Ríos de España: Características, Vertientes y Regulación

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Características de la Red Fluvial de la Península Ibérica

La red fluvial de la Península Ibérica presenta una distribución desigual, condicionada por el relieve y los factores climáticos. La orografía, con el Sistema Ibérico, Cantábrico y Penibético, divide los ríos en vertientes, con la mayoría desembocando en el océano Atlántico. Estos ríos atlánticos son los más largos de la Península. En el norte, los ríos nacidos en los Montes Cantábricos desembocan en el mar Cantábrico, mientras que el Sistema Ibérico y los Pirineos dirigen los ríos hacia el Mediterráneo.

Cada vertiente alberga diversas cuencas fluviales. La cuenca del Duero, con 98.357 km², es la más grande de España. Cada río, dentro de su cuenca, crea su propio cauce.

Los factores atmosféricos, y por ende, el clima, influyen en las características de los ríos, especialmente en las precipitaciones:

  • Clima Oceánico: Predomina en zonas con precipitaciones superiores a 500-600 mm anuales. Los ríos mantienen un caudal constante durante todo el año debido a las lluvias.
  • Clima Mediterráneo: Predomina en el resto de la Península, con precipitaciones inferiores a 500-600 mm y distribución irregular. La escasez de lluvias en verano provoca irregularidades en el caudal de los ríos.
  • Clima de Montaña: Se encuentra en zonas de alta montaña, con abundantes lluvias y nieve en invierno.

Estos climas determinan el régimen fluvial, es decir, la variación del caudal de un río a lo largo del año. Los regímenes se clasifican según la procedencia del agua:

  • Pluvial: El agua proviene de la lluvia.
  • Nival: El agua proviene del deshielo.

Estos regímenes se combinan, dando lugar a subtipos como nivo-pluvial o pluvio-nival.

Vertientes y Cuencas Fluviales de España

Una vertiente hidrográfica es un conjunto de cuencas cuyos ríos desembocan en el mismo mar. En España, los ríos desembocan en tres vertientes:

Vertiente Cantábrica

Los ríos de esta vertiente desembocan en el mar Cantábrico. Son los más regulares de España debido a las constantes precipitaciones. El clima oceánico evita el estiaje. Generalmente, tienen un régimen pluvial, aunque algunos presentan aportación nival en su cabecera. La Cordillera Cantábrica, abrupta y escarpada, genera ríos cortos y caudalosos. Las crecidas son poco frecuentes, pero cuando ocurren, suelen ser significativas debido al desnivel y a la ocupación humana de los lechos. Estos ríos son muy erosivos debido a su caudal y pendiente.

Ejemplos: Nalón, Bidasoa, Nervión.

Vertiente Atlántica

Aquí desembocan los grandes ríos de la Meseta y el Miño (aunque este último comparte características con los ríos cantábricos). Los ríos de la Meseta se adaptan al relieve y a su inclinación, siendo largos y de pendiente suave. El caudal y el régimen dependen de su ubicación latitudinal. El Duero tiene características oceánicas, mientras que el Guadalquivir y el Guadiana tienen características mediterráneas. El Tajo se sitúa en un punto intermedio.

  • Miño: Nace en el Macizo Galaico. Aunque desemboca en la vertiente atlántica, comparte características de caudal, longitud y velocidad con los ríos cantábricos.
  • Duero: Es el río más caudaloso de la Península. Recorre la meseta, recogiendo aguas del Sistema Ibérico, la Cordillera Cantábrica y el Sistema Central. Nace en Picos de Urbión y desemboca en Oporto. Sus afluentes principales son el Pisuerga, el Elsa y el Tormes.
  • Tajo: Es el río más largo de la Península Ibérica. Nace en la Sierra de Albarracín (Teruel) y discurre entre el Sistema Central y los Montes de Toledo, pasando por Aranjuez y Toledo, hasta desembocar en Lisboa. Sus principales afluentes son el Jarama, el Guadarrama, el Tiétar y el Alagón.
  • Guadiana: Es el menos caudaloso de los grandes ríos españoles. Nace en las Lagunas de Ruidera y desemboca en Ayamonte, formando frontera con Portugal. Un tramo discurre bajo tierra, conocido como "Ojos del Guadiana". Sus principales afluentes son el Jabalón y el Matachel.
  • Guadalquivir: Nace en la Sierra de Cazorla (Jaén) y desemboca en forma de marismas (Coto de Doñana), en Sanlúcar de Barrameda. Atraviesa Córdoba, Sevilla y Huelva. Discurre entre Sierra Morena y las Cordilleras Béticas. Sus afluentes forman una red disimétrica, principalmente provenientes de Sierra Nevada. La cuenca del Guadalquivir estuvo abierta al mar, lo que explica la presencia de marismas.

Vertiente Mediterránea

Los ríos de esta vertiente se caracterizan por ser poco caudalosos, con grandes crecidas estacionales y fuertes estiajes. Las ramblas, cauces que solo llevan agua ocasionalmente, son típicas de esta zona. Los ríos mediterráneos son los más irregulares de la Península debido al déficit de lluvias. En verano sufren un fuerte estiaje, y algunos se convierten en ramblas. Son ríos cortos, excepto el Ebro. Sus crecidas, generalmente en otoño, pueden tener graves consecuencias, asociadas al fenómeno de la "gota fría" y a las fuertes pendientes. El Ebro destaca por su excepcionalidad.

  • Ebro: Es el río más caudaloso de España. Nace en Cantabria y desemboca en Tortosa (Tarragona) en forma de delta. Es largo y caudaloso, drenando altas montañas gracias a los afluentes de los Pirineos y del Sistema Ibérico. Su cuenca es la segunda más extensa de la Península. Sus afluentes forman una red disimétrica, siendo más numerosos los que provienen de los Pirineos (Gallego, Cinca, Segre). Su caudal es irregular, con estiaje en verano.
  • Ríos Catalanes: Se originan en los Pirineos, por lo que son caudalosos. Los más importantes son el Ter y el Llobregat.
  • Ríos Levantinos: El Segura, el Júcar, el Mijares y el Turia son ejemplos de ríos mediterráneos, con longitud moderada, caudal reducido y torrencialidad. Su régimen es pluvial, influenciado por el roquedo calizo de sus nacimientos. Son importantes para la agricultura. La elevada pendiente y los reducidos cursos provocan desastres durante las crecidas.
  • Ríos Almerienses: En su mayoría son ramblas, destacando el Almanzora y el Adra.

El Agua en las Islas Baleares y Canarias

Las islas carecen de una red fluvial permanente debido a su geología y clima. La escasez de lluvias es una constante en ambos archipiélagos.

  • Recursos hídricos en las islas Baleares: No existen cursos superficiales permanentes. Los torrentes drenan el agua de lluvia, con curso irregular y caudal solo en periodos de lluvias intensas. En la desembocadura de algunos torrentes se forman albuferas.
  • Recursos hídricos de las islas Canarias: La escasa lluvia (300 mm en las islas occidentales y 100 mm en las orientales) impide la existencia de una red fluvial. Son característicos los barrancos, que forman torrentes.

La Regulación de los Cursos Fluviales: Los Embalses

La mayoría de los grandes ríos peninsulares atraviesan varias comunidades autónomas. Esto puede generar conflictos, ya que los intereses y necesidades de los habitantes de los cursos altos y bajos pueden diferir. Por lo tanto, los planes de gestión del agua requieren consenso. Para ello, se han creado organismos de gestión y se construyen embalses para regular el caudal de los ríos.

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