El Reinado de Carlos IV y la Crisis del Antiguo Régimen en España (1788-1808)

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La Decadencia del Despotismo Ilustrado: El Reinado de Carlos IV (1788-1808)

Carlos IV, hijo y sucesor de Carlos III, intentó continuar su política reformista moderada y autoritaria. Su reinado marcó el inicio de la crisis del Antiguo Régimen y el fin de la sociedad estamental y de la monarquía absoluta en España.

Características del Reinado de Carlos IV

El reinado de Carlos IV presentó una serie de rasgos propios:

  • El Gobierno de un Valido

    Al principio, Carlos IV mantuvo el equipo político de su padre, pero pronto se decantó por la figura de un valido, Manuel Godoy, que fue el principal ejecutor de la política de la monarquía. A finales del siglo XVIII, el sistema de validos se había quedado anticuado y debilitó extraordinariamente el poder y la imagen de los gobernantes y de los propios reyes ante sus súbditos y ante las potencias extranjeras.

  • La Influencia de la Revolución Francesa

    El proceso revolucionario influyó en los ilustrados y, por tanto, en la política española. La Revolución dividió a los partidarios de la Ilustración: unos moderaron sus ideas, mientras que otros intelectuales se radicalizaron y vieron en Francia un ejemplo que se debía imitar.

  • La Creciente Dependencia de Francia

    Tras la guerra contra la Francia revolucionaria, la monarquía española retornó a la alianza con Francia frente al Reino Unido. Este acercamiento fue promovido por Godoy y se tradujo en una serie de tratados que aislaban a España del resto de Europa. Los resultados fueron negativos para España, ya que los británicos la sometieron a un bloqueo marítimo que perjudicó el comercio y las comunicaciones con América. Además, el Reino Unido aniquiló la Armada hispanofrancesa en Trafalgar frente a las costas de Cádiz. Estos fracasos aumentaron la impopularidad de Godoy, cada vez más dependiente del Gobierno francés, ahora en manos de Napoleón Bonaparte. Este decidió emplear España como puente para someter Portugal.

  • Los Graves Problemas de la Hacienda Estatal

    Las deudas heredadas del reinado de Carlos III y las guerras contra los británicos pusieron a la Corona al borde de la bancarrota. Godoy se vio obligado a buscar financiación. Para ello, a fin de obtener rentas, el Estado se apropió de bienes de la Iglesia y los vendió. El importe resultante se empleó para hacer frente al pago de las deudas. Esta medida dio origen a la primera desamortización.

  • Una Oposición Política Creciente

    La política de Godoy suscitó una oposición cada vez más organizada. A la izquierda se encontraban los enemigos del absolutismo, partidarios de una constitución o ley fundamental que limitara el poder del rey, o favorables a la república. A la derecha se hallaban los defensores de una mayor participación de la aristocracia en el poder, de la moderación de los ataques contra el clero y de la salida de Godoy del Gobierno. Este grupo era mucho más numeroso, ya que reunía a aristócratas, clero e ilustrados marginados por el monarca. Fue liderado por el heredero y príncipe de Asturias, Fernando, quien difundió todo tipo de rumores contra los reyes y su valido.

El Motín de Aranjuez

La conspiración de marzo de 1808 marcó el fin del reinado de Carlos IV. Godoy planteó trasladar a los reyes a Andalucía. Cuando este trayecto se difundió, estalló un motín en Aranjuez, localidad en la que residían el monarca y el valido. Godoy fue encarcelado y a Carlos IV se le obligó a abdicar en su hijo Fernando, cuyos partidarios habían financiado y organizado la revuelta. El motín se reprodujo en Madrid y en otros puntos de España. El nuevo rey confirmó su alianza a las tropas napoleónicas que entraban en Madrid. El que un monarca legítimo fuera derrocado por una revuelta popular era un hecho sin precedentes, ya que ponía de manifiesto el grado de descomposición política al que había llegado la Corona española. Napoleón decidió instaurar una monarquía satélite de Francia, poniendo al frente de ella a algún miembro de su propia familia. Este plan se encontró con una inesperada oposición armada y dio lugar a la Guerra de la Independencia.

La Crisis de 1808: La Guerra de la Independencia

El estallido de la guerra fue provocado por las maniobras de Napoleón, quien atrajo a Carlos IV y a Fernando VII, junto con Godoy, a Bayona. Napoleón logró que ambos monarcas renunciaran a la Corona española y se la ofreció a su hermano José Bonaparte. Carlos IV y Fernando VII renunciaron sin demasiadas complicaciones. Mientras, en Madrid se registraban constantes incidentes entre la población y las tropas francesas. Esta situación desembocó en un motín popular el 2 de mayo de 1808: a la noticia de la salida de la familia real siguió el rumor de una posible traición francesa, los soldados de Napoleón no venían a apoyar a Fernando VII, sino a deponerlo. Las clases populares madrileñas combatieron espontáneamente a los franceses en la Puerta del Sol. En los enfrentamientos también participaron soldados españoles. Los soldados de Napoleón llevaron a cabo una represión muy dura y fusilaron a un elevado número de madrileños en las afueras de la ciudad.

El Carácter de la Guerra de la Independencia

La Guerra de la Independencia fue un proceso complejo: un conflicto internacional que adquirió carácter de guerra civil y estuvo acompañado de una crisis política.

Un Conflicto InternacionalUna Guerra CivilUna Crisis Política
Fue un episodio de un conflicto internacional. La guerra no afectó únicamente a España y a Francia, sino también a Portugal, que fue invadido por las tropas francesas. Participó también el Reino Unido. Las tropas británicas desembarcaron en la Península y utilizaron a Portugal como base de operaciones para combatir a los franceses. Su intervención fue decisiva para apoyar a los españoles sublevados.También tuvo lugar una guerra civil, ya que las tropas de Napoleón no entraron en la Península como invasores, sino como colaboradores. Traían consigo las ideas surgidas de la Revolución Francesa. A los colaboracionistas más activos se les llamó afrancesados y entre ellos había un gran número de ilustrados. Muchos españoles se opusieron a la ocupación francesa: tanto políticos ilustrados como miembros de las clases populares.La ausencia del monarca legítimo provocó un vacío de poder y, por tanto, una grave crisis política. Se improvisó un poder político alternativo que actuaba en nombre del rey, aunque, en realidad, lo ejercían sus súbditos. Este era un hecho revolucionario y dio lugar a un proceso del que surgieron las Cortes de Cádiz, que elaboraron y aprobaron la Constitución de 1812.

Las Etapas de la Guerra

Desde la perspectiva militar, la guerra se desarrolló en tres etapas:

  1. Mayo-octubre de 1808. El ejército francés fue incapaz de dominar la Península Ibérica. Numerosas ciudades se rebelaron. Las tropas francesas que invadían Andalucía fueron derrotadas en Bailén por un improvisado ejército español.
  2. Octubre de 1808-julio de 1812. A pesar de la hegemonía militar francesa, existieron importantes focos de insurrección que las tropas de Napoleón no pudieron controlar. Durante los últimos meses de 1808, Napoleón no pudo tomar Lisboa y Cádiz, que se convirtieron en los dos focos de resistencia. Durante esta etapa se incrementó la actividad de las guerrillas.
  3. Julio de 1812-1814. En esta fase tuvo lugar una gran ofensiva de los aliados que culminó con la expulsión y derrota de las tropas francesas. Tras la firma del Tratado de Valençay, Napoleón reconoció a Fernando VII como rey de España.
Las Guerrillas

Estaban formadas por cuadrillas improvisadas de oficiales y soldados huidos del ejército, bandoleros, aventureros e incluso clérigos. Hostigaban constantemente a las tropas francesas y boicoteaban sus líneas de comunicación atacando con rapidez y por sorpresa. La actuación de las guerrillas obligó a Napoleón a dedicar más medios a la campaña peninsular.

La Revolución Política: Las Cortes de Cádiz y la Constitución de 1812

El Modelo Político de José Bonaparte

  • Se rodeó de ilustrados y afrancesados españoles para dar a su reinado una legitimidad de la que carecía. Convocó una asamblea de notables españoles en Bayona con el fin de aprobar una nueva ley, conocida como Estatuto de Bayona. Esta carta otorgada, de un reformismo moderado, no se llegó a aplicar en toda su extensión a causa de la guerra. Con esta ley se creaba un régimen autoritario basado en un poder casi absoluto del rey, aunque se reconocían algunos derechos individuales y libertades económicas. Proclamaba el catolicismo como la religión única y establecía unas Cortes en las que estaban representados los tres estamentos.
  • Intentó desligarse en cierto modo de Napoleón, creando un régimen autónomo. No lo logró debido a la dependencia militar y económica que tenía con respecto a Francia. Emprendió una serie de reformas que perpetuaban en parte el espíritu del despotismo ilustrado borbónico, aunque resultaron prácticamente inaplicables en una España en guerra.

El Modelo Político Nacional: de las Juntas a las Cortes

A lo largo de la guerra se fue gestando un nuevo régimen político promovido por los españoles que no acataban ni apoyaban a José Bonaparte ni a las instituciones del Antiguo Régimen que colaboraban con él. Se produjo una auténtica revolución política, pues surgieron una serie de instituciones nuevas que decían actuar en nombre del rey, pero cuya única legitimidad procedía del pueblo español. Las más importantes fueron las juntas, organismos de ámbito local y provincial. La necesidad de coordinarse política y militarmente obligó a formar juntas supremas provinciales y, más tarde, una Junta Suprema Central en Aranjuez. Constaba de 35 miembros, siendo su figura más representativa Jovellanos. La Junta Suprema Central tuvo que establecerse en Cádiz, huyendo del ejército francés. Finalmente, se adoptó la decisión de convocar unas Cortes para contrarrestar la asamblea convocada por José Bonaparte y el Estatuto de Bayona, cuya primera sesión se celebró en Cádiz en septiembre de 1810.

Los diputados reunidos en las Cortes de Cádiz pertenecían a tres grupos ideológicos:

Grupos Ideológicos
IzquierdaCentroDerecha
En el ala izquierda, los liberales, partidarios de emprender cambios radicales y de dotar a las Cortes, como Asamblea Nacional, de toda la soberanía. Fueron los auténticos triunfadores, ya que consiguieron imponer sus criterios. Destacó Agustín de Argüelles.En el centro, los jovellanistas, seguidores de Jovellanos, que abogaban por establecer un compromiso entre la nación y el rey a través de unas Cortes estamentales. A la larga, su criterio se impondría.En el ala derecha, los absolutistas, enemigos de las reformas y partidarios del sistema tradicional, en el que la soberanía del rey emanaba de Dios.

La Labor Legislativa: la Constitución de 1812

Las Cortes de Cádiz aprobaron una serie de medidas que desmantelaban gran parte de los fundamentos políticos, sociales y económicos del Antiguo Régimen. Entre las reformas políticas, la más importante fue la aparición de la Constitución (marzo de 1812), que constituyó la primera ley fundamental aprobada por un Parlamento nacional en la historia de España.

Principios de la Constitución de 1812

  • Soberanía Nacional: La soberanía residía en la nación, reunión de todos los españoles.
  • División de Poderes: El poder legislativo residía en las Cortes unicamerales, el poder ejecutivo lo ostentaba el rey y el judicial competía a los tribunales. El régimen político era una monarquía parlamentaria. El poder del monarca estaba muy limitado.
  • Reconocimiento de los Derechos Individuales: Se incluían derechos como la libertad, la propiedad, la igualdad jurídica y fiscal, entre otros. No existía una declaración explícita de derechos individuales, como sucedió en la Revolución Francesa.
  • Proclamación del Catolicismo como Religión Oficial del Estado: Se prohibía el ejercicio de cualquier otra. Se afirmaba la intolerancia religiosa.
  • Adopción de un Nuevo Sistema Electoral: Incluía un sufragio general masculino muy amplio (solo se excluía a los sirvientes domésticos y los vagabundos) e indirecto. Las mujeres no podían votar.
  • Democratización de la Vida Municipal: Las corporaciones municipales serían renovadas anualmente y sus miembros elegidos por sufragio general masculino e indirecto.
  • Se creaba la Milicia Nacional, un cuerpo armado civil, independiente del Ejército, encargado de defender la nación y la Constitución.

La Época de Fernando VII: Entre el Absolutismo y el Liberalismo

España también tuvo su propia Restauración: el retorno de Fernando VII supuso la anulación de las reformas liberales y de los principios emanados de las Cortes de Cádiz y el restablecimiento de la monarquía absoluta.

La Primera Restauración

Fernando VII llegó procedente de Francia. Fue aclamado por el pueblo en varias localidades españolas como símbolo de la paz, la normalidad y la legitimidad restablecidas después de la guerra. El monarca recibió también presiones (como el célebre Manifiesto de los Persas) por parte de altos oficiales del Ejército, de la Iglesia y de políticos conservadores para anular la Constitución y disolver las Cortes, reunidas entonces en Madrid. El propio rey dio un golpe de Estado el 4 de mayo de 1814 al promulgar en Valencia un decreto que anulaba todas las reformas aprobadas en las Cortes. El rey procedió a restablecer las instituciones de 1808: se restauraron los Consejos y la Inquisición.

El restablecimiento de la monarquía absoluta pronto se enfrentó a una serie de problemas insalvables:

  • Una Gran Inestabilidad en el Gobierno: Los ministros eran relevados continuamente, debido a la influencia de la camarilla.
  • Una Crisis en la Hacienda Estatal: La deuda del Estado español era un antiguo problema, pero se agravó con la Guerra de la Independencia. Se unió el proceso de emancipación de los territorios americanos, que privaba a la Corona de unos ingresos fundamentales y obligaba al Estado a efectuar un gasto extraordinario por el continuo envío de tropas a las colonias para sofocar las rebeliones.
  • La Acción de la Oposición Política Liberal: Recurrieron a la conspiración y a la rebelión militar. La conspiración se canalizó a través de sociedades secretas como la masonería, mientras que la rebelión militar se expresó en los pronunciamientos, que fueron frecuentes a lo largo del siglo XIX. Tras varias sublevaciones, el oficial Rafael del Riego en enero de 1820 desencadenó un cambio político que inició una nueva etapa en España.

El Trienio Liberal (1820-1823)

Tras el pronunciamiento de Riego, Fernando VII firmó un decreto en el que prometía jurar la Constitución de 1812 (marzo de 1820). Se inició así el Trienio Liberal, una etapa de Gobierno en la que se intentaron aplicar las reformas aprobadas por las Cortes de Cádiz. Tuvo algunas peculiaridades muy destacables.

El Programa de Gobierno

El liberalismo debía enfrentarse ahora a la realidad social y económica de España. Se restablecieron leyes aprobadas en Cádiz, como la supresión definitiva del Tribunal de la Inquisición (1820) y la abolición del régimen señorial y los mayorazgos, que fueron suprimidos. También se abordó una reforma eclesiástica para reducir el número de monasterios y órdenes religiosas; los bienes de las órdenes eliminadas se nacionalizaron y se vendieron. Se redujo a la mitad el importe del diezmo cobrado por la Iglesia. Se aprobaron el Reglamento General de Instrucción Pública, el primer Código Penal y una nueva división del territorio español en 52 provincias.

La División del Liberalismo

Los liberales se dividieron en dos facciones cada vez más definidas:

  • Moderados: También llamados doceañistas, creían que bastaba con aplicar las medidas aprobadas entre 1810 y 1813. Los primeros gobiernos del Trienio Liberal estuvieron en manos de moderados, como Agustín de Argüelles y Francisco Martínez de la Rosa, que habían estado en el exilio y que incluso habían sido encarcelados durante la primera etapa absolutista de Fernando VII.
  • Exaltados: Eran los organizadores de la Revolución de 1820 y reivindicaban reformas más radicales. Entre los exaltados figuraban el propio Riego, Juan Álvarez Mendizábal y Antonio Alcalá Galiano. Inauguraron los movimientos populares urbanos de signo liberal.

La Oposición al Régimen Liberal

Surgió una oposición de corte conservador al régimen liberal. El rey se enfrentó en varias ocasiones a sus ministros y a las Cortes. Un sector del Ejército y de las élites del Antiguo Régimen lo apoyaban. La mayor parte del clero se oponía también a las reformas y a la desamortización y atrajo a su causa a las clases populares rurales. El campesinado no simpatizaba con el liberalismo, que convertía a los labradores en simples asalariados y contribuyentes. Los componentes de la oposición, conocidos como absolutistas, realistas o apostólicos, acuñaron el lema "Dios, patria y rey" frente a la doctrina liberal, que, según creían, traía laicismo y el desorden. La contrarrevolución realista se manifestó en distintas rebeliones militares urbanas.

Los Cien Mil Hijos de San Luis

El régimen del Trienio Liberal fue derrocado por la intervención extranjera, solicitada por el propio Fernando VII. Francia organizó la expedición conocida como los Cien Mil Hijos de San Luis. El Gobierno, sin apoyo popular, se trasladó a Sevilla y después a Cádiz, llevándose al rey consigo. El segundo período de Gobierno liberal en España volvería a fracasar.

La Reacción Absolutista (1823-1833)

No fue un simple retorno a las posiciones de Fernando VII antes de 1820. Aunque se restablecieron las instituciones de la monarquía absoluta (excepto el Tribunal de la Inquisición), durante este período el Gobierno evolucionó hacia un reformismo moderado.

La Represión Contra los Liberales

Los liberales que habían destacado durante el Trienio Liberal sufrieron una dura represión. Como alternativa a la Milicia Nacional, se creó el Cuerpo de los Voluntarios Realistas, a fin de salvaguardar el orden, la seguridad pública y la religión. La mayoría de los liberales significativos se exiliaron al extranjero, especialmente al Reino Unido, y numerosos líderes liberales (Riego, el Empecinado y José María Torrijos) fueron ejecutados.

La Radicalización de los Realistas

En el seno del grupo político realista surgió una facción ultra que promovió conspiraciones contra los ministros más moderados de Fernando VII, al que seguían considerando cautivo de los "malos gobernantes". El más importante de los movimientos realistas en esta etapa fue la revuelta de los malcontents o agraviados que tuvo lugar en Cataluña. Para sofocar la rebelión, fue preciso enviar al ejército y al propio monarca.

La Aparición de los Carlistas

Los realistas exaltados se convirtieron en carlistas a causa del pleito desencadenado por la sucesión de Fernando VII. Hasta el nacimiento de Isabel, el hermano del rey, Carlos María Isidro, había sido el heredero al trono. Meses antes del alumbramiento de Isabel, Fernando VII había hecho publicar la Pragmática Sanción. Con esta medida se hacía posible que una mujer pudiera reinar en España. Los partidarios de Carlos María Isidro aprovecharon la enfermedad del rey para provocar los llamados sucesos de La Granja. Presionaron, sin éxito, al propio Fernando VII y a su esposa para que la Pragmática Sanción fuera abolida y Carlos María Isidro pudiera reinar. Fernando VII falleció en 1833; por las mismas fechas estalló la Guerra Civil o Primera Guerra Carlista, entre los partidarios de Carlos María Isidro y los de la reina y su hija Isabel.

La Emancipación de la América Española

Rasgos Generales

La Extensión del Descontento

Las colonias españolas en América habían quedado aisladas de la metrópoli a causa de la guerra permanente con el Reino Unido; por este motivo, se les había permitido comerciar con países neutrales, dada la imposibilidad de establecer una comunicación fluida con ellas a través del Atlántico. Las colonias estaban defendidas y financiadas por los mismos criollos e indígenas que se mostraban descontentos con las medidas administrativas y fiscales adoptadas por los Borbones. En este contexto se difundieron las ideas que inspiraban la emancipación, las mismas que habían promovido la independencia de las colonias norteamericanas y la Revolución Francesa.

El Protagonismo de los Criollos

La independencia de la América española fue protagonizada por las minorías criollas y blancas. Aunque los líderes de la independencia americana eran de ideología liberal, las rebeliones que promovieron tuvieron un carácter autoritario y caudillista. Los independentistas manifestaron un escrupuloso respeto al orden estamental de la sociedad colonial.

Una Excelente Oportunidad Política

La Guerra de la Independencia y la crisis política de la metrópoli proporcionaron el pretexto: en España había un rey ilegítimo impuesto por Napoleón. En América surgieron también juntas que se opusieron al rey José Bonaparte y se sintieron legitimadas para erigirse en un poder autónomo.

Modelos Regionales Diferentes

En las distintas zonas geográficas estallaron revoluciones sin ninguna conexión entre sí. Las fuerzas políticas y sociales locales fueron decisivas en la configuración del mapa de Hispanoamérica. Los dos virreinatos más antiguos, Nueva España (México) y Perú, fueron regiones más conservadoras y fieles a la metrópoli; estos dos virreinatos fueron los últimos que se emanciparon. Los virreinatos más jóvenes, Nueva Granada y Río de la Plata, eran menos relevantes para la economía colonial y no estaban tan vinculados a la metrópoli. Ambos fueron los motores de la independencia.

Un Proceso Largo y Complejo

El proceso se prolongó desde 1808 hasta 1825, alimentándose de las sucesivas crisis políticas en España. No solo hubo rebeliones contra los españoles peninsulares, sino también guerras civiles dentro de una misma zona y conflictos entre diferentes regiones. Los indígenas y las masas populares combatieron indistintamente en el bando español y en el criollo.

El Desarrollo Regional

  • El Virreinato del Río de la Plata: La ciudad de Buenos Aires se convirtió muy pronto en un foco de rebelión: en 1810 se creó una junta independiente y se proclamó la independencia de Argentina. Desde Buenos Aires partió una expedición, al mando del general José de San Martín, que conquistó Chile.
  • El Virreinato de Nueva Granada: Caracas fue el principal foco de la rebelión liderada por Francisco de Miranda y Simón Bolívar. Tras el fracaso de diferentes proyectos de independencia, Bolívar impuso una solución militar y derrotó a los españoles en una serie de victorias decisivas que dieron lugar a los siguientes países:
    • Colombia
    • Venezuela
    • Ecuador

    Estos países no constituyeron estados independientes, sino que pasaron a constituir la República de la Gran Colombia.

  • El Virreinato de Perú: Esta región se convirtió en el centro contrarrevolucionario de América del Sur, ya que en él no triunfó ninguna rebelión, sino que sus tropas reprimieron los movimientos insurreccionales que habían ido surgiendo en Ecuador y Chile.
    • Desde el sur, el general San Martín proclamó la independencia del Perú.
    • Desde el norte, Bolívar y Antonio José de Sucre derrotaron a las tropas de la Corona española en Junín y Ayacucho.

    Esta victoria fue facilitada por la división que surgió en los leales a España entre absolutistas y liberales.

  • El Virreinato de Nueva España: Surgió un movimiento de masas con contenido social que se sublevó en nombre del rey Fernando VII. Estuvo dirigido por sacerdotes rurales. El carácter radical del movimiento asustó a los criollos y terratenientes, que colaboraron en su represión.

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