Ríos y Lagos de la Península Ibérica: Un Estudio Hidrográfico

Enviado por luis edu y clasificado en Geografía

Escrito el en español con un tamaño de 11,26 KB

Hidrografía de la Península Ibérica

Ríos Peninsulares

Un río es una corriente continua de agua, más o menos caudalosa, que circula por un cauce y desemboca en el mar, en otro río o en un lago.

Factores que influyen en los ríos

Están condicionados por diversos factores que influyen en su caudal y en la organización de cuencas y vertientes hidrográficas:

  • Clima: Tiene gran influencia. Las precipitaciones determinan el caudal de los ríos y sus variaciones a lo largo del año.
  • Relieve y topografía: Influyen en la organización de las cuencas y las vertientes hidrográficas, que se separan por unidades del relieve; en la erosión de los ríos; y en las obras hidráulicas, que son muy caras y favorecidas por la topografía abrupta.
  • Litología: Determina el predominio de la escorrentía superficial o subterránea del agua.
  • Vegetación: Aminora la evaporación, la erosión y el riesgo de inundaciones.
  • Acción humana: Realiza obras para el abastecimiento de agua y la regularización de los ríos.

Caudal y régimen fluvial

El caudal es la cantidad de agua que pasa en un segundo por un punto dado del río. Se mide en metros cúbicos en estaciones de aforo instaladas en diversos puntos de su curso. El caudal relativo es la relación entre el caudal medio anual y la superficie de la cuenca y se expresa en l/seg/km². El caudal tiene varias variaciones:

  • A lo largo del recorrido del río: El tramo con mayor caudal es la desembocadura, donde se acumulan las aportaciones de los diversos afluentes, menos cuando hay fuerte evaporación, infiltración o un elevado consumo humano.
  • A lo largo del tiempo: El caudal puede presentar irregularidad anual, con crecidas o estiajes más o menos acusados, e irregularidad interanual. En la península, los ríos más regulares son los de la vertiente cantábrica y los más irregulares, los de la mediterránea.

El régimen fluvial es la variación estacional del caudal de un río. Depende de la distribución de las precipitaciones y de la importancia de la precipitación nival.

  • Régimen nival: Los ríos con régimen nival nacen en la parte alta de la montaña, donde son frecuentes las nevadas. Su caudal máximo es a finales de primavera o en verano por el deshielo, aunque la precipitación pase entonces por su mínimo estival. Las aguas bajas tienen lugar en invierno al quedar retenida la precipitación en forma de nieve o hielo en las montañas.
  • Régimen pluvial: Dependen solo de las precipitaciones, por lo que su caudal refleja los máximos y mínimos de esta zona climática.
  • Régimen mixto: Pueden ser nivo-pluviales o pluvio-nivales, según predomine la influencia de la nieve o de la precipitación.

Cuencas y vertientes hidrográficas

La cuenca hidrográfica es el territorio cuyas aguas vierten a un río principal y a sus afluentes. Se caracterizan porque están separadas por divisorias de aguas, formadas por las cumbres de los relieves montañosos que las delimitan. Las cuencas peninsulares son el Duero, Tajo, Miño, y en la cuenca los ríos circulan por un cauce o lecho y forman una red organizada jerárquicamente desde los subafluentes y afluentes hasta llegar al río principal.

Una vertiente hidrográfica es el conjunto de cuencas cuyas aguas vierten en el mismo mar. En la península hay una gran disimetría entre la vertiente atlántica y cantábrica, y la mediterránea, la cual es la inclinación de la Meseta hacia el oeste a partir del Sistema Ibérico.

Los ríos de la vertiente cantábrica son cortos, ya que nacen en montañas cercanas a la costa. Tienen gran fuerza erosiva dado que salvan un gran desnivel entre su nacimiento y su desembocadura, que sería mayor si las laderas no estuvieran protegidas por la vegetación. Los ríos cantábricos son caudalosos y de régimen bastante regular, gracias a la abundancia y constancia de precipitaciones. Aprovechando esto, se han construido pantanos destinados a la producción hidroeléctrica.

Los ríos de la vertiente atlántica son largos, al nacer cerca del Mediterráneo y desembocar en el Atlántico. Su fuerza erosiva es escasa dado que van por llanuras en las que apenas ahondan, pero forman barrancos en los desniveles. Su caudal es abundante, porque tienen numerosos afluentes, pero su régimen es irregular.

Los ríos de la vertiente mediterránea, excepto el Ebro, son cortos, porque nacen en montañas próximas al mar. Son abarrancados, que erosionan violentamente las laderas deforestadas. Su caudal es escaso debido a las pocas precipitaciones y su régimen es irregular. Pueden sufrir crecidas catastróficas en otoño originadas por lluvias torrenciales. Ha sido necesario construir embalses para regularizar el caudal y abastecer de agua a los núcleos de población, a la agricultura y a la industria. También son frecuentes los torrentes, cursos intermitentes que solo llevan agua cuando llueve; gran parte del año sus cauces o ramblas se encuentran secos.

Baleares y Canarias carecen de ríos propiamente dichos. Tienen arroyos de escaso caudal alimentados por manantiales. En Canarias, la sobreexplotación de acuíferos ha supuesto que apenas haya arroyos permanentes en la actualidad. Los torrentes también son frecuentes en ambos archipiélagos.

Lagos

Los lagos son masas naturales de agua dulce o salobre acumuladas en zonas deprimidas que alcanzan cierta profundidad. Las lagunas tienen menor tamaño y profundidad que los lagos, aunque la diferencia no es mucha. En España están catalogados 2474 lagos. Esto no implica mucha riqueza lacustre, ya que son pequeños y de escaso carácter estacional. Tienen vida corta por causas naturales o humanas. Según su origen se distinguen dos tipos:

  • Endógenos: Están originados por fuerzas del interior de la Tierra.
    • Lagos tectónicos: Se forman en terrenos hundidos por acción de pliegues o fallas.
    • Lagos volcánicos: Se alojan en el cráter de un volcán apagado.
  • Exógenos: Están originados por fuerzas externas como la acción del hielo, el agua o el viento.
    • Lagos glaciares: Se forman en las cubetas excavadas por el hielo en el circo glaciar o en el valle. También pueden deberse a las obstrucciones causadas por las morrenas en el valle glaciar.
    • Lagos kársticos: Se alojan en las cubetas creadas por la disolución de la caliza o del yeso.
    • Lagos endorreicos: Tipo de lago exógeno más extendido en España. Se forman en zonas áridas o semiáridas donde las escasas aguas no tienen fuerza para llegar al mar y se acumulan en zonas deprimidas o llanas hasta que se evaporan o se reducen. Sus aguas son salobres y de poca profundidad.
    • Lagos eólicos: Ocupan depresiones excavadas por el viento sobre materiales blandos.
    • Lagos litorales o albuferas: Son lagos salados separados del mar por un cordón de arena.

Humedales

Los humedales son extensiones de terreno cubiertas por aguas poco profundas, en muchos casos de manera intermitente, pues durante el verano baja su nivel, pudiendo incluso desaparecer. Comprenden lagunas, marismas, deltas, albuferas y turberas. Estas zonas encharcadas tienen un gran interés biológico por albergar muchas especies adaptadas a vivir en un medio de transición entre el agua y la tierra, sobre todo por ser lugar de anidamiento y de parada para las aves acuáticas en sus migraciones anuales entre Europa y África.

Acuíferos

Los acuíferos son embolsamientos de agua subterránea, que se forman cuando el agua de precipitación se infiltra, encuentra un estrato impermeable y se acumula sobre él. Pueden descargar sus aguas a través de ríos y manantiales o del mar. Presentan algunas ventajas respecto al agua superficial: suele carecer de organismos nocivos, y tienen temperatura y composición estables a lo largo del tiempo. Existen en la actualidad en España más de 400 acuíferos. Se encuentran en las depresiones terciarias, en las proximidades de los ríos y en las cabeceras montañosas húmedas de los principales ríos.

Vegetación

Factores que influyen en la vegetación

La vegetación está integrada por formaciones vegetales o grupos de vegetación individualizados por su tamaño y por su aspecto. Los tres básicos son el bosque, el matorral y el prado. La vegetación española tiene muchas especies, unas 6000. Los factores físicos más importantes son:

  • La diversidad del clima: cada planta requiere unas condiciones específicas de temperatura y precipitación.
  • La diversidad del relieve, que da lugar a especies diferentes en función de la altura, la orientación a barlovento o sotavento y de la ubicación en solana o umbría.
  • La variedad de suelos.
  • La posición de puente de la península.
  • La originalidad de la vegetación canaria motivada por la insularidad.

Cuando la vegetación de un sitio es exclusiva por los factores naturales, se llama clímax o potencial.

Los factores humanos son la introducción de especies interesantes por su valor económico o la degradación de la cubierta vegetal existente. Cuando la vegetación se debe a la acción humana es vegetación secundaria.

Paisajes vegetales de España

Los paisajes vegetales de España se disponen en comunidades, cuyo conjunto constituye el paisaje vegetal de un área.

Clima oceánico

Bosque caducifolio: Árboles altos con tronco recto y liso y hoja grande que cae en otoño. Consta relativamente de pocas especies que se reúnen formando grandes masas. Las más características son el roble o carvallo y el haya. En el sotobosque crecen helechos y musgos en un ambiente sombrío causado por las copas de los árboles.

El haya tolera mal el calor y bien el frío. Requiere mucha humedad porque es un árbol de montaña que se adapta a suelos calizos y silíceos; prefiere calcáreos. Su crecimiento es bastante lento. Su madera, dura y de buena calidad, se emplea para hacer muebles y utensilios. Forma bosques específicos o mixtos.

El roble no soporta veranos calurosos, tiene menos tolerancia al frío y necesita menos humedad que el haya. Está en cotas más bajas. Su crecimiento es lento. Su madera, dura, se emplea para construir y fabricar barcos.

El castaño es una formación vegetal que ha ganado terreno al roble. Permite aprovechar su fruto y su madera. En el área correspondiente al clima oceánico aparece el bosque marcescente de rebollo y quejigo, árboles menos altos. A lo largo del tiempo han desaparecido extensas áreas de bosque caducifolio, debido a la pérdida de los usos tradicionales de su madera, a quemas incontroladas, etc. Se han repoblado grandes extensiones con árboles como el pino y el eucalipto.

Landa y prados: La landa es una vegetación densa de matorral que puede ser baja o alcanzar los 4 m. Aparece como degradación del bosque caducifolio o como vegetación supraforestal. Los prados son una vegetación herbácea que ocupa grandes extensiones de terreno en los paisajes oceánicos.

Entradas relacionadas: