Secretos y Humor en 'Eloísa está debajo de un almendro': Acto Segundo y Desenlace

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Acto Segundo: El Asunto de la Mujer Asesinada

En este acto, Jardiel Poncela se sirve de elementos propios de la literatura y el cine policíaco, como la investigación, y del misterio, creando un ambiente tétrico con armarios que se abren solos y apariciones fantasmales. Se dosifica lo serio y lo gracioso, enlazando el presente con el pasado, lo que justifica las extrañas conductas de los personajes.

¿Se explican los Ojeda?

A esta altura encontramos nuevos misterios:

  • El armario
  • El tocador de Fernando que alguien toca
  • La sensación de Marciana y Fernando de conocerse desde siempre
  • Las hermanas Briones que conocen la finca de los Ojeda
  • La identidad de la mujer del retrato
  • La aparición de los objetos ensangrentados
  • El don de la ubicuidad de Dimas

La primera escena tiene tres tonos:

  1. El serio, en la conversación entre los dos protagonistas.
  2. El jocoso, en los olvidos de Dimas y las reacciones de Fermín y Práxedes.
  3. El misterioso, con el armario que se abre y se cierra y el tocador revuelto.

Pero el núcleo es la explicación detallada que Fernando da a Mariana sobre sí mismo: datos sobre su infancia y juventud, la tragedia de su padre y la carta que éste le dejó.

La relación Clotilde-Ezequiel, aunque se le parezca, produce un efecto muy distinto. Mientras él quiere contarle sus secretos profesionales y le declara su interés, ella cree que es un Landrú y provoca una equívoca situación.

La Comedia de las Apariciones

En este acto aparece la hermana perdida de Mariana, Julia, que por su actitud y manera de hablar tiene una función humorística. También nos aclara su desaparición de hace tres años, su presencia en el armario y la de su marido disfrazado de Dimas, el policía Luisote Perea, que conoce muy bien la finca y ayuda a desentrañar el misterio.

Mariana, en cambio, vestida de Eloísa nos lleva al desenlace serio de la obra.

El Triple Final

Para culminar el final, Jardiel lo ramifica en tres partes:

  1. Una seria: llega Edgardo angustiado y Micaela delirante, así como la aparición de Mariana con el traje de la alacena. Fernando la confunde con la mujer de sus apariciones y Micaela con Eloísa, por lo que le pide perdón. La confesión final de Edgardo nos lleva a saber cómo murió Eloísa, su compromiso de hacerse cargo de su hermana y no internarla, el entierro de Eloísa bajo el almendro donde solía bordar y cómo escondió los objetos que le pertenecían y abandonó la casa con sus hijas.
  2. Otra romántica o cursi: el brevísimo diálogo sentimental entre Mariana y Fernando.
  3. Jocosa y desmitificadora: los perros de Micaela y los gatos de Ezequiel en una pelea, y Clotilde que comprende al fin la verdadera naturaleza de las actividades de Ezequiel y lo trata despectivamente.

Los Recursos del Humor Inverosímil

Aunque el misterio y la tragedia de las dos familias tengan un papel nada desdeñable en la obra, el humor es el protagonista. Jardiel quiso tratar el argumento en clave cómica y para ello utiliza procedimientos basados en recursos verbales y en la comicidad propia de las situaciones y de algunos personajes.

Prólogo: es una parodia de los procedimientos cómicos del sainete, del viejo teatro que detestaba Jardiel, de tópicos y frases hechas: piropos, exclamaciones, hipérboles, chistes. También el absurdo: ironía, metáfora (nombre de los perros de Micaela). La comicidad también se crea por la sorpresa del espectador o en el encadenamiento de refranes.

A menudo acude a la antítesis, a la dilogía (ambigüedad, equívoco) generadora de chistes.

La ironía y el diálogo incoherente tienen una importante presencia en la obra: Clotilde es la que usa más la ironía, para diferenciarse del público del cine, para poner en evidencia a los criados y a Edgardo, cuando habla con Ezequiel. Los señores suelen cultivar el diálogo incoherente e inverosímil con los criados, aunque éstos también se han "brionizado".

También es muy importante el humor de las situaciones: situaciones absurdas o equívocas, aunque suelen estar unidas el humor verbal y el de situación: Edgardo, que lleva 21 años en la cama bordando y realizando viajes imaginarios. Es una mezcla de extravagancia y lucidez.

El equívoco tiene su ejemplo más claro en la relación Clotilde-Ezequiel, en las ganas de Fermín de llevar una vida más tranquila o en la confusión producida por los dos Dimas.

Los Personajes

En general, los personajes carecen de profundidad, pero debemos tener en cuenta que forman parte de un engranaje, siempre al servicio del humor inverosímil.

Los cuatro criados desempeñan la función humorística, como el gracioso del teatro clásico. Práxedes tiene el papel cómico. Dimas, que tiene la misma función que Práxedes en el primer acto, ayuda a desenmascarar el misterio, aunque es también la fuente del equívoco. A diferencia de los demás criados, habla poco y acepta de modo natural las extravagancias de sus amos.

Fermín y Leoncio tienen también función cómica, más importante el primero que el segundo. Apenas tienen actuación individual y se presentan como pareja, contrastan entre ellos y se complementan entre ellos y con el resto de la servidumbre. En sus continuas exclamaciones y apartes, en sus confidencias, son el referente más claro de las extravagancias del resto de personajes.

Los protagonistas son seres desocupados —propios del teatro de evasión— que no necesitan trabajar y que viven al margen de la realidad social. Suelen ser atractivos, elegantes y misteriosos, originales e inverosímiles, y parece que procedan de las comedias americanas. Al no tener preocupaciones económicas se apegan al misterio, como Fernando, Mariana y Clotilde, a una afición como Ezequiel o a diversas extravagancias como Edgardo. Las mujeres son los sujetos activos frente a la pasividad masculina.

Al final de la obra nos queda una desazón, pues la resolución del misterio termina con las extravagancias de los personajes: Edgardo se levanta y Micaela es internada pero ¿qué será de los amores de Mariana y Fernando y de la atracción de Clotilde por Ezequiel una vez los hombres han perdido su aura misteriosa? En la escena final, el tópico y cursi diálogo amoroso entre los jóvenes, que en ningún momento han hablado de matrimonio, y el descubrimiento de que Landrú es un "pelagatos" nos hacen temer otra fuga de las Briones.

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