El proceso de producción: Tipos, eficiencia y función

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1. El área de producción de la empresa

Producir consiste en aumentar la utilidad de los bienes para satisfacer necesidades humanas. Esto implica realizar todas las operaciones necesarias para poner el bien a disposición del consumidor: la adquisición de las materias primas y su transformación en productos terminados, y el almacenamiento y transporte de los bienes para distribuirlos y venderlos en el momento y lugar adecuados.

Por tanto, la utilidad total de un bien se puede descomponer en cuatro tipos de utilidades que van añadiendo valor al bien:

  1. Utilidad de forma: al transformar las materias primas en productos con la forma y las cualidades que el consumidor desea.
  2. Utilidad de lugar: al situar el producto en un lugar cercano y cómodo para el consumidor.
  3. Utilidad de tiempo: al permitir que el producto esté a disposición del cliente en el momento en que lo necesite.
  4. Utilidad de propiedad: al facilitar la formalización de la venta y la entrega del producto al cliente, con el consiguiente traspaso de su propiedad.

Mientras que la utilidad de forma la crea la función productiva de la empresa, las utilidades de tiempo, lugar y propiedad las crea la función comercial. Sin embargo, no es frecuente que una misma empresa realice todas las operaciones necesarias para crear la utilidad de forma de un bien.

2. El proceso de producción

El área de producción se encarga del aprovisionamiento de los factores productivos necesarios y de su posterior transformación en bienes y servicios.

Para entender el proceso de aprovisionamiento y transformación, podemos observar todo lo que hay que hacer para producir. En primer lugar, es necesario disponer de la materia prima. A continuación, habrá que transportar esos materiales hasta el lugar donde se procesan. Una vez fabricado el producto, habrá que trasladarlo a la fábrica con otros materiales.

Aunque pueden ser distintas empresas las que lleven a cabo las actividades mencionadas, sus procesos de producción tienen una característica común: utilizan materiales más o menos elaborados, maquinaria e instalaciones, medios de transporte, etc., y trabajadores especialistas en las distintas tareas. Es decir, todo proceso de producción requiere unas entradas o factores de producción y genera unas salidas o productos. Tal proceso puede comportar cambios físicos o químicos en los materiales, un ensamblaje de componentes, etc.

3. Tipos de sistemas productivos

Si se observa la actividad productiva de las empresas, vemos que existen distintas formas de producir. Los criterios básicos que las diferencian son:

  1. Según el destino del producto: la producción puede ser por encargo, cuando la empresa elabora el bien o servicio a partir de los deseos del cliente, o para el mercado, cuando se produce para los consumidores en general.
  2. Según el grado de homogeneidad del producto: se distingue entre producción artesanal y producción en serie o en masa. En la producción artesanal, cada producto tiene sus propias características, mientras que en la producción en masa los productos son idénticos y estandarizados. Una forma intermedia entre la producción artesanal y en masa es la producción por lotes, en la que se fabrican cantidades pequeñas de una gran variedad de productos.

La producción en masa constituye el sistema de fabricación dominante en la actualidad. Sus características principales son:

  • Las máquinas y puestos de trabajo están alineados en cadena, según la secuencia lógica de las tareas que se realizan.
  • Concentra un número muy elevado de máquinas y trabajadores, que fabrican grandes cantidades de productos homogéneos.
  • Las tareas se definen de una forma muy minuciosa y existe una marcada división del trabajo.

Todo ello contribuye a reducir costes y precios, lo que ha permitido satisfacer una gran demanda de productos y ha propiciado el desarrollo de la sociedad de consumo. Hoy se utiliza cada vez más una variante más flexible de este sistema, el método "justo a tiempo", con el que se pretende satisfacer una gran demanda, pero con productos diferenciados.

  1. Según la dimensión temporal del proceso: se distingue entre producción continua e intermitente. En la producción continua, el proceso se realiza sin interrupciones. Por el contrario, la producción intermitente no requiere continuidad y las interrupciones no plantean problemas técnicos ni de costes.

La producción por encargo suele ser artesanal o por lotes e intermitente, mientras que la producción para el mercado es en masa. A su vez, en cualquiera de los sistemas expuestos, la producción puede ser simple (un solo producto) o múltiple (varios productos diferenciados).

4. Producción y eficiencia

Una vez decidido qué bien o servicio producir, hay que elegir la tecnología más eficiente para su producción, es decir, qué técnica se va a utilizar y cómo se van a combinar los factores de producción.

Por tecnología se entiende el conjunto de procedimientos técnicos, equipos y maquinaria que se utilizan en el proceso de producción, así como la forma de combinar medios humanos y materiales en ese proceso.

4.1. Eficiencia técnica y económica

Si podemos optar entre varias técnicas para lograr una misma producción, escogeremos la más eficiente, es decir, la que emplea menos factores.

Si una empresa consigue fabricar 100 pantalones con 4 máquinas en 100 horas del factor trabajo, es más eficaz que otra empresa que elabora solo 80 pantalones con esas mismas máquinas y con las mismas horas de trabajo. Por tanto, un método es técnicamente más eficiente que otros si la producción que se obtiene es la máxima posible con una cantidad de factores dada.

Pero en la práctica, lo habitual es que nos encontremos con varias combinaciones igualmente eficientes desde el punto de vista técnico. Por ejemplo, se pueden fabricar los mismos 100 pantalones en 150 horas de trabajo pero con 3 máquinas. No se puede decir si esta técnica es más o menos eficiente que la primera, porque exige más trabajo pero con menos máquinas.

Cuando existen varias combinaciones posibles para lograr la misma cantidad de producción, la elección depende del coste de los factores. Calculando sus costes y comparando, observamos qué técnica reduce costes, es decir, su eficiencia económica es mayor.

Al elegir una técnica frente a otra, estamos sustituyendo factor trabajo por factor capital, lo cual coincide con una tendencia en nuestra sociedad hacia procesos de producción cada vez más intensivos en capital.

Una forma de producir es más eficiente técnicamente que otras si logra producir una cantidad mayor de bienes y servicios con los mismos factores. Y una forma de producir es más eficiente económicamente que otras si consigue producir lo mismo pero con menos costes.

4.2. La función de producción

Una vez que sabemos cuál es la técnica más eficiente, hay que decidir qué cantidad producir. Para responder a esta pregunta, las empresas estudian su función de producción. Veamos un ejemplo de una empresa que produce pantalones.

Un trabajador pasa de 0 a 15 pantalones al día. Este aumento refleja el producto marginal (PM) de ese trabajador, es decir, lo que añade a la producción ese trabajador. Con un segundo operario, la producción llega a 34 pantalones, aumentando el PM a 19 unidades. Que el PM del segundo trabajador sea mayor no se debe a su mayor talento o esfuerzo, sino a las ventajas de la división técnica del trabajo.

La función de producción indica cómo varía la producción cuando aumenta alguno de los factores, manteniéndose constantes los demás.

4.3. Los rendimientos decrecientes

Como hemos visto, contratando más trabajadores no siempre se obtiene el mismo rendimiento. Si nos fijamos, al pasar de 0 a 1 o de 1 a 2, la producción añadida va en aumento; esto es, los rendimientos son crecientes. Pero al pasar de 2 a 3 y siguientes, la producción de pantalones adicionales disminuye; es decir, los rendimientos son decrecientes. Esto se explica porque, a medida que se contrata más trabajo, las instalaciones se comparten entre más trabajadores y llega un momento en que la limitación de espacio y de equipos hacen que el PM empiece a disminuir.

Según el principio económico de los rendimientos decrecientes, el PM de un factor de producción comienza a disminuir a partir de un determinado punto, a medida que se utiliza una mayor cantidad de él, si se mantienen constantes los demás factores.

Para una empresa, comprender este concepto es importante, porque ayuda a decidir cuántos trabajadores se deben contratar a corto plazo, a partir de una situación dada.

A largo plazo, la cuestión varía, ya que podríamos construir una fábrica mayor o introducir nuevas técnicas de confección de pantalones, etc., y aumentar así nuestras posibilidades productivas, lo que daría lugar a una nueva función de producción.

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