Pro marcelo cicerón
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El bagaje de discursos de que disponemos como testimonio directo de la
Elocuencia romana es muy escaso. Afortunadamente contamos con el caso
Excepcional de Cicerón. Cicerón es la oratoria romana. Sin él no sólo nos
Faltaría el material de sus discursos, sino también la doctrina básica, los
Fundamentos teóricos de la elocuencia y la mayor parte de las noticias sobre los
Oradores que le precedieron. LA ORATORIA ANTES DE CICERÓN: La oratoria romana
Anterior al siglo II a. De C. Nos es prácticamente desconocida. Cicerón reséña
Unos nombres de personajes, entre los cuales destaca Apio Claudio el Ciego,
Político, militar, gramático y poeta. Entre los siglos III y II a. De C. Vivieron
Los primeros oradores de los que nos queda algún testimonio de discursos
Realmente pronunciados. Se trata de discursos pertenecientes al género de las
Laudationes fúnebres, discursos que solían pronunciar en los funerales las
Personas más allegadas al difunto. Cicerón dice de ellos que falseaban la
Historia, acumulando sobre el difunto honores inexistentes o inmerecidos. Entre
Estos oradores destacan Quinto Fabio Máximo, Quinto Cecilio Metelo y Lucio
Emilio Paulo. En el siglo II a. De C. Se acrecientan los contactos romanos con
Grecia, que se convertirá en provincia romana en el 146 a. De C. En la primera
Mitad del siglo II a. De C. Se produce una avalancha de intelectuales griegos
Sobre Roma. Gracias a la influencia de estos intelectuales se consolidó la
Oratoria romana. Paradójicamente la oratoria romana de este siglo tiene sus
Principales representantes en dos figuras diametralmente opuestas en mentalidad
Y formación: Catón y Escipión Emiliano. Marco Porcio Catón, nacionalista a
Ultranza y enemigo de todo lo griego, representa la «conciencia moral» de la
Sociedad de su tiempo. El eje de su oratoria es precisamente esa preocupación
Moral: fustiga constantemente la corrupción de las costumbres, el lujo de las
Mujeres, los despilfarros de los banquetes, la corrupción administrativa.
Define al orador como ‘vir bonus dicendi peritus’. Se preocupa más del
Contenido que de la forma, aunque conoce las normas retóricas y las utiliza
Cuando lo cree conveniente. Escipión Emiliano y su círculo representan la
Impregnación de la cultura romana por la griega. Profesan igualmente una moral
Elevada, inspirada por un humanismo de raíz filosófica. La oratoria de Escipión
Es fina, elegante, señorial, destacando, entre los fragmentos conservados, los
De tono moralizante. Íntimo amigo de Escipión fue Gayo Lelio, al que Cicerón
Considera superior en elocuencia a Escipión. Contemporáneo de ellos es Sulpicio
Galba, el mejor orador de su tiempo, según Cicerón. Gran orador fue también
Metelo Macedónico, uno de cuyos discursos fue leído públicamente por Augusto
Más de un siglo después para apoyar su ley sobre la obligación de casarse y
Tener hijos. Más jóvenes son los hermanos Tiberio y Gayo Graco, oradores
Vibrantes, de formación griega. Famosos fueron los discursos de ambos en defensa
De reformas sociales y de los derechos del pueblo. De finales del siglo son
Marco Antonio y Licinio Craso. M. Antonio estudió en Atenas y en Rodas; en sus
Discursos buscaba ante todo emocionar y conmover. Licinio Craso sabía utilizar,
Según los casos, la gravedad y el patetismo o la ironía y la chanza. CICERÓN Y
SU ENTORNO: Los problemas sociales y políticos, surgidos en tiempos de los
Graco, van a acentuarse progresivamente en el siglo I a. De C., hasta culminar
Con la desaparición de la república. Estos problemas, con el enfrentamiento de
Los partidos y el papel cada vez más preponderante del pueblo, determinaron un
Fuerte desarrollo de la elocuencia. Por otro lado, el desarrollo de la poesía y
El progreso de la retórica hacen brotar en el campo de la elocuencia la
Consideración de que un discurso es una obra de arte y merece ser escrito con
Sujeción a las reglas del género y publicado como cualquier obra literaria. Las
Tendencias artísticas de la oratoria son fundamentalmente dos: la escuela
Asíática, que gusta de períodos largos, grandilocuentes, la expresión muy
Adornada, con gran cuidado del ritmo oratorio; y la escuela ática, que se
Distingue por la desnudez de la expresión, por el desprecio del ornamento y de
Todo patetismo. Quinto Hortensio, máxima estrella del foro romano hasta que fue
Eclipsado por Cicerón, es el mayor representante del asianismo. Cicerón (106-43
A. De C.) aúna lo mejor del asianismo y del aticismo. Su genio oratorio forma
él solo una escuela. Su expresión es ornamental o desnuda, ajustándose a lo que
Exijan las circunstancias. Cicerón nacíó en Arpino, de una familia de clase
Media. Recibíó su formación en Roma y la completó en Grecia. Vive en el medio
Siglo final de la república, época de grandes convulsiones internas: guerra
Civil entre Mario y Sila, rebelión de Espartaco, guerra contra los piratas,
Conjuración de Catilina, Guerra Civil entre César y Pompeyo... Todos estos
Sucesos los vive de cerca, interviniendo decisivamente en algunos de ellos. En
La Guerra Civil estuvo del lado de Pompeyo. César, vencedor, lo perdónó
Generosamente; pero él se retiró a la vida privada para dedicar sus últimos
Años a la redacción de su obra filosófica. A la muerte de César, Cicerón
Retorna a la política, pronunciando sus Filípicas contra Marco Antonio, que
Había recogido la herencia de César. Esto le costó la vida a manos de los
Sicarios de aquél. Pueden dividirse en judiciales, pronunciados ante un
Tribunal como abogado defensor o acusador, y políticos, pronunciados en el
Senado o en el Foro. Entre los primeros destacan:- In C. Verrem (70 a. De C.):
Los sicilianos encargan a Cicerón la acusación de concusión y extorsión contra
Su exgobernador, Gayo Verres. Las Verrinas lanzaron definitivamente a Cicerón
Hacia la fama.- Pro Caelio (56 a. De C.), en defensa de su joven amigo Celio,
Acusado de querer envenenar a Clodia, hermana de Clodio, mortal enemigo de
Cicerón.- Pro Milone (52 a. De C.), en defensa de Milón, que había dado muerte
A Clodio en un encuentro entre bandas rivales.- Pro Archia poeta (62 a. De C.).
Toma como pretexto la defensa del poeta griego Arquías, al que se acusaba de
Usurpación del derecho de ciudadanía, para hacer un elogio entusiasta de las
Letras en general y de la poesía en particular. Entre los discursos políticos
Destacan:- Pro lege Manilia o De Imperio Cn Pompei (66 a. De C.). Apoya Cicerón
La propuesta del tribuno Manilio para que se conceda a Pompeyo el mando supremo
De las tropas romanas en la guerra contra Mitrídate:- In L. Catilinam (63 a. De C.). Catilina, candidato al consulado, junto con
Cicerón, no es elegido, y trama una conjuración para hacerse con el poder,
Incluyendo en ella el asesinato de Cicerón. Éste pronuncia cuatro discursos en
El Senado acusando a Catilina y ordenando ejecutar a sus cómplices. Estos discursos
Le valieron una gloria apoteósica y le granjearon el apelativo de ‘padre de la
Patria’.- In M. Antonium orationes Philippicae (44-43 a.
De C.). Discursos contra
Marco Antonio, llamados Filípicas en homenaje a los discursos del orador griego
Demóstenes contra Filipo de Macedonia. Para muchos, estos discursos constituyen
Sus mejores piezas oratorias. Teoría y práctica se funden en Cicerón de manera
Admirable. Además de los discursos más perfectos, nos ha dejado las mejores
Obras sobre oratoria, en las que enseña cómo se forma un orador y cómo se
Compone un discurso. Tres son sus principales obras retóricas:- Brutus,
Titulada con el nombre de la persona a quien está dedicada. Se trata de una
Historia de la elocuencia en Roma, desde los orígenes hasta su época, precedida
De una pequeño resumen sobre la elocuencia en Grecia.- De oratore y Orator
Tratan de la formación del orador y la técnica del discurso. Cicerón opina que
El perfecto orador ha de ser una combinación de tres factores: disposición
Natural, cultura profunda y
Conocimientos de la técnica del discurso. Esta técnica se expone con amplitud
En el De oratore, y abarca cinco puntos fundamentales:1.Inventio:búsqueda de
Argumentos apropiados. 2.Dispositio: distribución de esos argumentos. 3.
Elocutio: arte de utilizar la expresión formal, las palabras y las figuras más
Convenientes. 4. Memoria: para recordar cada cosa en el lugar apropiado. 5.
Actio: todo lo relacionado con el aspecto físico en el momento de pronunciar el
Discurso (gestos, tono de voz, etc.). El discurso como tal tiene también
Diversas partes: 1. Exordium: introducción. 2. Narratio: exposición del tema.
3. Argumentatio: 31: probatio: aportación de argumentos, 32: refutatio:
Refutación de objeciones reales o posibles. 4. Peroratio: conclusión destinada
A ganarse a los jueces o al auditorio. Cada una de estas partes exigía un
Método y una técnica adecuados para alcanzar la finalidad de todo discurso:
Instruir, agradar, conmover y convencer. El Orator se centra más en la
Elocutio: figuras de dicción y de pensamiento, elementos de la expresión,
Armónía de la frase, ritmo oratorio, etc. LA ORATORIA DESPUÉS DE CICERÓN. A
Partir de Augusto desaparecen las condiciones que habían producido el auge de
La oratoria y, por tanto, desaparecen los grandes oradores. La causa profunda
De la muerte de la oratoria en Roma en la época imperial no es otra que la
Desaparición de la libertad política. Al asumir los emperadores el poder total,
La vida política de Roma, que antes se desarrollaba en el foro, desaparece, y
Con ella la oratoria. La eloquentia se convierte entonces en declamatio,
Retirándose del foro al interior de las escuelas de retórico.Este mundo de las
Escuelas de declamación nos lo ha transmitido Séneca el Mayor, padre del filósofo,
En la obra Oratorum et rhetorum sententiae, divisiones, colores, que divide en
Dos partes: Controversiae y Suasoriae. Las suasoriae eran propias de los
Principiantes y consistían en consultas imaginarias dirigidas a personajes
Históricos que, en determinadas situaciones, deben tomar una decisión
Importante; el aspirante a orador compónía un discurso con las razones en pro y
En contra que debía sopesar el personaje. Las controversiae pertenecían a un
Nivel más avanzado y solían tener contenido jurídico: eran debates de leyes en
Oposición, de razones jurídicas en favor y en contra. En las postrimerías del
Siglo I d. De C. Surge una reacción contra la oratoria retoricista y un intento
De retornar al clasicismo ciceroniano. El mayor valedor de esta tendencia es
Marco Fabio Quintiliano, que nacíó en España y estudió en Roma, donde abríó una
Escuela de retórica. Quintiliano, el más importante educador de Roma, nos ha
Dejado, con su Institutio oratoria, el tratado de retórica más completo de toda
La antigüedad. No sólo se preocupaba de la técnica oratoria, sino de la
Formación del orador desde que nace hasta la cumbre de su carrera. Su teoría y
Sus métodos tienen como modelo supremo.También Cornelio Tácito, en su Dialogus
De oratoribus (comienzos del siglo II), se preocupa de la decadencia de la
Oratoria. Alude a las condiciones políticas de falta de libertad, y su postura
Es de un pesimismo resignado: hay que aceptar el régimen imperial y el
Consiguiente declive de la elocuencia en aras de una mayor estabilidad y una
Mayor paz. En época imperial la única elocuencia pública posible es la
Elocuencia de funcionarios, que acumulan sobre el emperador todos los elogios
Posibles. El mejor ejemplo de este tipo de oratoria es el Panegírico de
Trajano, de Plinio el Joven. También Cornelio Frontón, de origen africano,
Pronunció discursos en elogio de Adriano y de Antonino Pío. De la misma época
Es Apuleyo, del que poseemos la única muestra de elocuencia judicial bajo el
Imperio: su Apología, discurso pronunciado para defenderse de la acusación de
Haber obtenido la mano de una rica viuda con artes mágicas. En los siglos
III-IV surgíó la colección de Panegyrici Latini, doce discursos en honor de
Diversos emperadores, desde Maximiano Augusto hasta Teodosio. En el siglo IV vive
El último de los grandes oradores latinos paganos: Aurelio Símmaco. Pronunció
Panegíricos de los emperadores Valentiniano I y Graciano. Fue el último gran
Defensor de las tradiciones romanas frente al cristianismo que lo invadía todo.