbaras (Águila de Blasón, 1907; Romance de lobos, 1908 y Cara de plata, 1922), con la que inicia su “teatro en libertad”, caracterizado por la primacía de la imaginación creadora, la libertad espacial y la concepción de los personajes. En 1920 escribe Divinas palabras, obra que culmina este ciclo y anticipa el esperpento.
- Ciclo de la farsa: En este ciclo se observa la mezcla y el contraste entre lo sentimental y lo grotesco. Los personajes prefiguran el esperpento. Destaca Farsa y licencia de la reina castiza, una feroz crítica a la sociedad del momento.
1.1.2 1920-1927: El Esperpento
En 1920, Valle Inclán publica Luces de Bohemia, la primera obra a la que da el nombre de esperpento. A través de esta técnica, desarrolla una visión crítica de la España de la época. Le siguen esperpentos como Los cuernos de don Friolera (1921) y Las galas del difunto (1926), todos ellos censurados en su momento por su dura crítica al estamento militar.
El esperpento, más que una técnica, es una estética y una visión del mundo. Con ella, Valle Inclán busca reflejar críticamente la realidad española desde una perspectiva que lo acerca al espíritu del Grupo del 98. Algunas de sus características son:
- Deformación y caricaturización de la vida española.
- Mezcla de lo trágico y lo burlesco.
- Animalización y cosificación de los personajes.
- Muñequización: degradación de lo humano; los personajes son fantoches.
- Lenguaje desgarrado y brutal; deformación lingüística.
- Presencia de todos los registros lingüísticos.
1.2 El teatro de García Lorca
El teatro de Federico García Lorca se alza como una de las cumbres de la dramaturgia española y universal. El tema fundamental de su obra es el amor imposible, la oposición entre el deseo y la realidad. Esta situación dramática surge del enfrentamiento entre dos fuerzas:
- El principio de autoridad, que simboliza el orden, la tradición, la realidad y la colectividad.
- El principio de libertad, que representa el instinto, el deseo, la imaginación y la individualidad.
Lorca desprecia el teatro comercial de la época y busca una fusión entre lo humano y lo estético, entre la poesía y la realidad. Con el tiempo, su teatro adquiere una mayor conciencia social y un afán de comunicación más marcado.
Su trayectoria dramática se puede dividir en tres momentos:
1.2.1 Los comienzos (años 20)
Comienza con El maleficio de la mariposa (1920), sobre el fracaso del amor juvenil. Su primer éxito llega con Mariana Pineda (1925), un drama de amor trágico. En 1926 estrena La zapatera prodigiosa, que aborda la lucha entre la realidad y la fantasía, la ilusión insatisfecha.
1.2.2 La experiencia vanguardista (1929-1931)
En estos años de crisis vital y estética, influenciados por su estancia en Nueva York, escribe Poeta en Nueva York y las “comedias imposibles”, de corte surrealista. Destaca El público, una especie de auto sacramental sin dios que proclama la licitud en el amor. Esta obra no pudo representarse hasta muchos años después.
1.2.3 La plenitud (1932-1936)
En esta etapa, Lorca busca la unión entre el rigor estético y el alcance popular. Su teatro adquiere una clara orientación social. Estrena Bodas de sangre (1933), donde la pasión desborda las barreras sociales y morales, desembocando en la tragedia; Yerma (1934), el drama de la mujer condenada a la infecundidad y el deseo insatisfecho; Doña Rosita la soltera (1935), sobre la espera inútil en el amor; y La casa de Bernarda Alba (1936), la culminación de su teatro, donde el conflicto entre la realidad y el deseo, la represión y la rebeldía, conducen a la tragedia. En estas últimas obras, la mujer ocupa un lugar central, mostrando la comprensión de Lorca por los seres marginados.
1.3 Otros autores
Además de Valle Inclán y García Lorca, otros autores como Miguel de Unamuno y José Martínez Ruiz, Azorín, también contribuyeron a la renovación del teatro español a principios del siglo XX.
- Unamuno: Utiliza el teatro como vehículo para expresar los conflictos humanos que le obsesionan. Su teatro se caracteriza por la desnudez expresiva, la acción esquemática y los diálogos de carácter intelectual y ensayístico. En El otro, plantea el problema de la personalidad.
- Azorín: Su teatro anti-realista busca la renovación del teatro español incorporando las tendencias europeas. Su obra, aunque innovadora en sus ideas, no alcanzó el éxito debido al desnivel entre la concepción y la realización.
Conclusión
El teatro español de principios del siglo XX vivió una época de efervescencia creativa marcada por la ruptura con la tradición y la búsqueda de nuevas formas de expresión. Autores como Valle Inclán y García Lorca, con su personalísimo estilo y su profunda visión del ser humano, sentaron las bases de la modernidad teatral en España.