La Revolución Liberal y la Constitución de 1812 en España
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La Revolución Liberal y la Constitución de 1812
La invasión francesa y la revolución liberal se iniciaron casi al mismo tiempo, lo que dio lugar a la creación de la Junta Central, una forma de gobierno creada en las localidades en ausencia del rey, que se sublevaron contra los invasores. Esta junta convocó las Cortes “generales y extraordinarias”, con lo que la revolución adoptó una forma jurídica. De esta iniciativa, se crearon las Cortes de Cádiz, que darían lugar a la primera constitución española en 1812, apodada como La Pepa. Supuso la ruptura del absolutismo vigente, ya que se derogó la sociedad estamental, el régimen señorial y la labor autocrática del rey.
Las Cortes de Cádiz y la Elaboración de la Constitución
La elección de los diputados fue una tarea difícil de realizar, ya que el país se encontraba en plena guerra, lo que dificultaba su llegada a Cádiz. Entre los miembros se dieron diferentes sensibilidades; destacamos:
- Los partidarios de no tocar el régimen absolutista.
- Aquellos que querían un régimen intermedio, resultado de la unión entre la monarquía absoluta y la constitución.
- Los liberales, que pretendían una cámara única que asumiera la soberanía nacional y elaborara una constitución.
La mayoría de los diputados eran liberales, pues Cádiz era un importante centro comercial y una de las ciudades más avanzadas y abiertas de toda Europa, donde los liberales tenían bastante poder. Los diputados fueron representantes de los miembros de los antiguos estamentos, de las clases medias urbanas, de los servidores del Estado y de las profesiones mercantiles y liberales. Antes de la elaboración de la constitución, este órgano llevó a cabo una importante labor legislativa, consiguiendo abolir los principios del sistema absolutista:
- Se establece que la soberanía reside en la nación (las Cortes asumen esta representación).
- Se proclama la igualdad ante la ley con extensión a los habitantes de las colonias.
- Se llevó a cabo un conjunto de reformas como la libertad de imprenta, la abolición de los derechos señoriales y de los gremios, la libertad de trabajo, producción, industria y comercio, y reformas hacendísticas.
La Constitución de 1812
Sin embargo, la obra fundamental de las Cortes es la creación de la Constitución, que se promulgó el 19 de marzo de 1812. En ella se plasmó el espíritu revolucionario que defendían los liberales y que son herencia de la Francia de 1789. Entre los puntos más importantes que se encuentran plasmados en esta constitución sobresalen:
- La soberanía nacional (ahora era el pueblo, representado por las Cortes, el que tenía la soberanía).
- La igualdad ante la ley de todos los ciudadanos en ambos hemisferios.
- La división de poderes (ejecutivo: rey, legislativo: Cortes y judicial: tribunales).
- La religión católica como la única y verdadera, la confesionalidad del Estado.
- El sufragio universal para la elección de las Cortes (solo hombres y con ciertas rentas altas).
- La creación de la Milicia Nacional (defender el sistema constitucional).
- La creación de una monarquía moderada.
- La libertad económica, que supuso un fuerte cambio para el sector al llevar a cabo medidas como reducir los privilegios de la Mesta o la creación de un programa de desamortización de propiedades colectivas o de manos muertas.
Alcance y Legado de la Constitución
El trabajo de las Cortes fue inmensamente relevante para la revolución, y más aún con la creación de la constitución. Pero dicha constitución fue efímera y poco conocida para la población. La constitución tuvo poco alcance debido a la situación bélica en un principio y, posteriormente, con la victoria sobre los franceses, la vuelta al absolutismo y la derogación de toda la labor revolucionaria. Los avances liberales en esta época servirán para que, durante todo el siglo XIX, se luche para acabar con el régimen absolutista, lo que se conseguirá en pequeños periodos como el Trienio Liberal durante el reinado de Fernando VII.
La España del Siglo XVIII: Reformas y Persistencia del Antiguo Régimen
La forma de gobierno de España en el siglo XVIII se basaba en el absolutismo monárquico. El sucesor de Fernando VI fue Carlos III, en la segunda mitad del siglo XVIII. Durante su reinado se produjeron diversas transformaciones en la organización tanto política como económica, influenciadas por el pensamiento ilustrado y con el fin de mejorar la situación económica de la monarquía. Las reformas se realizaron en el comercio, la agricultura y las manufacturas, que acababan con el paso del mercantilismo al liberalismo, pero con algunas limitaciones del Antiguo Régimen.
Crecimiento Demográfico y Agricultura
La población española aumentó notablemente durante el siglo XVIII. Este crecimiento fue desigual, ya que hubo mayor incremento de población en la periferia peninsular que en el interior. Dicho aumento se debió a la disminución de las crisis de subsistencias, a las mejoras económicas, a los avances sanitarios, a la disminución de las guerras y al aumento de la natalidad por las políticas poblacionistas respaldadas por el rey. La agricultura seguía siendo la base de la economía y mantenía el régimen feudal. Los rendimientos agrícolas eran muy bajos debido a los siguientes problemas:
- Una parte importante de la superficie estaba amortizada, lo que dificultaba las mejoras técnicas.
- La mala calidad de las tierras.
- Los problemas climáticos.
- Los impuestos que debían pagar los campesinos.
Esta situación tan pobre causaría la subida de los precios de los alimentos. Para solucionar estos problemas se introdujeron diversas innovaciones, como la difusión de nuevos cultivos (maíz, patatas…), la creación de obras de irrigación, la libertad de comercio de algunos productos, la supresión de privilegios de la Mesta y algunas repoblaciones, como las de Sierra Morena.
Industria y Comercio
La industria manufacturera era escasa y estaba orientada a los mercados locales. A principios del siglo XVIII, el tipo de industria predominante era el taller artesanal controlado por los gremios. Carlos III intentó fomentar el desarrollo de las manufacturas a través de las siguientes medidas:
- Aplicó medidas proteccionistas que permitían el desarrollo de las manufacturas nacionales, prohibiendo la importación.
- Comenzó la creación de manufacturas públicas, denominadas Reales Fábricas, que estaban orientadas a la producción de objetos de lujo.
- Impulsó las iniciativas privadas, redujo los privilegios gremiales y declaró honestas todas las profesiones.
Cataluña fue el territorio que más beneficios obtuvo, debido a que la población tenía suficientes recursos para hacer crecer el consumo y la inversión. En el litoral, se compaginó un desarrollo agrario especializado en el cultivo de vid y la producción de aguardiente, y en el interior se dedicaban a la producción lanera. Además, creció la manufactura algodonera. Las actividades comerciales aumentaron notablemente debido al crecimiento económico y demográfico, y por la política mercantilista. Afectó tanto al comercio interior como al exterior. El comercio interior estaba afectado por problemas como las malas infraestructuras de transporte y las abundantes aduanas y peajes. Intentaron mejorar los caminos y tenían como objetivo suprimir las aduanas y los peajes, aunque sin mucho éxito. El comercio exterior se basaba en la importación de productos manufacturados y en la exportación de materias primas y alimentos. La monarquía española quiso revitalizar el comercio americano y para ello se necesitaba un nuevo modelo de organización de las relaciones con América. Adoptaron las siguientes medidas: suprimieron el sistema de flotas (1735) y crearon compañías comerciales a las que se les concedían ciertos privilegios de explotación de un territorio, pero fueron ineficaces. Tras el fracaso se adoptó una política de liberalización del comercio americano, lo que benefició a Cataluña y Andalucía.
Conclusión: La Transición hacia el Capitalismo
A pesar de las reformas, España continuaba con el modelo social denominado Antiguo Régimen. La sociedad seguía dividida en estamentos, lo que suponía una escasa movilidad social. La forma de gobierno se basaba en el absolutismo monárquico. El Despotismo Ilustrado influyó en la forma de gobernar de los monarcas, pero no se modificó totalmente, y la base económica continuaba siendo la producción agraria y el régimen señorial. Dichas medidas tomadas por Carlos III, promovidas por el pensamiento ilustrado, supusieron una notable mejora en la economía española. Comenzó el desarrollo de la propiedad privada y se hicieron algunas desamortizaciones. La agricultura no cambió, solo hubo algunas reformas, y algunas regiones como Cataluña se beneficiaron por el desarrollo de la industria. Los rasgos liberales serán el origen del capitalismo en etapas posteriores.