Problemas Históricos y Fracaso de la Modernización en España: Un Recorrido por su Evolución Sociopolítica
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1.1. El Fracaso de la Modernidad y los Problemas Histórico-Políticos Fundamentales de la España Contemporánea
Para situar la evolución reciente de la sociedad española en un contexto significativo, es necesario aludir a los problemas históricos irresueltos de la contemporánea historia de España.
La Conformación de una Identidad Peculiar
Según Américo Castro, en su tesis "La realidad histórica de España", la prolongación de la Reconquista durante más de 8 siglos y el lento avance de la frontera de norte a sur de la península Ibérica habrían sido los procesos clave de conformación histórico-cultural de una peculiar identidad hispánica. Esta identidad se caracteriza por una cierta mentalidad heroica y una actitud, a menudo, despectiva ante el trabajo manual y la ciencia aplicada. Estas condiciones no fueron propicias para el arraigo social de la laboriosidad que en Centroeuropa fue un factor decisivo en la aparición del capitalismo.
Estructura Social Desigual y Cultura Política Violenta
Este proceso originó:
- Una estructura social desigualitaria, con la consolidación de una aristocracia terrateniente y campesinos sin tierras que dependían de los señores.
- Una cultura política muy proclive a la resolución de conflictos mediante la violencia.
La Expansión en América y el Refuerzo del Estado
Simultáneamente al cierre de la frontera en Granada en 1492, se abre una amplia etapa en América, donde encuentran campo abierto los ímpetus aventureros y heroicos de muchos españoles, motivados por su situación de pobreza.
A partir de los Reyes Católicos, los monarcas españoles refuerzan los aparatos del Estado a costa de la represión de las legítimas peculiaridades político-culturales y religiosas de importantes minorías existentes en el país.
Intolerancia Religiosa y Aislamiento Cultural
La expulsión de los judíos y luego de los moriscos es consecuencia de una dogmática imposición, no de la unidad, sino de la uniformidad. Esto contrasta con la Europa de la Reforma protestante, que empezaba a convertirse en una cultura pluralista, es decir, más moderna.
Frente a la modernización cultural europea, los escasos focos reformistas que se dan en España son aplastados por la Inquisición.
El frustrado intento de homogeneización cultural termina por convertirse en un autoaislamiento político, fomentado por las instituciones eclesiásticas. La intolerancia religiosa se extiende a todos los ámbitos, dificultando gravemente la convivencia pacífica entre ideologías diferentes y convirtiendo en enemigos a quienes deberían haber sido adversarios.
Proclividad a las Formas Políticas Dictatoriales y Estancamiento Económico
Desde la perspectiva histórico-sociológica de Barrington Moore Jr., España adolece claramente de una cierta "proclividad" histórica a las formas políticas dictatoriales, como se observa en la evolución histórica de España entre los siglos XVIII y XX.
A lo largo de estos siglos, no aparece una clase burguesa propiamente dicha y, en gran parte del territorio del Estado, no hay un número suficiente de propietarios medios. Esto fomenta en la empobrecida clase trabajadora rural, muy mayoritaria, un conjunto de valores próximos al fatalismo y, en general, a una mentalidad estamental.
Todo ello, aparejado con una Iglesia católica cada vez más poderosa y enriquecida, grandes propietarios absentistas y un desprecio hacia las actividades comerciales, financieras o industriales, que se consideraban impropias de una persona bien nacida. Vicens Vives verá en el estancamiento la razón última del fracaso de la revolución industrial en España.
Pérdida de Hegemonía y Repliegue Cultural
La paulatina pérdida de la antigua hegemonía política y militar española acelera el repliegue de la cultura sobre sí misma. Los intentos de reforma y modernización desde arriba de Carlos III no tienen continuidad tras su reinado. La incompetencia de la nobleza y su aferramiento a los viejos valores le hacen perder gran parte de sus funciones y, por tanto, su influencia. El predominio de la Iglesia católica en la cultura secular influye mucho más que en ningún otro país occidental.
El Fracaso de la Modernización: Siglos XVIII y XIX
El fracaso de la modernización es el rasgo sociológico más relevante de la evolución histórica de España durante los siglos XVIII y XIX.
España se queda al margen de los grandes acontecimientos históricos que los países europeos viven a lo largo de los siglos XVII al XIX: las revoluciones burguesas, la Reforma protestante y el desarrollo de la ciencia empírica.
La Ilustración del siglo XVIII es tardía e insuficiente.
Así, mientras en Europa se desarrolla el capitalismo, la sociedad industrial y su correspondiente estructura política, el Estado liberal democrático de Derecho, España se aísla de Europa y apuesta por unos valores tradicionales precapitalistas, anclados en una religiosidad.
Razones del Fracaso de la Revolución Industrial
La revolución industrial en España se salda con un fracaso global. Cuatro serían las principales razones de este fracaso:
- La falta de revolución agrícola que precediera a la Revolución Industrial. De esta forma, se cegó la fuente principal de capital, que hubiera podido ser trasvasado más adelante a la inversión industrial.
Un grupo de historiadores ha investigado sobre los orígenes del atraso económico español, remontándose al siglo XVIII para encontrar una explicación al fracaso de este cambio que marginaba evidentemente a España de la Europa Occidental.
La agricultura castellana habría producido una considerable acumulación de capital, y lo mismo el comercio marítimo. Pero habría faltado la presencia de técnicos artesanos y un mercado nacional donde dar juego a los resultados de la inversión. Este capital se invirtió escasamente en la industria y una buena parte de los beneficios volvieron al extranjero. El capital extranjero no tuvo preferencia por las inversiones en España.
En cuanto a la alfabetización, las desamortizaciones de Mendizábal y Madoz desmantelaron la enseñanza elemental.
- Las dificultades del comercio tras la emancipación de las colonias americanas. Durante la segunda década del siglo XIX disminuyeron la actividad comercial y los ingresos de Hacienda Pública.
- Una inadecuada ordenación de los transportes. Las mayores inversiones se realizaron en el ferrocarril, pero su rentabilidad fue y sigue siendo escasa.
- La relativa debilidad de la industria textil y siderúrgica, bastante dependiente de las potencias industriales vecinas más sólidas, especialmente Inglaterra y Francia.
Colapso Político, Social y Económico y Surgimiento de Nacionalismos
De este modo, a partir del siglo XVIII se produce un colapso político, social y económico del que España se recupera solo parcialmente en el siglo XIX, pero que acaba en los años 20 y 30 con la Guerra Civil.
A partir de la segunda mitad del siglo XIX surgen los nacionalismos periféricos, primero en Cataluña y más tarde en el País Vasco. Ello responde a la existencia de una cierta modernización industrial capitalista en esas regiones, pero que no alcanza al resto de España.