El sujeto situado beauvoir

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El existencialismo de Beauvoir

A pesar de la clara filiación existencialista sartriana, hay claras diferencias, pues mientras el interés fundamental de Sartre gravita en torno a cuestiones ontológicas, Simone se centra en problemas de orden moral. Las cuatro tesis esenciales que sustentan la moral existencial son:

1.- “Todo sujeto se afirma como una trascendencia a través de los proyectos”

Pues somos lo que proyectamos ser, es decir trascendencia. Pero si nuestro ser consiste en trascender, solo consideramos parte de nuestro ser los proyectos deseados por mí y realizados por mí. Lo quesignifica que solo me reconozco en aquello en lo que me he comprometido, el proyecto ajeno se me

ofrece como ya hecho y lo trato como cosa. Por lo tanto, si desde el punto de vista ontológico el ser humano es trascendencia, desde el pleno ético, la realización del proyecto es la afirmación de tu trascendencia.

2.- “Los proyectos nunca son definitivos”

Es evidente que si el ser humano es trascendencia, no puede renunciar a hacer proyectos, los cuales no son definitivos, sino que la realización de uno marca el comienzo del siguiente en un proceso indefinido. Por lo tanto, el ser humano nunca se instala en la quietud de un punto fijo. “La belleza de la tierraprometida consiste en que promete nuevas promesas”. El ser prefiere el camino a la posada porque es camino por hacer y su fin siempre es un proyecto.

3.- “Los proyectos enderezan el rumbo de mi actividad”

La trascendencia del ser humano no está prefijada, pues se trata de proyectarse hacia un futuro abierto, por decidir. Es el ser humano quien decide el horizonte de sus fines. Es el mismo navegante encarnado en farero y timonel. Por eso no podemos separar los fines del ámbito de los proyectos humanos, como si los fines no fuesen decididos por nosotros, pues al hacerlo negamos la posibilidad del hombre como constructor de la moral.

4.- “No trascender, no proyectarse, caer en la inmanencia es un mal moral: si es infligido será opresión y si es consentido mala fe”.

5.- Un proyecto será bueno moralmente solo si amplía la libertad de los demás, es decir su capacidad de trascenderse.

Concepto de “sujeto situado”

Partiendo de la 4ª tesis del existencialismo de Beauvoir, explica que la persona es un ser que está en el mundo; no vive sola, está rodeada de otras personas, cosas y circunstancias. La libertad humana siempre está en situación, y esta actúa por tanto como posibilidad, como suelo y techo. Es decir el ser humano es libre desde su situación. Por lo tanto la libertad en situación se puede aumentar o disminuir desde fuera. Podemos incidir con su libertad, y modificar la situación implica modificar las posibilidades del ejercicio de la libertad de los demás. Así es como actúa el opresor: negando la capacidad del esclavo a realizar sus fines y, en esos casos es obvio que el esclavo no lo es por mala fe. Es en esto en lo que difieren Beauvoir y Sartre, pues mientras para Sartre la situación nunca es un límite para la libertad, para Beauvoir existen situaciones en las que el ejercicio de la libertad está más recortado que otras, en algunas situaciones la libertad es imposible. Es por eso por lo que Beauvoir propone hablar de jerarquía de situaciones: hay personas, grupos y pueblos a los que su situación les permite desarrollar mayor grado de libertad que a otros. Por ejemplo, las diferencias entre las votantes europeas del S. XXI y “las mujeres de un harén”. La situación es el lastre que impide la realización de la trascendencia de la mujer, lo que ha provocado la construcción de la mujer como la “otra”.

Lectura feminista de la dialéctica hegeliana del amo y el esclavo: la mujer como “Otra” en la sociedad patriarcal


La “otra” es un concepto que expresa la situación de inferioridad en la que la mujer se encuentra respecto del varón.

Cada uno de los hombres es “él mismo” y los otros hombres son otros sujetos. Entre ellos hay una relación de igual a igual, de alteridad con reciprocidad.
Pero la relación de alteridad hombre-mujer o mujer-
sociedad es diferente, pues la mujer es la otra siempre, incluso para sí misma. La mujer no es sujeto. Por lo tanto la relación de alteridad de la mujer tanto con el hombre como con la sociedad no es de reciprocidad.

Los orígenes del concepto “otra”: Hegel y Sartre


A) Hegel: La dialéctica Amo-Esclavo

Nosotros somos conciencias que desean ser libres, queremos afirmarnos sin restricciones. Pero no somos los únicos, sino que hay otros humanos que también lo desean, por lo tanto el otro se me presenta como un peligro para mi libertad. Originariamente las relaciones humanas son relaciones de conflicto. Hay que luchar contra el otro a morir. Pero una de las dos conciencias tiene miedo a morir y prefiere someterse a la otra. Surge así la relación de amo-esclavo. Esta es una relación en la que no existe reciprocidad. Es esclavo está directamente relacionado con la naturaleza, con la materia, que transformándola el amo consume, su labor de transformación es activa. Y aquí es donde se reconoce libre, incluso más que el amo. La dialéctica hegeliana es por tanto un proceso de afirmación de la conciencia que se reconoce libre, negación de la que no lo hace y por último negación de la negación, cuando el esclavo niega la conciencia negadora del señor.

B) Sartre: La dialéctica de la cosificación

Nuestra existencia consiste en estar haciendo proyectos, pero esto no sería posible si estuviésemos solos, pues necesitamos a los demás para alcanzar nuestros deseos y realizar nuestros proyectos. El problema está en que no solo mi conciencia es libre. Las relaciones por lo tanto entre las personas son

conflictivas, ya que si las personas son libertad, la presencia de otras personas supone riesgo de perder esa libertad. El conflicto pasa porque uno de los dos se apodera de la libertad del otro. Por esto las relaciones entre las personas quedan reducidas a la lucha por cosificar al otro para no ser cosificado.

Pero quien resulte esclavo acabará rebelándose para reconquistar esa libertad que le ha sido arrebatada, y esto se debe a que la lucha es de igual a igual, por lo tanto, de reciprocidad.

C) La categoría de “otra” en Beauvoir

En los pueblos primitivos, entre los pueblos se tratan de igual a igual, restando a la idea de Otro su sentido absoluto. Utilizan el término “otros” sin inferioridad.

Hay un doble uso de la categoría otra según las conclusiones que Simone extrae de los estudios de Lévi- Strauss


1.- En sentido neutro, como lo usan los nativos para referirse a los habitantes de otros pueblos

(reciprocidad)


2.- En el sentido moral, como se destila de las relaciones de opresión del hombre hacia la mujer (sin reciprocidad). Las grandes decisiones siempre las han tomado los hombres, por lo que la sociedad siempre ha sido masculina.

La relación entre la mujer y el varón, se aleja de los pueblos antiguos y se aproxima a la de amoesclavo. La mujer en la sociedad patriarcal, se encuentra en un plano inferior al hombre. La mujer se reconoce como digna en su pertenencia al marido. Una mujer independiente, soltera, que no encaje con

el rol que la cultura le ha asignado, será cualquier cosa menos una mujer. Además de la soberanía del hombre, hacen que se ocupe de lo que socialmente tiene importancia, mientras que la mujer, recluida en lo cotidiano apenas es visible en el espacio limitado de una casa que tampoco le pertenece. El varón se reconoce libre mientras que ella se reconoce dependiente de la conciencia libre del varón. El hombre, al ser libre, hace proyectos y se realiza en ellos. Su existencia es libertad proyectada a un futuro que traspasa toda frontera, sin embargo los proyectos de la mujer chocan contra las paredes de la sala de estar (situación infingida). Pero a diferencia de Hegel ella no se rebela contra el hombre y permanece reducida a objeto en su

Absoluta alteridad


Método regresivo-progresivo en el análisis de la condición femenina


Origen del método


Divide la investigación en dos partes que se corresponden al análisis regresivo y síntesis progresiva. Este método es de creación totalmente original de Simone.

El método regresivo-progresivo en el segundo sexo


Es un método heurístico, forma de exploración de problemas que tienen como objetivo la resolución de incógnitas, explorando las causas en el pasado y comprobando los efectos en el presente. El mecanismo se puede dividir en trabajos retrospectivos, en los cuales se parte de un problema ya delimitado (efecto) y se realiza un análisis para encontrar las causas. En El segundo sexo, se buscan las causas que han provocado la situación de alteridad de la mujer y se reconstruyen el modo en que viven las mujeres la situación de alteridad.

a) Análisis regresivo: es una fase analítica y regresiva ya que se retrotrae al origen (causas) del problema. El análisis que Beauvoir realiza es un rastreo por los datos que nos ofrecen las disciplinas que abordan la estructura del ser humano:

· Biología: analiza la estructura natural de la mujer. Trata de comprender a la mujer desde su naturaleza, pero es insuficiente para explicar la jerarquía de los sexos.

· Psicoanálisis: analiza a la mujer atendiendo a su estructura psíquica. Pero esto también presenta dificultades o limitaciones para Beauvoir.

· Materialismo histórico: analiza la interpretación de la naturaleza de la mujer desde la sociedad. Para esto recurre al materialismo histórico, que parece situar el surgimiento de las desigualdades entre sexos en el cambio de economía que se produce en la edad de los Metales. Pero no se puede definir al ser humano en términos puramente económicos y productivos. Aunque Simone coge estas teorías con insatisfacción las utilizará para reinterpretar sus datos desde una óptica diferente. Así surge la tesis de Simone de Beavoir en la que afirma que la cultura, como construcción humana es la responsable de la jerarquía de los sexos.

La historia y la etnografía confirman el origen cultural de la jerarquía de los sexos y en los mitos encuentra la razón por la que dicha jerarquía se ha perpetrado.

b) Síntesis progresiva: partiendo de las causas analizadas en la primera fase, trata de desvelar cómo viven esta situación las mujeres (consecuencias). Es progresiva porque se fija en el presente. Describe los comportamientos reales de las mujeres, estos comportamientos son relatados tal y como aparecen en los diarios de las mujeres investigadas o extraídos de sus historiales clínicos.

La situación de opresión en la que se encuentra la mujer, es el resultado de un trabajo erosivo que tiene por objeto desgastar su ser. Esta labor no se realiza en un momento puntual de la vida de la mujer, se extiende a cada minuto de su existencia.

Algunos de los momentos fundamentales son:


- La infancia, pues la vida que se le abre ante sí ya está escrita

- Su juventud se consume a la espera de un marido

- La mujer casada, renuncia a todo proyecto y se supedita a la autoridad del marido

- La madre, que no constituye la realización de la mujer

- La vejez, le llega bruscamente al verse despojada de su fecundidad, lo que significa la pérdida de

Lo que para la sociedad constituye, la justificación de su existencia


2.- El factor cultural como causa fundamental de la opresión de la mujer

Como resultado de su método regresivo, Beauvoir se convence de las limitaciones de la biología, el psicoanálisis y el materialismo histórico para explicar la opresión de la mujer.

Las tesis de la biología, el psicoanálisis y el materialismo histórico


Los datos aportados por la biología, el psicoanálisis y el materialismo no son suficientes


• La Biología porque solo la dimensión natural no basta para explicar el ser humano, ya que el ser humano también es cultura, historia y trascendencia.

• El psicoanálisis reduce al ser humano a pura sexualidad, y éste es uno de los aspectos de la existencia humana, pero no el único ni más importante. Además los complejos psicosexuales no son generalizables.

• El materialismo histórico que dice que en la prehistoria era preciso lanzar con fuerza piedras o cualquier otro utensilio, la menor fuerza de la mujer puso en manifiesto su situación de inferioridad.

Más tarde con la Edad de los Metales, al surgir la propiedad privada y la esclavitud, y el afán de propiedad lleva al hombre a convertir a la mujer en una propiedad más, el trabajo doméstico es vaciado de su consideración. La mujer es situada en un segundo plano y reducida a la condición de oprimida.; aparece la sociedad patriarcal. Pero aquí también encuentra deficiencias, pues la existencia de un matriarcado previo a la Edad de los Metales es poco fiable, y no se puede afirmar con rotundidad que la opresión de la mujer sea consecuencia de la propiedad privada. Además el Materialismo histórico, toma el individuo en su única dimensión económica y no en su totalidad.

La tesis de Beauvoir


Para el existencialismo la relación entre los sujetos siempre es conflictiva, si en esta tensión, uno de ellos se impone, acaba reduciendo al otro a alteridad. Pero si ambos partían de la reciprocidad ¿qué tenía de especial el varón para imponerse sobre la mujer?

1.- El factor biológico en la jerarquía de los sexos

A la mujer, la ata a la naturaleza la maternidad, el hombre, su relación con la tierra. Pero el hombre ha podido liberarse de ese vínculo, pues al fabricar las herramientas, el hombre abandona la casualidad al que la tierra le tiene acostumbrado. Y respecto a la maternidad, la mujer no tiene periodos de infertilidad, lo que induce a pensar que las mujeres invertirían la mayor parte de su tiempo en cuestiones relativas a la maternidad. El privilegio biológico ha permitido al varón erigirse como sujeto soberano, devaluando a la mujer a la alteridad. Es decir el hombre aprovecha esa diferencia biológica que podría no ser definitiva para seguir oprimiendo a la mujer.

2.- Materialismo histórico: la exclusión de la mujer del sistema productivo

El detonante ha sido la inferior fortaleza física de la mujer, pero esta inferioridad por sí sola no explica el origen de la opresión. La situación de inferioridad física de la mujer ha sido aprovechada por el varón para excluirla de la relación de igualdad humana. Y lo ha hecho en un doble aspecto:

a) Realizando su trascendencia (el varón). El acto de proveer alimento al clan cobra una relevancia especial, se trasciende. Mientras la mujer vive una situación que le impide toda trascendencia, permanece anclada en la inmanencia opresiva de su alteridad. B) Devaluando la maternidad. Una sociedad en la que se encumbran los valores masculinos no

podía permitir la veneración a la maternidad. Si merece la pena arriesgar la vida por algo, ese algo será más importante que la vida, y por ende, que la maternidad. Arriesgar la vida en la caza ha relativizado el valor de la vida y por tanto, el de la maternidad. Él es quien pone en riesgo su vida y eso lo convierte en el héroe de la tribu. La superioridad no la tiene el sexo que engendra, sino el sexo que mata. (Mitos devaluadores de la maternidad, menstruación...)

3.- El psicoanálisis. (Extracto del pdf, mirar el texto entero)

Simone acepta la estructura básica del psicoanálisis, 1º.- la existencia de los niveles de conciencia, las pulsiones inconscientes, los complejos y conflictos y 2º.- el fundamental papel de la infancia. Sin embargo mientras que el psicoanálisis experimental de Freud solo tiene en cuenta estas pulsiones como explicación de la conducta y los conflictos, el psicoanálisis existencialista de Beauvoir se desmarca de ese reduccionismo biologicista para superarlo introduciendo factores del propio existencialismo. Así destaca la situación de la

infancia en un sentido cultural y no solo biológico como explicación a los conflictos cuyo origen es el desarrollo anormal de la trascendencia, de la realización libre. Para Simone el ser humano no es 'esencialmente' una sustancia 'biológica' o de cualquier otro tipo, sino que es un puro proyecto. Frente al determinismo de Freud, para Simone esos mismos conflictos o  mejor 'situaciones' del ser humano no determinan ni explican absolutamente su conducta, sino que sigue siendo libre para elegir, para hacerse, para trascenderse o renunciar y caer en la inmanencia. Dice Simone respecto a la mujer que es “un ser que ha de escoger entre la afirmación de su trascendencia y la facticidad, no un juguete de impulsos (pulsiones)

Contradictorios


El factor cultural como determinante en la jerarquía de los sexos


El papel de los mitos (una de las primeras manifestaciones de la cultura) en la conceptualización de la mujer


Los mitos sobre la mujer han jugado un papel decisivo en el mantenimiento de su situación de inferioridad. Mitos, que han sido creados por el varón, para mantener y justificar su situación de privilegio. En la cultura cristiana, Eva representa esa inferioridad al crearse después y de un hueso sobrante de Adán. Aun en las sociedades modernas podemos encontrar restos de esos mitos. Los mitos de la mujer-naturaleza, la virginidad y la menstruación, son paradigmáticos, como concreciones del eterno femenino. Las leyendas sobre la virginidad están sustentadas por intereses de orden económico: la virginidad es la máxima expresión de la propiedad, el marido propietario de la mujer a través de la propiedad de su virginidad. La mujer cumple el papel de naturaleza y de semejante al varón. En cuanto naturaleza, ella es fuente de vida pero también pasividad: ella es la tierra y él la semilla. Y en cuanto a semejante, la mujer es la conciencia que necesita el varón para sentirse conciencia, la mujer es sumisa, una posesión más. El mito sigue vigente, y afecta a la concepción total de la mujer. La sociedad no ve mujeres, sino el concepto de mujer que el patriarcado ha construido.

3.- Problematización de la categoría mujer

Beauvoir problematiza sobre la pregunta de si hay mujeres. Si se está perdiendo la mujer o si alguna vez la hubo. Es decir la pregunta de qué es una mujer. Si acudimos a las carácterísticas anatómicas, nos encontraríamos con personas que pese a compartir la misma biología, no son femeninas. Así, parece que con los términos “feminidad” o “mujer” nos referimos a una categoría despegada de la propia naturaleza: un modelo en el que no todas las mujeres encajan: el eterno femenino. Es decir distingue la mujer como realidad indiscutible y el eterno femenino como construcción ideológica. Este último es un modelo cultural de patente masculina; un mito que la sociedad patriarcal ha

utilizado para sus propios intereses. Es una conceptualización que ha partido de las diferencias entre el hombre y la mujer y se han convertido en arquetipos platónicos que dictan cómo ha de ser el mundo. La mujer ya no es lo que es, sino lo que debe ser en función de su mayor menor participación en la categoría “mujer”. “No se nace mujer se llega a serlo”

Las carácterísticas del mito-mujer son:


a) Estatismo del mito: la diversidad de mujeres que existen en la realidad, quedan reducidas a ese mito monolito y estático. Si la conducta de una mujer no encaja en el mito, no es porque el mito esté equivocado, sino porque la mujer es poco femenina, no es verdaderamente mujer.

b) Mantenimiento del estatus de privilegio: considerar el altruismo y la dedicación al hogar valores propios de la mujer garantiza al hombre derechos absolutos. El ámbito de la mujer queda reducido a la interioridad de la casa, mientras el exterior, donde se hace historia queda para el varón.

c) Asimilación Mujer-
Naturaleza: El embarazo el ciclo menstrual acercan a la mujer a la naturaleza. Pero el problema es cuando el dueño de la empresa utiliza esos factores naturales para justificar su despido o para no contratarla.

d) El “misterio femenino” y sus ventajas para el varón: afirmaciones como “a las mujeres no hay quien las entienda”, expresan la incapacidad de que la mujer pueda ser entendida, pues su mundo es irracional, subjetivo. Pero en realidad esconde el desinterés del hombre por entenderla. Frente a eso el universo del hombre es entendible, razonable y objetivo.

E) La absoluta alteridad: El mito del misterio de lo femenino implica la alteridad absoluta. Que

significa que no solo el hombre la considera la otra sino que ella también se considera otra y no sujeto. Ella no sabe quién, no se reconoce como sujeto porque los hombres son los que han asignado los significados al mundo y han decidido que la mujer es un misterio. Pero negar el eterno femenino no es negar la existencia de mujeres. Aunque no existe un concepto fijo en el que se pueda incluir toda mujer, ni una verdad absoluta que nos sirva de soporte, es decir aunque no existe una esencia anterior a la existencia, la mujer sí es algo, por su bilogía, por su historia, pero sobre todo por su capacidad como ser humano de hacerse una existencia proyectándose. El mito (y la cultura en general) transmite, consagra y perpetúa una concepción de la mujer que

Resulta interesante solo a la sociedad patriarcal


4.- Educación y evolución colectiva para conseguir la autonomía de las mujeres y la

Reciprocidad de las relaciones entre hombres y mujeres


Beauvoir expone los caminos que debería seguir la mujer para alcanzar su plenitud como ser humano. Hay que trabajar básicamente 3 vías: la legal, la económica y la social. Las posibilidades de liberación se concretan en:

a) El trabajo garantiza a la mujer una libertad concreta. Al tener autonomía económica, la mujer se vuelve activa, vuelve a ser dueña de su trascendencia y se afirma como sujeto.

b) Evolución de la mentalidad social tradicional. La ley ampara su independencia y el trabajo garantiza su autonomía económica, pero la sociedad no ha evolucionado al mismo ritmo: a las tareas del trabajo se suman las domésticas. Por lo tanto, es necesario un cambio de mentalidad en los hombres. Y esto pasa por eliminar absurdos privilegios que se sitúan al varón por encima de la mujer. A la mujer, para realizar su feminidad, se obliga a disolverse como sujeto, y si opta por su liberación tendrá que sacrificar la feminidad.

c)
Las mujeres han de abandonar su situación de inacción social y política. Pues las leyes masculinas la han paralizado en la inacción. El feminismo nunca ha sido un movimiento autónomo. La salida de esta situación de opresión pasa por fomentar su fe política y la confianza en el poder de la militancia sindical.

d) La consideración de la sexualidad femenina también coloca a la mujer en inferioridad. Debe haber una igualdad en esta consideración, pues la mujer libre es acusada de libertina mientras que al hombre se le alaba esa conducta.

e) La educación tradicional. La mujer tiene que haber sido educada igual que el varón. La educación tradicional es responsable incluso de que la mujer acepte sus propias cadenas, acepte naturalmente que es inferior.

f) La maternidad libre. En sí misma la maternidad no es una carga, pero cuando a la mujer no se le permite decidir cuándo procrear surgen los problemas. Los avances científicos están ayudando a la equiparación de los sexos, con los controles de natalidad y con la inseminación artificial. Con ello se espera un cambio de mentalidad en la sociedad, que admita la maternidad libre.

g) Olvido del narcisismo y cultura del esfuerzo. No se puede pretender cambiar el mundo al margen de él. Si las mujeres quieren conquistar parcelas de igualdad, deben comenzar por sentirse habitantes de pleno derecho de este mundo. Para que la mujer supere su situación de inferioridad, es necesario que se recupere de su invisibilidad, pero para ella han de cumplirse dos condiciones:

1. Que la mujer se olvide de su narcisismo. Que olvide el papel del eterno femenino según el cual se sobrevalora su simple presencia, ya que su único objetivo es gustar y es inútil cualquier esfuerzo o talento.

2. Que valore el esfuerzo. Ignora las ventajas de un aprendizaje riguroso. Por eso no triunfa en profesiones como el arte la literatura, ya que eso exige conocer la profesión. Cuando estos dos factores se conjugan, la mujer aprende a mirar toda tierra como su propio feudo.

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