Primeras Civilizaciones Urbanas: Egipto y Mesopotamia
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Primeras Civilizaciones Urbanas
Como hemos señalado, en los valles de los grandes ríos, Nilo en Egipto y Éufrates y Tigris en Mesopotamia, se desarrolló desde comienzos del tercer milenio a.C. la revolución urbana, dando lugar a las primeras culturas urbanas de las que poseemos documentos escritos.
- A lo largo de casi toda la historia, Egipto mantiene una trayectoria única, consecuencia en gran medida de su propia situación geográfica. Este hecho confiere a su cultura una acusada personalidad.
- Mesopotamia, en cambio, se configura como un lugar de paso de diversos pueblos a lo largo del tiempo, hasta el punto de que podemos hablar de culturas mesopotámicas.
Pero pese a los rasgos que las diferencian, estas culturas presentan numerosas características comunes, al ser el resultado de un proceso histórico semejante: el paso desde las formas de vida neolíticas hasta el mundo variado que en ellas se desarrolla, organizando desde las ciudades existentes en cada territorio.
Las Actividades Económicas
La Agricultura: Base de la Economía
Situadas sobre fértiles terrenos aluviales, las primeras culturas urbanas presentan como base principal de sus economías una agricultura intensiva que permite la obtención de numerosos excedentes.
Fue necesaria la correcta organización del trabajo agrícola, así como la realización de numerosas obras hidráulicas que permitieran regular y aprovechar las crecidas anuales que experimentan los grandes ríos.
Se obtiene una producción diversificada en la que destacan los cereales y los cultivos de huerta.
Esta agricultura de regadío se vio facilitada por la introducción de numerosas innovaciones técnicas: la yunta de bueyes y un tipo primitivo de arado, el carro de cuatro ruedas y el barco de vela, y un diversificado instrumental agrícola.
Otras Actividades Económicas
El incremento de los excedentes posibilitó que una parte de la población activa pudiese quedar al margen de la realización de tareas agrícolas, dedicándose a otras actividades económicas. Entre estas destacaban las de carácter artesanal, realizadas en talleres especializados.
Por otro lado, surgen también los comerciantes y mercaderes dedicados al intercambio de productos, con lo cual en las primeras sociedades urbanas se desarrolló un tipo de comercio de ámbito mucho más amplio, con el que podían exportar e importar los productos necesarios. Todas estas actividades no agrícolas tienen su centro en las ciudades, desde donde se organizan los intercambios a través de los mercados.
Aspectos Sociales y Políticos
La Organización Social
Las primeras culturas urbanas presentan una organización social semejante, con escasas variantes, en las que se diferencian cuatro niveles:
- El plano más elevado lo constituye una clase superior formada por gobernantes, altos jefes de la administración y el ejército, y los principales cargos sacerdotales. Esta clase ocupa el poder político y vive muy diferente al resto de la población; habita en cómodas residencias y se entierra en tumbas de grandes proporciones.
- El segundo es la clase social formada por funcionarios, sacerdotes de menor rango, soldados profesionales, artesanos especializados, comerciantes y algunos otros profesionales, como los médicos.
- En tercer lugar, la gran mayoría de la población es campesina y vive en condiciones de semiesclavitud, aunque se dieron situaciones muy diversas. Así, en Egipto coexistieron el pequeño propietario libre y el campesino no propietario sometido a prestaciones de trabajo en tierras del Estado o de los templos.
- Por último, la base de la sociedad está formada por los esclavos, carentes de libertad personal y que han llegado a esta situación por herencia familiar, como prisioneros de guerra, por deudas e incluso por venta personal.
La Organización Política
En relación con la organización social antes descrita, las formas de organización política se caracterizan por la existencia de sistemas políticos donde el gobernante, que dispone de amplios poderes, es considerado un representante de la divinidad en la tierra e incluso un dios viviente.
Para apoyarlo en las tareas de gobierno, se crea un aparato estatal dirigido desde la corte o palacio real y dirigido por funcionarios de diversas clases, encargados de controlar el territorio, de recaudar impuestos en especie, de administrar justicia, etc.
El desarrollo del Estado se complementa con la aparición de leyes escritas que regulan taxativamente las relaciones sociales. Entre ellas, el Código de Hammurabi de Babilonia es la más antigua recopilación que conocemos, la cual recoge numerosos aspectos de la vida en sociedad.