Los Reyes Católicos y la Construcción del Estado Moderno en España
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Crisis Demográfica, Económica y Política del Siglo XIV
Siglo XIV
El siglo XIV fue un siglo de crisis económicas. La expansión territorial había permitido el crecimiento demográfico y económico hasta entonces, pero en este siglo, la situación cambió. Se produjo un estancamiento de la agricultura, con bajos rendimientos, escasez de recursos y alimentos, lo que llevó a la desnutrición y la hambruna. Además, llegaron epidemias como la peste negra, que provocó una gran mortandad en Levante, Cataluña y Aragón.
Las consecuencias económicas fueron la reducción de tierras cultivables, la disminución de la mano de obra, la subida de precios y el descenso de las rentas de los propietarios. Las consecuencias sociales fueron el aumento de la conflictividad, la xenofobia y una guerra civil en Castilla, que provocó un cambio de dinastía.
La crisis afectó principalmente al mundo rural. Sin embargo, el comercio catalán hacia el Mediterráneo oriental y la costa norteafricana alcanzó un gran desarrollo en el siglo XIV.
Siglo XV
El siglo XV fue el siglo de la recuperación de la crisis, excepto en Cataluña, que vivió numerosas dificultades y un declive comercial. El puerto de Valencia alcanzó gran prosperidad con un comercio muy activo. En Castilla, la ganadería se desarrolló, mientras que la agricultura retrocedió. Entró en juego el mercado de Flandes (lana para la industria textil) y del hierro por el Cantábrico. En el suroeste de Andalucía se encontraban los mercaderes genoveses. En Castilla, se celebraron las ferias de Medina del Campo. En los últimos siglos se incrementaron las acciones bancarias con la aparición de la letra de cambio y la creación de sociedades mercantiles.
Aragón
Aragón vivió una gran crisis demográfica (de 1 millón a 374.000 habitantes). En el campo se produjeron varias revueltas campesinas por los malos usos. En la ciudad, el comercio marítimo se colapsó y bajó la producción artesanal. En cuanto a la crisis política, todos los estamentos se enfrentaron. Se vivió una gran crisis social con un antisemitismo contra los judíos.
Castilla
Castilla vivió una crisis demográfica menor que en Aragón, que afectó a Andalucía occidental. Se dio una depresión agraria en el campo, y en la ciudad, la artesanía y el comercio decrecieron. En la crisis política se dio una lucha entre la nobleza y la monarquía y un cambio a la dinastía Trastámara. En cuanto a la crisis social, se dio un mayor antisemitismo que en Aragón, con el ataque a la judería de Toledo.
Expansión de la Corona de Aragón en el Mediterráneo
Siglo XIV
Se dio una espectacular expansión por el Mediterráneo. Jaime II conquistó la isla de Cerdeña mediante prácticas feudales y pretendió potenciar el comercio con el Próximo Oriente. Destacó la expedición de los almogávares (imperio bizantino). Le sucedió Pedro IV, quien incorporó el reino de Mallorca y, aunque por breve tiempo, los ducados de Atenas y Neopatria; y consiguió aplastar a la nobleza rebelde de Aragón y de Valencia. Durante este reinado nació la Generalitat en Cataluña (1359). Después reinó Juan I, con muchas dificultades.
Siglo XV
Le sucedió Martín I el Humano, que tuvo problemas de sucesión. Se celebraron el Parlamento de Alcañiz y los Compromisos de Caspe (1412), mediante los cuales se nombró a Fernando de Antequera como rey, negando el trono al Conde de Urgell. Le sucedió Alfonso V el Magnánimo, que conquistó Nápoles y dio especial importancia al catalán.
Las Rutas Atlánticas: Castellanos y Portugueses. Las Islas Canarias
Siglo XIII
Aragón y Castilla firmaron el Tratado de Montearagón (1291), en el que fijaron sus respectivas áreas de conquista en el Magreb. Portugal se centró en el Atlántico, para acceder a las rutas de oro del Sudán y establecer un comercio de esclavos y marfil.
Siglo XIV
Aragón se centró en el Mediterráneo, mientras que Castilla y Portugal se centraron en la costa africana y las rutas atlánticas.
Siglo XV
Portugal conquistó Ceuta (1415) y, gracias a la Escuela de Sagres, fundada por Enrique el Navegante, conquistaron Azores, Madeira y Porto Santo; además, se quisieron abrir paso hacia el Índico y llegaron a Cabo Verde y el golfo de Guinea.
Las Islas Canarias en el siglo XI no tenían gran interés para los musulmanes. Sin embargo, a partir del siglo XIV, comenzaron las primeras colonizaciones de aventureros y comerciantes. En 1312, Lancelotto Malocello desembarcó en Lanzarote con mallorquines, pero Castilla y Portugal la reclamaron y nombraron reyes. Fue una colonización muy lenta debido a la falta de inversión, a la resistencia de los nativos y a los escasos beneficios. En el siglo XV, con Enrique III, Béthencourt y de La Salle saquearon Lanzarote y Fuerteventura, y se creó una situación confusa debido a la venta de derechos y de posesión. A mediados de siglo, Hernán Peraza se proclamó señor de todas las islas menos Lanzarote (Béthencourt). Pero los Reyes Católicos, a partir de 1477, realizarán una ocupación efectiva de las islas.
Los Reyes Católicos: La Construcción del Estado Moderno
Unión Dinástica: Integración de las Coronas de Castilla y de Aragón
Aragón y Castilla a finales del siglo XV
Aragón
En esta época, se producirán enfrentamientos entre la Biga (comerciantes y maestros de oficios) y la Busca (gremios tradicionales). También se dio la guerra de los payeses de remensa, campesinos que, con el apoyo del rey, querían romper con la opresión de la nobleza rural. Es preciso destacar las luchas por el trono de la corona de Juan II, al que sucedieron su hija Leonor en Navarra y Fernando II en la corona de Aragón.
Castilla
También hubo conflictos como en Aragón. Se dieron las guerras irmandiñas, rebeliones campesinas antiseñoriales en Galicia. Los continuos enfrentamientos políticos desembocaron en una guerra civil por la lucha por el trono de Enrique IV entre Juana la Beltraneja e Isabel, que al recibir el apoyo de la corona aragonesa y de altos nobles castellanos, ganó y se proclamó reina, al mismo tiempo que Fernando, rey de Aragón.
El reinado de los Reyes Católicos supone en España el paso de la Edad Media a la Edad Moderna. La época que discurre entre finales del siglo XV y la primera parte del siglo XVI es, en la historia europea, una etapa en la que poderosos monarcas consolidaron el poder de la corona y consagraron sus esfuerzos a la creación de estados fuertes, unificados y centralizados bajo el control real. En los reinos hispánicos, los Reyes Católicos encarnan la monarquía que inició ese proceso y que abrió paso a la dinastía de los Austrias. El matrimonio, en 1469, de los herederos de las dos coronas (Castilla y Aragón) con mayor peso e importancia de la Península dio origen a la monarquía hispánica. Ésta ha de entenderse como la unión dinástica de los reinos.
Cada reino siguió rigiéndose por sus leyes e instituciones tradicionales, por lo que se conformó como un Estado plural y no unitario, integrado por una serie de territorios que sólo tenían en común una misma monarquía. Ambos monarcas coincidían en la necesidad de completar la unificación territorial de los reinos hispánicos para poder consolidar y estructurar un Estado fuerte y poderoso. Así, Castilla se anexionó el Reino de Granada en 1492 y Navarra sería incorporada en 1512, con lo cual se unen cuatro de los cinco reinos peninsulares y se realiza una visión para incorporar Portugal. Impusieron también la unidad religiosa, el catolicismo como única religión del Estado. En 1478 se creó el Tribunal de la Santa Inquisición para la persecución de falsos conversos y de delitos contra la fe. Esta política se completó con el Decreto de expulsión de los judíos en 1492. Los judíos formaban parte de una poderosa minoría dedicada al préstamo y habían conseguido enriquecerse y tener influencia en las altas esferas. Esta situación social y económica, además de la diferencia religiosa, suscitaron el odio entre las masas populares. Muchos judíos se convirtieron al cristianismo debido a la presión; serán los judeoconversos, aunque algunos de ellos siguieron practicando su antigua religión de forma oculta. Este hecho hizo que, a partir de aquí, se hiciera especial diferenciación entre cristianos viejos y cristianos nuevos o conversos (limpieza de sangre). Los Reyes Católicos, en 1492, obligaron a los judíos a convertirse al cristianismo o emigrar, por lo que muchos se marcharon de la Península hacia el imperio turco o África. Perdimos una minoría laboriosa y emprendedora, y esto tuvo repercusiones negativas en el desarrollo económico posterior. También los musulmanes sufrieron presiones de todo tipo para que abandonaran sus usos, sus costumbres y su religión. La mayoría de los musulmanes, convertidos al cristianismo, quedaron concentrados en Granada, Valencia y el valle del Ebro, y recibieron el nombre de moriscos.
Los monarcas coincidían también en la necesidad de imponer su autoridad a la nobleza, que durante la Baja Edad Media se había levantado repetidamente contra el poder real. Los monarcas organizaron también una serie de instituciones eficaces para afirmar la autoridad real: crearon un ejército permanente, audiencias, reorganizaron el Consejo Real, la Santa Hermandad, etc.
Las consecuencias del matrimonio de los Reyes Católicos fueron:
- Consolidación de la monarquía hispánica
- Unificación territorial (Granada - 1492; Navarra - 1512)
- Unidad religiosa (catolicismo, Santa Inquisición 1478 y Decreto de expulsión de los judíos 1492)
- Creación de nuevas instituciones (ejército permanente, Audiencias, reorganización del Consejo Real, Santa Hermandad, etc.)
- Financiación del Descubrimiento de América
- Reconquista del reino de Nápoles
La Conquista del Reino Nazarí y la Incorporación del Reino de Navarra
Los Reyes Católicos consiguieron la unión de los dos principales reinos (Castilla y Aragón), por lo que intentaron completar la unidad política mediante la incorporación del reino de Granada, del reino de Navarra y del de Portugal.
Granada (1483-1492)
Granada era el último territorio que quedaba en poder musulmán. Era un objetivo fácil de conseguir. En 1492, al conseguir Granada, se les concedió a sus habitantes el derecho a mantener su religión, su lengua, sus usos y sus costumbres.
Navarra (1512)
Era un enclave geográfico entre Castilla, Aragón y Francia. El rey Fernando ocupó Pamplona, tras la intervención del Duque de Alba, que expulsó a la dinastía de los Albret en Francia, y Navarra quedó anexionada a Castilla. Pero mantuvo su propio ordenamiento, instituciones y autonomía.
Los Reyes Católicos continuaron su política de expansión por el Mediterráneo occidental (Aragón) y la expansión por el Océano Atlántico y el norte de África (Castilla).
La Integración de las Canarias y la Aproximación a Portugal
A mediados del siglo XV, Hernán Peraza se había declarado señor de todas las Islas Canarias exceptuando Lanzarote, que estaba a manos de la familia Béthencourt, que fueron los segundos en llegar a ella. Anteriormente, se comenzaron en el siglo XIV los intentos colonizadores por parte de aventureros y comerciantes, más tarde con Lancelotto Malocello en Lanzarote y ya después con el mencionado Béthencourt y de La Salle bajo el reinado de Enrique III.
La conquista castellana de las islas se inició también en Lanzarote en 1402. En 1477, los Reyes Católicos adquirieron de Diego García de Herrera una ciudad africana y su puerto a cambio del condado de La Gomera y derechos de señorío sobre varios territorios. Se firmaron capitulaciones con diversos nobles. Debido a la lucha entre Castilla y Portugal, se firmó el Tratado de Alcaçovas-Toledo, que reconocía a Isabel I como reina y se repartieron las áreas de influencia atlánticas.
En cuanto a Castilla, conquistó entre 1483 y 1496 Gran Canaria, La Palma y Tenerife. Estas tres islas serían de realengo, mientras que las otras serían aún señoríos. El papel del archipiélago canario fue clave para la expansión hacia el Nuevo Mundo.
Portugal, sin embargo, avanzó hacia el Índico y conquistó el cabo de Buena Esperanza, que abrió paso a la India con Vasco de Gama.
Capitulaciones: convenios que se establecen entre dos partes sobre un asunto generalmente importante o grave, o para estipular las condiciones de la rendición de un ejército, de una plaza...
Realengo: tierra o población que depende directamente del rey o reina y no pertenece ni a la nobleza ni a la Iglesia.
Señorío: territorio perteneciente a un señor o sobre el que antiguamente un señor ejercía el mando.
La Organización del Estado: Instituciones de Gobierno
La Proyección Exterior: Política Italiana y Norteafricana
Terminada la unidad territorial peninsular con la conquista del reino nazarí de Granada, los Reyes Católicos realizaron una expansión exterior mediante dos estrategias:
- Una política matrimonial de sus hijas con monarcas o herederos de cortes europeas.
- Intervenciones militares de conquista en el Mediterráneo, especialmente en la península italiana y en el norte de África.
Los Reyes Católicos casaron a sus hijas pensando en esa estrategia matrimonial, con los herederos de Flandes, de Portugal y de Inglaterra. La unión matrimonial más trascendente fue la de Juana I de Castilla casada con Felipe el Hermoso (Borgoña y Flandes). Su hijo Carlos heredó los reinos: Aragón, Castilla, las posesiones de su padre y la herencia del imperio germánico. Las otras dos se casaron con los herederos de Portugal y de Inglaterra.
Los Reyes Católicos mantuvieron con Francia una gran rivalidad por el dominio de los estados italianos. Las guerras en Italia duraron décadas y al final se anexionó el reino de Nápoles y Sicilia y el dominio de otros territorios itálicos.
Otro eje fue el control de África y la ocupación definitiva de Canarias. Algunas ciudades costeras africanas como Melilla, Orán, Trípoli... Pero el descubrimiento de América cambió las prioridades de expansión y la Corona se esforzó en la conquista y colonización del Nuevo Mundo.