Protocolos de Primeros Auxilios en Situaciones de Emergencia

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¿Qué hacer si nos sorprende una tormenta eléctrica?

  • No permanecer junto a árboles, postes, antenas de radio o de televisión y objetos metálicos.
  • Alejarse de lugares elevados, entradas de grutas o corrientes de aire.
  • En general, en descampados, tenderse cuerpo a tierra.
  • Si estamos junto al coche, introducirse en el mismo con el contacto apagado y las ventanillas subidas. En estos casos, los neumáticos son buen aislante del terreno y del ambiente.

¿Cómo ayudar a una persona que ha sufrido una descarga eléctrica?

  • Autoprotección PAS (Proteger, Avisar, Socorrer).
  • Valorar ABC (vía Aérea, vía aérea, respiración y circulación) e iniciar RCP (Reanimación Cardiopulmonar) en caso de paro cardíaco.
  • Avisar al 112.
  • Efectuar las medidas generales frente a quemaduras, heridas y traumatismos con las precauciones habituales.

¿Qué hacer ante una insolación?

  • Retirar a la víctima del sol y situarla a la sombra en posición semisentada, a ser posible en lugar fresco y ventilado.
  • Aflojar la ropa y poner paños húmedos de agua fría en la frente, axilas e ingles.
  • Dar a beber pequeños sorbos de agua y líquidos isotónicos fríos, solo si el paciente está consciente.
  • Avisar al 112.

¿Qué hacer ante una situación de parto inminente?

  • Pide ayuda al 112.
  • Valora el espacio físico donde está teniendo lugar el evento para crear un entorno seguro y discreto.
  • Tranquiliza a la parturienta para favorecer su colaboración.
  • Sitúa a la mujer en decúbito supino con las piernas flexionadas y separadas, con las plantas de los pies firmemente sujetas al suelo.
  • Coloca una almohadilla debajo de sus glúteos, ya que es la posición más óptima para controlar la expulsión de la cabeza del niño y de protección del periné.
  • Extrema la higiene en la medida de lo posible.
  • Indica a la mujer la necesidad de empujar cuando aparezca la contracción para ayudar a la expulsión. El pujo debe ser intenso y mantenido, y cuando sienta la necesidad de respirar, cambiará el aire intentando no dejar de hacer fuerza con el abdomen. Entre contracciones, la mujer debe descansar y recuperarse.
  • Acompaña la salida de la cabeza sin frenar el empuje.
  • Sujeta la misma hasta que salga completamente, sin olvidarnos de la protección del periné.
  • Tras la salida de la cabeza fetal, comprueba la posible existencia de una o varias vueltas de cordón en torno al cuello. Si la vuelta está floja, se puede desenroscar para liberar el cuello.
  • Limpia la boca de secreciones con unas gasas o pañuelo, ayudándote de tu dedo índice.
  • Ayuda a la salida de los hombros; para ello, tracciona suavemente hacia debajo de la cabeza fetal con el fin de liberar el hombro superior, luego tira suavemente hacia arriba para liberar el hombro inferior.
  • Expulsión completa del recién nacido: este se coloca sobre el vientre materno y se secciona el cordón umbilical, preferiblemente cuando haya dejado de latir. Previamente hay que ligarlo en los dos extremos con el material del que dispongamos y después cortar por la zona que queda entre las dos ligaduras.
  • Una vez que ha nacido el niño, comprueba que respira y llora.
  • Abrígalo.
  • Vigila a ambos (madre e hijo) mientras llega la ayuda solicitada al 112.
  • La expulsión de la placenta no se realizará de forma inmediata, por lo que no debe preocuparte en ese momento. Generalmente, la placenta se expulsa sola; no tires nunca del cordón para ayudar a su salida porque podrías romperla y ocasionar a la mujer una hemorragia postparto grave. Si llegase a expulsarla en el lugar del parto, esta se recogerá en una bolsa y se dará al servicio de emergencia para su examen y comprobación de su integridad.

¿Qué hacer en caso de intoxicación o envenenamiento?

  • Llamar al Centro de Información Toxicológica.
  • No se debe provocar el vómito salvo que se conozca a ciencia cierta la sustancia.
  • Se puede inducir o provocar el vómito en los casos:
    • La intoxicación es debida a medicamentos.
    • Tiene su origen en la ingestión de alimentos en mal estado.
    • El cuadro se debe a venenos sólidos como setas y plantas.
    • La causa es el agua no potable.
    • Para provocar el vómito, la persona tiene que estar consciente.
  • Está contraindicado provocar el vómito cuando se trate de sustancias cáusticas (tipo ácido pH < 3 o básico > 11). No debe provocarse el vómito porque la nueva exposición al cáustico de la mucosa de la boca y el esófago podría aumentar las lesiones.

¿Qué hacer si se sabe que el paciente ingirió una sustancia cáustica?

  • Como actuación inicial de primer auxilio se puede administrar agua o leche fría en cantidad de unos 200 ml cada 3 minutos y hasta 4 vasos, con el fin de diluir el cáustico, siempre que el paciente pueda deglutir y en los primeros minutos de la ingesta. Pasados 10 minutos, esta medida ya no tiene sentido.
  • No deben utilizarse neutralizantes como el bicarbonato, vinagre o limón: liberaría tal cantidad de gas que agravaría las lesiones del esófago y estómago.

Si el paciente está inconsciente:

  • Control del ABC.
  • En pacientes conscientes, PLS (Posición Lateral de Seguridad) y abrigar a la víctima.
  • Si hay restos del tóxico en la piel o en los ojos, se lavarán con abundante agua.
  • Si la ropa está impregnada, se quita y se lava con agua la piel que estuvo en contacto con el tóxico.
  • Llevar al paciente a un servicio de urgencias.

¿Qué hacer ante una congelación?

  • Recalentamiento de la zona afectada con vendaje suelto de algodón que proporcione calor o sumergiendo el área en agua templada cuya temperatura aumentaremos progresivamente hasta no más de los 38-40 °C. Nunca se hará recalentamiento con fuentes de calor directa como radiadores, estufas o chimeneas, dado que el paciente ha perdido la sensibilidad y, por tanto, todos sus mecanismos de defensa (no siente el dolor), corriendo grave riesgo de sufrir quemaduras.
  • Reposo o elevación de la zona para prevenir edemas.
  • En congelaciones de segundo grado, no romper las ampollas.
  • Avisar al 112 y procurar un rápido traslado a un centro especializado si es posible.

¿Qué hacer ante una mordedura?

Las consultas por mordedura tienen dos picos de horarios: aquellas que se tratan en las primeras 8 h y que suelen ser heridas más severas, donde el paciente acude preocupado por la rabia o manifiesta dudas sobre el tétanos, o bien los que consultan una vez transcurrido 12 h y que presentan heridas con signos de infección. Las medidas a tomar, además de un interrogatorio dirigido, serán:

  • Limpieza profunda de la herida con grandes cantidades de agua y jabón o, si no se dispone de ello, suero fisiológico, para reducir el inóculo bacteriano sin lesionar los tejidos.
  • Las heridas en la cara o en la cabeza, las lesiones punzantes profundas, las sospechas de infección, las mordeduras de la mano y todas aquellas en que hayan transcurrido 24 h tras la mordedura deben ser valoradas por un médico para su correcto tratamiento.
  • Valorar el estado de inmunización del enfermo para establecer la necesidad de administración de vacuna antitetánica.
  • Cuando existe riesgo de rabia, la rápida y exhaustiva irrigación local con jabón y povidona yodada reducen su aparición hasta en un 90%.

¿Qué hacer en una situación de mal de altura?

El tratamiento de mal de altura se basa en el reposo, una buena hidratación y una dieta hiperglucémica, lo que suele ser suficiente para que el paciente mejore en un tiempo de entre 24-48 horas. Si la esperada mejoría no aparece, se debe organizar el descenso del paciente, siempre acompañado, y a 400 m por debajo de la cota a la que se encuentre. Si el dolor de cabeza persiste, se pueden utilizar analgésicos comunes (AAS o paracetamol), solos o con codeína en casos intensos. Si no se trata, el mal de altura puede provocar edema pulmonar y cerebral.

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