Psicología del Juego: Valores Intrínsecos en la Práctica Deportiva

Enviado por Programa Chuletas y clasificado en Psicología y Sociología

Escrito el en español con un tamaño de 4,59 KB

Valores Intrínsecos del Juego

Valor agonístico. Le da una intencionalidad competitiva, de lucha contra algo o alguien, que puede ser uno mismo.

Ciencia y arte del combate

Los elementos agonísticos desencadenan en el sujeto la participación de mecanismos cognitivos que le permiten:

  • Localización e identificación de elementos significativos del entorno, con la lógica de la auto experiencia y su posterior posible simbolización.
  • Descubrir las relaciones concurrentes en las situaciones vividas, así como las diferentes categorías de estas relaciones.
  • Estructurar jerárquicamente las relaciones y situaciones para formalizar juicios de valor, que son puestos de forma inmediata a la autocrítica de la propia acción.
  • Descubrir con la práctica la estructura del juego para diseñar su vulnerabilidad.
  • Construir distintos encadenamientos de acciones, todas ellas más o menos compatibles con la situación competitiva que se ha diseñado o vivido.
  • Tomar decisiones con más o menos riesgo, valorando estas desde las distintas opciones grupales, temporales, el compromiso físico...., y compatibles con el objetivo.
  • Controlar el nivel de autoafirmación tras la evaluación realizada.

Estas y otras funciones permiten auto configurar la personalidad agonística del deportista.

Valor lúdico

Este permite al deportista valorar la intencionalidad de su acción significante, en el atractivo de lo intrascendente, de lo festivo- social, y como tal, sujeto a algún tipo de norma más o menos sofisticada. No se trata de ganar, sino de pasarlo bien de una forma organizada. En el deporte lo lúdico equilibra el agón. Aporta voluntariedad en la participación, es síntoma de identificación personal con la práctica, que le permite practicar durante mucho tiempo esta actividad. Confronta el aspecto individual y social del ser humano, al aceptar la normativa que va en detrimento de la libertad personal, pero que por medio de su aceptación, permite al deportista socializarse.

Estas características de lo lúdico, implican la capacidad cognitiva del jugador al invitarle a:

  • La identificación de un entorno organizado por la norma, y ser consciente de las circunstancias personales que la norma diluye o potencia.
  • La aceptación tácita de la norma exige la continua elaboración de las posibles relaciones interpersonales e intergrupales que la norma induce, lo que permite declinar a veces los propios intereses en función de los del grupo.
  • Asumir compromisos personales frente a determinadas funciones motoras o no motoras que se articulan por acuerdos con el grupo con quien se comparte la práctica.
  • Descubrir estrategias y explorar nuevas formas de estructurar el espacio e interpretar las relaciones interpersonales que la norma permite, construyendo una actividad deportiva más inteligente y personalizada.
  • Analizar la génesis del micro modelo grupal estructurado por las condiciones de la norma, para establecer su posible proyección a los macro modelos sociales y leyes que la configuran.

Gracias a estos valores, la actividad lúdica de los juegos somete a las capacidades cognitivas a una constante ejercitación.

Valor eronístico

Confiera la intencionalidad de placer o gusto a la práctica deportiva. Podemos entender que algunos deportistas se sientan atraídos por deportes que entrañan riesgo, incluso peligro, otros por aquellos que implican expresión o comunicación, también por desarrollo físico o catarsis......estas opciones y otras representan aspectos proyectivos de la personalidad, ayudando a su estructuración.

¿Existe un campeón al que no le guste el deporte que practica? ¿O alguna persona que en su tiempo libre practique un deporte que no le da satisfacción?

Las situaciones vividas en la práctica eronística, ocasionan en la personalidad del practicante una huella, que puede ser transferida al resto de actividades de su vida.

No es el cuerpo el que se mueve, es la persona quien se mueve. El deporte colectivo involucra todas las estructuras de la personalidad de quien se compromete en esa acción. De este compromiso nace la posibilidad de autoeducación a través de la realización de prácticas motrices en situaciones que permitan una interacción con el entorno, en los términos inteligentes propuestos.

Entradas relacionadas: