El Sistema de la Restauración y la Crisis del Turnismo en España
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El Sistema Canovas
El sistema Canovas surge tras el periodo de inestabilidad que siguió a la pérdida de las colonias españolas en América tras la guerra con Estados Unidos. Este sistema, basado en el bipartidismo, se le atribuye la responsabilidad de la crisis que atravesaba España en ese momento.
Durante este periodo, se produjo la Semana Trágica en Barcelona, donde los obreros tomaron el control de la ciudad con la esperanza de que el turnismo llegara a su fin. Sin embargo, el sistema se mantuvo. En 1917, una crisis militar seguida de una crisis social volvieron a poner en peligro el turnismo, ya que parecía que los obreros estaban a punto de tomar el poder. No obstante, el sistema resistió. Finalmente, la dictadura de Primo de Rivera puso fin al turnismo, que había durado aproximadamente 48 años.
La Constitución de 1869 y la Búsqueda de un Rey
La Constitución de 1869 establecía la división de poderes: el poder legislativo recaía en las Cortes bicamerales, el poder ejecutivo en el rey, confirmando a España como una monarquía, y el poder judicial en los tribunales. Se reconocía el sufragio universal masculino y se mantenía el culto católico.
La cuestión religiosa generó controversia, especialmente en relación con la libertad de culto. Se decidió expulsar a los jesuitas y prohibir la creación de nuevos conventos, además de suprimir la religión como asignatura.
La Constitución requería un rey, y aunque se consideró a Isabel II, finalmente no fue elegida. El general Prim propuso hasta 31 candidatos, incluyendo a Montpensier, Amadeo de Saboya, Fernando de Coburgo, Leopoldo de Hohenzollern y Baldomero Espartero, pero todos rechazaron la oferta. Finalmente, Prim logró convencer a Amadeo de Saboya para que aceptara el trono español.
El Reinado de Amadeo I y la Proclamación de la Primera República
El reinado de Amadeo I estuvo marcado por las dificultades. Tras el asesinato de Prim, su principal apoyo, Amadeo I se enfrentó a la oposición de los carlistas, que no lo reconocían como rey y deseaban la restauración de la monarquía borbónica en la figura de Alfonso de Borbón. Además, su desconocimiento del idioma y la falta de aceptación por parte de la sociedad española dificultaron su reinado.
Tras dos años en el trono, Amadeo I abdicó en 1873. El Congreso y el Senado, inhabilitados para elegir un nuevo rey, proclamaron la Primera República.
La República, liderada inicialmente por Figueras, tuvo una corta duración. Le sucedió Pi y Margall, quien se negó a enviar tropas para sofocar una rebelión cantonalista y dimitió. Nicolás Salmerón asumió la presidencia, pero su negativa a firmar condenas a muerte llevó a su dimisión. Emilio Castelar, un republicano conservador, tomó el relevo.
La deriva conservadora de la República llevó a un intento de derrocar a Castelar. La Guardia Civil, en un acto decisivo, advirtió que si se destituía a Castelar, la República llegaría a su fin. Finalmente, el pronunciamiento del general Pavía puso fin a la República. El general Serrano asumió el poder mientras Antonio Cánovas del Castillo preparaba la restauración de la monarquía borbónica en la figura de Alfonso XII.