Religión y Literatura en la Antigua Roma
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La Religión en la Antigua Roma
La práctica religiosa romana se caracterizaba por dos vertientes diferenciadas: los cultos públicos y los cultos privados. Mientras que las primeras manifestaciones de esta religión fueron de carácter privado, con el tiempo se fueron introduciendo ceremonias públicas.
El Culto Privado
Este culto comprendía los actos religiosos que se llevaban a cabo en el seno familiar bajo la responsabilidad del pater familias, con la participación de todos sus miembros. Las ceremonias del culto privado honraban a los dioses familiares, que eran:
- Los Lares: En la habitación principal de las viviendas se solía colocar una capilla u hornacina llamada lararium. Allí se veneraba a los Lares, dioses protectores del hogar y del fuego, a quienes se rendía culto diariamente. Se los suele representar como jóvenes, vestidos con una túnica corta y sujetando un cuerno con bebida en una mano y una copa en la otra.
- Los Penates: Eran los dioses protectores de la despensa y de la casa. Velaban por el bienestar de los miembros de la familia. Eran venerados en cada comida familiar y en ocasiones especiales.
- Los Manes: Eran los espíritus de los antepasados muertos, a los que se invocaba para que fueran benévolos con la familia. Olvidarlos y abandonar su culto podía comportar que se convirtieran en influencias nocivas. Para tenerlos siempre presentes, se colgaban máscaras de los difuntos, generalmente de cera, en las paredes de la casa.
El Culto Público
Los Dioses
Los romanos tenían un profundo respeto por sus dioses. Júpiter, dios de la luz, era honrado en el Capitolio junto con Juno y Minerva, formando la Tríada Capitolina. Los romanos fueron asimilando progresivamente a los dioses griegos a su propio panteón.
Los Sacerdotes
Los sacerdotes se agrupaban en colegios, llevaban una vida normal y podían combinar una magistratura religiosa con una magistratura civil. Entre ellos destacaban:
- Los Flamines: Sacerdotes consagrados al culto a varios dioses. Los tres flamines mayores se ocupaban de Júpiter, Marte y Quirino, mientras que los flamines menores se dedicaban a cultos a menudo arcaicos. Para ser flamen, se requería ser patricio y observar un conjunto de normas que regulaban su vestimenta y forma de vida.
- Los Pontífices: Encargados de vigilar las prácticas religiosas, establecían los deberes del pueblo ante los dioses, confeccionaban el calendario de los días fastos (dedicados a la actividad humana) y nefastos (dedicados a la actividad divina), y organizaban las ceremonias anuales. El pontífice máximo era la máxima autoridad religiosa en Roma.
- Las Vestales: Elegidas por el pontífice máximo de entre las familias patricias de Roma, su función era cuidar el fuego sagrado. Debían mantener la virginidad durante los 30 años que duraba su servicio.
- Los Augures y Arúspices: Los augures interpretaban la voluntad de los dioses a través de los auspicios, mientras que los arúspices adivinaban el futuro mediante el examen de las entrañas de animales sacrificados.
El Culto
Las ceremonias religiosas se llevaban a cabo en lugares consagrados, generalmente ante los templos, aunque también podían celebrarse en bosques sagrados o ante una fuente. Entre las prácticas más comunes se encontraban:
- El Sacrificio: Principal forma de relacionarse con los dioses. El animal a sacrificar debía ser inmaculado y el ritual debía desarrollarse con un escrupuloso respeto.
- La Plegaria: Se utilizaba para pedir algún favor a los dioses. La pronunciaba un sacerdote en nombre del pueblo.
- Los Juegos: Se celebraban especialmente para honrar a los grandes dioses o para pedirles que libraran a la comunidad de alguna calamidad. Constaban de una procesión, un sacrificio y diferentes competiciones.
- La Purificación (Lustratio): Consistía en dar tres vueltas alrededor de un objeto o persona a la que se le debían extraer las impurezas morales.
Los Auspicios
Los romanos consultaban a los dioses a través de los auspicios, siendo la interpretación del vuelo de las aves una de las prácticas más comunes. Ver un pájaro en la parte izquierda se consideraba señal de mal agüero, mientras que en la parte derecha se interpretaba como una señal positiva.
La Literatura Romana
La Épica
La épica romana se caracteriza por narrar con un lenguaje solemne y majestuoso las gestas legendarias de héroes o los orígenes míticos del pueblo romano. Entre las obras más destacadas se encuentran"La Ilíad" y"La Odise" de Homero (aunque escritas en griego, tuvieron una gran influencia en la literatura latina), y"La Eneid" de Virgilio, que narra las aventuras de Eneas.
La Lírica
La lírica romana, que se cantaba acompañada de un instrumento musical, expresa los sentimientos u opiniones del autor. Uno de los máximos exponentes de la lírica romana fue Horacio (65 a. C. - 8 a. C.).
La Comedia
Plauto y Terencio fueron dos de los autores más destacados de la comedia romana, caracterizada por sus situaciones cómicas y personajes estereotipados.
La Oratoria
Marco Tulio Cicerón fue el maestro indiscutible de la oratoria romana. Sus discursos, además de su calidad literaria, son una fuente invaluable para comprender la sociedad y la política de su época.
Los Tópicos Literarios
Los tópicos literarios son temas recurrentes que se han utilizado a lo largo de la historia de la literatura. Algunos de los tópicos más comunes en la literatura romana son:
- Aurea Secula - La Edad de Oro
- Carpe Diem - Disfruta del presente
- Tempus Irreparabile Fugit - El tiempo huye
- Beatus Ille - Feliz aquel
- Locus Amoenus - El lugar agradable
- Ubi Sunt? - ¿Dónde están?
- Aurea Mediocritas - La dorada moderación