Sacramentos: Momentos Clave de la Vida y la Esencia de la Iglesia

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Antropología y Sacramentos

El hombre siente extrañeza: las cosas le causan admiración y hasta temor.
Domestica: es decir, consigue interpretar y, de este modo, dominar aquello que le causa extrañeza.
Finalmente, el hombre se habitúa a los objetos, que llegan a ser parte de su paisaje... Y la relación modifica ambos términos: hombres y cosas. Los objetos empiezan a hablar y a contar la historia de su relación con el hombre; se transfiguran en sacramentos, en algo simbólico, cargado de sentido.
El hombre posee el don extraordinario de hacer de un objeto un símbolo y de una acción un rito. El sacramento posee una profunda raigambre antropológica.

Los Siete Sacramentos y los Momentos Clave de la Vida

Los 7 sacramentos desdoblan - subliman momentos claves de la vida.
  • Bautismo: El nacimiento aparece como un momento fuerte de la vida. El niño, pura gratuidad, depende de la buena voluntad de los otros para ser aceptado en familia y sobrevivir. El Bautismo desdobla esta dependencia de Dios y la sublima como participación en la vida de Cristo.
  • Confirmación: Otro momento clave de la vida es aquél en que el niño, ahora mayor y libre, se decide, madura, entra en la sociedad de los adultos. La Confirmación es el sacramento de la madurez cristiana.
  • Eucaristía: Sin alimento no se mantiene la vida. Cada comida permite al hombre hacer la experiencia gratificante de que su ser está ligado a otros seres. La Eucaristía desdobla el sentido latente del comer, como participación de la propia vida divina.
  • Matrimonio: Otro eje existencial está constituido por el Matrimonio. El amor vive de la mutua gratuidad, la unión se establece con lazos frágiles. El sacramento explícita la presencia de Dios en el amor.
  • Unción de los enfermos: La enfermedad puede amenazar la vida humana. Viene entonces el sacramento de la Unción de los enfermos, que expresa el poder salvífico de Dios.
  • Conversión: La experiencia de la culpa, en relación con los otros y con Dios, encuentra en el sacramento de la Conversión la experiencia del perdón y del encuentro entre el hijo pródigo y el padre bondadoso.
  • Orden Sacerdotal: Vivir en un mundo reconciliado y sin divisiones: he aquí el secreto deseo que inspira la búsqueda de la felicidad. El sacramento del Orden unge a las personas para que vivan la reconciliación y las consagra en el servicio comunitario para la construcción de esa misma reconciliación.
Cuando en el s. XII los teólogos llegaron a determinar el número de los ritos fundamentales de la fe, lo hicieron movidos por el inconsciente colectivo de la vida y de la fe. La Iglesia se hace presente en los momentos claves de la existencia y explícita la presencia de Dios que, bondadosamente, nos acompaña.

Siete Sacramentos: Reflejo de la Esencia de la Iglesia

El hecho de que haya siete sacramentos está basado en la esencia misma de la Iglesia. Algunas conveniencias antropológicas desempeñan asimismo cierto papel.
Hay una indiscutible base antropológica y religiosa en el reconocimiento ritual de la importancia de la vida humana, y en la invocación ritual de una potencia vital superior.
Es éste un aspecto que justifica la existencia de los siete sacramentos. Los siete momentos capitales de la vida humana se convierten en "Kairoi", en momentos de salvación en los que el mismo Dios se manifiesta en Cristo bajo una forma que pertenece a nuestra realidad humana terrestre.
Cada uno de ellos nos introduce en una propiedad esencial de la Iglesia como presencia terrestre de la salvación de Cristo. Estas propiedades esenciales se relacionan con el remedio, orientado de manera septiforme, de la Iglesia a una necesidad humana en los momentos importantes de la vida.

La Iglesia y la Manifestación de la Salvación en los Sacramentos

En los siete sacramentos se expresa de manera comunicativa la esencia misma de la Iglesia como "hija del Padre" constituida en poder (bautismo y confirmación) que, en relación con el sacrificio de la cruz aceptado por el Padre (Eucaristía), proporciona a los hombres mediante los sacerdotes (orden) la salvación escatológica y victoriosa de la muerte (unción de enfermos) así como la misericordia de Cristo Redentor (penitencia-conversión), y hace participar a los hombres de su vida de esposa de Cristo hasta en su vida conyugal en el interior del mundo (matrimonio).
En esto se revelan las propiedades esenciales de la Iglesia que sabe trasponer en una perspectiva divina las situaciones y necesidades vitales del hombre.

El Significado del Número Siete

Si en la Iglesia todo es sacramento, ¿por qué siete sacramentos?
La elección de los siete sacramentos en el s. XII no fue arbitraria. Relacionó el sentido expresado en los ritos sacramentales y el carácter simbólico del número siete.
Los 7 sacramentos desdoblan y subliman los momentos claves de la vida y expresan de manera comunicativa la esencia de la Iglesia misma.
Pero, ¿qué significa el número siete? Simbólicamente, es la suma de tres más cuatro: expresa la totalidad de una pluralidad ordenada.
El cuatro es el símbolo del cosmos, del movimiento y de la inmanencia. El tres es el símbolo del Absoluto (Trinidad), del espíritu, del descanso, de la trascendencia. El siete, suma de ambos, significa la unión de lo inmanente con lo trascendente, la síntesis entre el movimiento y el descanso, del encuentro entre Dios y el hombre.
Con el número siete queremos expresar el hecho de que la totalidad de la existencia humana en su dimensión material y espiritual, está consagrada por la gracia de Dios.

La Riqueza Sacramental de la Iglesia

Conviene observar que los 7 sacramentos no absorben toda la riqueza sacramental de la Iglesia. Ella es, fundamentalmente, sacramento y por eso todo lo que hace posee una densidad sacramental. De ahí que la gracia no esté ligada necesariamente a los 7 signos mayores de la fe.
Todo puede ser vehículo sacramental de la gracia divina; y poder detectar y acoger la salvación bajo signos tan concretos, es obra y tarea de una fe madura.
Es preciso educarse para ver el sacramento más allá de los límites de los 7 sacramentos, porque el cristiano debería saber realizar ritos que signifiquen y celebren la irrupción de la gracia en su vida, en su comunidad.

La Celebración del Bautismo

El bautismo se celebra bañando en agua al que lo recibe (bautismo por inmersión) o derramando agua sobre su cabeza (bautismo por infusión), mientras el ministro invoca a la Santísima Trinidad.
El rito completo consta de tres momentos:

1. Preparación

  • Bendición del agua.
  • Renuncia de los padres y padrinos al pecado, en la profesión de fe.
  • Pregunta a los padres y padrinos sobre si desean que el niño sea bautizado.

2. Ablución o Bautismo

El ministro baña con agua a quien se bautiza, y dice: "Yo te bautizo en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo".

3. Ritos Complementarios

  • La crismación: El ministro unge la coronilla del bautizado con el santo crisma, como señal de incorporación al pueblo creyente.
  • La vestidura blanca: signo de la nueva vida y dignidad del cristiano.
  • La entrega de la luz de Cristo: una velita cuya llama ha sido tomada del cirio pascual.

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