Psicología: Explorando la Mente y la Conducta Humana

La psicología es la disciplina especializada en el estudio del ser humano en su vertiente interna, el psiquismo; y en las manifestaciones externas y observables de este, la conducta. La psicología estuvo unida a la filosofía desde la antigüedad. Cuestiones como la memoria, el pensamiento o la afectividad han sido tratados por la reflexión filosófica. Será a partir del siglo XX cuando la psicología se independiza de la filosofía.

1. La Vida Psíquica

Actividades como pensar, recordar, imaginar, enfadarse o sentir son propias de la vida psíquica.

1.1. El Problema Mente-Cerebro

El primer asunto que se nos presenta es determinar quién es el auténtico sujeto de la actividad psíquica: la mente o el cerebro. Entendiendo por mente el alma o espíritu y por cerebro el cuerpo o la materia. Para resolver este tema encontramos dos posturas diferentes:

a. Los Dualistas

Consideran que el cerebro y la mente son dos entidades relacionadas pero independientes. El cerebro sería el soporte de la mente, pero sería esta la que nos daría la conciencia de quiénes somos y mantiene nuestra identidad única a lo largo de los años. El cerebro tendría una esencia puramente material y la mente tendría una esencia de naturaleza no material. Destaca Descartes, quien la identifica con el alma.

b. Los Monistas

Lo único que existe es el cerebro, siendo todos los procesos psíquicos (pensar, imaginar, etc.) funciones propias de este, igual que la digestión es una función del estómago. Dentro de estas funciones, sería la función de la memoria la que nos da la noción de identidad y continuidad. Como consecuencia de esta posición, cuando desaparece o muere el cerebro, también desaparecería la mente (Severo Ochoa).

1.2. Distintas Corrientes Psicológicas

A. El Psicoanálisis de Freud (1856-1939): Consciente e Inconsciente

Su teoría resalta el fondo inconsciente, innato e irracional de nuestra personalidad y vincula su desarrollo a la resolución de los conflictos entre las fuerzas instintivas y las limitaciones que impone la realidad social.

Estructura y Dinámica de Nuestro Psiquismo

Freud dividió nuestra personalidad en tres estructuras: el "ello", el "yo" y el "super-yo".

• El "ello" es la parte fundamental del aparato psíquico y está muy vinculado a los procesos biológicos; es el fondo primario e instintivo de la personalidad. Está compuesto por dos fuerzas básicas:
  • Eros o instinto sexual: busca conservar la vida, a la energía interna del eros la denominó libido.
  • Tanatos o instinto agresivo: busca destruir la vida.
  El "ello" carece de lógica, es puro deseo. El único principio que sigue es la propia autosatisfacción.
• El "yo" es la parte consciente y racional de la personalidad. Surge a partir del "ello" cuando tenemos que entrar en contacto con la realidad exterior. El "yo" es el encargado de mediar entre el "ello" y el mundo. Se rige por el principio de realidad y su función es controlar y reprimir los deseos del "ello", al tiempo que decide cuáles, cuándo y cómo podrán satisfacerse teniendo en cuenta las limitaciones del mundo. Para evitar los conflictos entre el "yo" y el "super-yo", el "yo" ha elaborado mecanismos de defensa como la represión, el autoengaño, la fantasía o la sublimación, que consiste en desviar la energía del "ello" hacia actividades reconocidas como el arte, la ciencia o el deporte.
• El "super-yo" surge a partir del "yo" mediante un proceso de identificación del niño con sus padres y la sociedad. Se puede considerar que es la conciencia moral del individuo formada por todo el conjunto de normas y prohibiciones sociales que el individuo ha interiorizado en su proceso de socialización. El "super-yo" presiona al "yo" para que no ceda fácilmente a los impulsos instintivos del "ello" y, según la cultura en la que el individuo se desenvuelva, puede ser más o menos represor.

Según Freud, el pobre "yo" debe servir a tres amos rudos y debe hacer lo posible por reconciliar la exigencia de los tres: el "ello", la realidad y el "super-yo". Y así, si cede al "ello", el "super-yo" lo castiga con el sentimiento de culpa y, si no cede al "ello", cae en la ansiedad y la frustración.

B. La Teoría Conductista de Skinner

Esta teoría defiende que conocer los procesos psíquicos internos es imposible, pero que sí podemos deducir lo que ocurre en nuestro psiquismo por la conducta que manifiesta el individuo, ya que la conducta o comportamiento es un hecho observable. Para Skinner, la personalidad sería la manera habitual de comportarse de una persona en situaciones diferentes y cada rasgo de la personalidad vendría determinado por los hábitos o costumbres que manifiesta. Su tesis es que todos los hábitos son aprendidos y que pueden ser modificados por educación. La manera que propone de cambiar estos hábitos es una cuidadosa selección de refuerzos positivos o negativos, es decir, premios y castigos hasta conseguir modificar la conducta.