El Sistema Solar y sus componentes

Galaxia: un masivo sistema de estrellas, nubes de gas, planetas, polvo, materia oscura y energía oscura, unidos gravitacionalmente.

Estrellas: cuerpo celeste que brilla con luz propia compuesto de materia en estado de plasma.

Planeta: un astro que no emite luz propia y tiene masa suficiente para que su gravedad supere las fuerzas del cuerpo rígido y asuma una forma de esfera.

Nebulosas: formadas por nubes de gas y polvo.

Ley de gravitación: los cuerpos se atraen tanto más cuanto más próximos estén.

Agujero negro: concentraciones de materia de altísima densidad, existencia gracias a radiación emitida por la materia al acelerar antes de caer. Punto de no retorno: límite de un agujero negro, si se sobrepasa nada puede escapar de su atracción gravitatoria.

Condiciones para la vida en planetas:

• Distancia del planeta a la estrella.
• Gravedad suficiente en el planeta.
• Núcleo metálico fundido.
• Presencia de un satélite grande.
• Tiempo de vida de la estrella.
• Planetas gigantes cercanos.
• Situación dentro de la Vía Láctea.

Latitud: la distancia angular entre el ecuador y un punto determinado del planeta. Planisferio: representación en un plano de la esfera celeste (estrellas, constelaciones...)

Capas de la atmósfera: troposfera (tropopausa), estratosfera (estratopausa), mesosfera (mesopausa), termosfera (termopausa), exosfera.

Dorsales oceánicas: en el manto terrestre se produce un ascenso de magma que rompe la corteza oceánica y forma una fisura en la que se produce un intenso volcanismo. El ascenso de magma provoca la rotura de la corteza. Este proceso es consecuencia de las corrientes convectivas generadas en el manto.

Fosas oceánicas: se forman en las zonas de subducción asociadas a una intensa actividad sísmica provocada por las tensiones, compresiones y rozamiento entre las placas.

Placas tectónicas: corrientes de convección en el interior del manto terrestre (astenosfera), las cuales fragmentan a la litosfera.