Regeneracionismo Político y Nacionalismos en España a Finales del Siglo XIX y Principios del XX
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El Regeneracionismo Político
La pérdida de las colonias en 1898 puso de manifiesto la diferencia entre la España real y la oficial, evidenciando el fracaso del sistema político de la Restauración. Las críticas de los intelectuales coetáneos del desastre se dirigieron hacia este sistema. El regeneracionismo fue una corriente política que protestaba contra un sistema político viciado y enfermo. Desde un punto de vista social, reflejaba la opinión de sectores de las clases medias y de la pequeña y mediana burguesía, que no se identificaban con un régimen al servicio de la oligarquía.
Autores Destacados del Regeneracionismo
- Lucas Mallada y Macías Picavea: precursores que analizaron la situación española en la década de 1890.
- Joaquín Costa: en su obra Oligarquía y caciquismo, señalaba que el sistema político de la Restauración había fracasado porque solo protegía los intereses de la oligarquía y que debería contar con los sectores excluidos del sistema. Para sacar a España de su atraso y contribuir a su europeización, proponía la construcción de carreteras, obras hidráulicas, escuelas, una redistribución de la tierra y potenciar la autonomía local. Consideraba necesaria una reforma social para evitar la revolución y la figura de un "cirujano de hierro" que condujera la nación al progreso.
Los regeneracionistas estuvieron influidos por Giner de los Ríos y la Institución Libre de la Enseñanza.
El Regeneracionismo en la Política
En el campo de la política, el regeneracionismo se concretó en los últimos gobiernos de María Cristina, como el conservador Silvela o el general Polavieka. También fue promovido por la Unión Nacional, dirigida por Joaquín Costa y Santiago Alba, basada en organizaciones corporativas.
En 1907, el rey nombró jefe de gobierno a Antonio Maura, quien llevó a cabo un programa de gobierno de carácter regeneracionista. Entre sus medidas destacan:
- Ley de Administración Local: para tratar de desmantelar el caciquismo y hacer participar a la "masa neutra" del país. Maura hablaba de hacer una "revolución desde arriba" para evitar una "revolución desde abajo".
- Creación de las Mancomunidades: debía suponer el primer paso para el autogobierno municipal, pero la ley no llegó a aprobarse al caer el gobierno de Maura tras los sucesos de 1909.
- Reforma social: con el objetivo de disminuir la conflictividad social, se creó el Instituto Nacional de Previsión, el cuerpo de inspectores laborales y la Ley de Huelgas.
El liberal Canalejas se propuso el mayor esfuerzo de transformación del sistema liberal en un sentido democrático. Legisló en materia social y laboral, estableciendo la duración de la jornada laboral, la supresión de los consumos, la prestación social por parte del Estado y la regulación del trabajo de mujeres y niños. Llevó a cabo una secularización de la vida política mediante la separación de la Iglesia y el Estado, y con la Ley del Candado, prohibía la instalación en España de nuevas órdenes religiosas. Con él se aprobó la Ley de Reclutamiento obligatorio y la de Mancomunidades. Canalejas fue asesinado por un anarquista en 1912.
En 1912 se fundó el Partido Republicano Reformista, liderado por el gijonés Melquíades Álvarez. Con apoyo en las clases medias, declararon la accidentalidad de las formas de gobierno, es decir, la posibilidad de aceptar la monarquía si ésta promovía una transición hacia una democracia. A partir de 1917, puede hablarse del fracaso del reformismo, que se integraría en la esfera monárquica. En ese partido estuvieron grandes intelectuales políticos como Ortega y Gasset, Manuel Azaña, Galdós y Adolfo Posada.
Nacimiento de los Nacionalismos
A finales del siglo XIX, en algunas regiones surgieron movimientos nacionalistas. Entre las motivaciones que impulsaron estos movimientos se encuentran:
- Reacción a la tendencia uniformizadora y centralizadora del Estado liberal.
- Deseo de conservar o recuperar particularismos institucionales, como los fueros.
- Renacimiento de las culturas regionales y acceso de las lenguas vernáculas a formas de expresión literaria.
- Razones de tipo social, económico y político, como el desajuste entre Cataluña y la España interior, impulsando a la burguesía catalana a un repliegue regional.
Nacionalismo Catalán
En Cataluña se partió de un movimiento cultural y literario. El primer catalanismo político partió de un republicano federal, Valentí Almirall, que presentó en 1885 el Memorial de Agravios, denunciando la opresión de Cataluña. En la última década del XIX, la Unió Catalanista encabezó un nacionalismo conservador cuyo programa se fijó en las Bases de Manresa: defendía la soberanía de Cataluña, el catalán como lengua oficial y la organización confederal de España.
Tras el desastre del 98, surgió La Lliga Regionalista, liderada por Prat de la Riba y Cambó, que promovía a la vez la regeneración política y la autonomía para Cataluña. Era un partido burgués en lo social, católico y conservador. A su lado, surgiría un nacionalismo de izquierdas, republicano.
La promulgación de la Ley de Jurisdicciones en 1906 llevó a la formalización de Solidaridad Catalana, la unión de todas las fuerzas catalanistas, que obtendría un gran éxito electoral en 1907. Pero los sucesos de la Semana Trágica frenaron esas iniciativas de unidad.
El mayor éxito del nacionalismo catalán fue la creación de la Mancomunidad de Cataluña en 1914, que, presidida por Prat de la Riba, significaba un reconocimiento de la peculiaridad catalana.
Nacionalismo Vasco
En el País Vasco, tras la derrota en la Guerra carlista, se reivindicaban los fueros. Pero además, en el origen del nacionalismo vasco está el proceso industrializador que favoreció la inmigración y la ruptura de la sociedad tradicional vasca. Se trataba de salvar la lengua (euskera, la lengua de la raza) y la cultura vascas. Por tanto, el nacionalismo vasco fue una reacción frente a la modernidad y la industrialización.
Desde sus orígenes tendrá un carácter católico integrista, heredero del carlismo. El recuerdo de las guerras carlistas impregnó el nacionalismo vasco de violencia. El fundador fue Sabino Arana, quien en 1892 publicó Bizkaia por su independencia y en 1895 fundó el Partido Nacionalista Vasco. El nacionalismo vasco fue moderando sus planteamientos a principios del siglo XX, integrando a los empresarios y reivindicando la autonomía para Euskadi.
Otros Nacionalismos
También surgieron otros nacionalismos como el gallego, el valenciano o el andaluz.