La Primera República Española (1873-1874): Un Breve Periodo de Inestabilidad
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La Primera República Española (1873-1874)
La última etapa política del Sexenio Democrático fue la Primera República. Su duración no alcanzó un año: se proclamó en febrero de 1873 y fue derrocada por un Golpe de Estado en enero de 1874. Podemos dividirla en tres fases:
1ª Etapa: Proclamación de la República
El 11 de febrero de 1873, Amadeo I de Saboya, incapaz de enfrentarse a los conflictos que las circunstancias le plantearon, renunció y abandonó España, dejando una impresión de país ingobernable y contrario a una monarquía democrática.
Ante este hecho, se decidió someter a votación la proclamación de la Primera República, que fue aprobada el mismo 11 de febrero de 1873 con 258 votos a favor frente a 32 en contra. El republicano federal Estanislao Figueras se convirtió en presidente de ese gobierno. El tipo de sufragio de aquellas votaciones era sufragio universal masculino.
Sin embargo, los datos antes mencionados eran una simple ilusión del apoyo republicano, debido a que la mayoría de la cámara era monárquica y su voto a favor de la república solo supuso una estrategia para ganar tiempo para organizar el retorno de los Borbones.
El 10 de mayo, el gobierno convocó elecciones a Cortes Constituyentes, que resultaron en 343 escaños para republicanos federales y 31 para el resto de fuerzas políticas. Las otras fuerzas políticas que conforman el 31% restante, y que no participaron en las elecciones, fueron los carlistas (en guerra desde 1872), los monárquicos alfonsinos de Cánovas del Castillo y los republicanos unitarios. Esto será decisivo para comprender qué pasará con los años. La representatividad de esta victoria resultó ser engañosa puesto que más del 60% del electorado se abstuvo.
2ª Etapa: República Federal
El 1 de junio de 1873 se abrió la primera sesión de las Cortes Constituyentes y comenzó la presentación de propuestas. El 8 de junio se aprobó la propuesta con el voto favorable de 219 diputados y solamente 2 en contra, proclamándose ese día la República federal en manos de Estanislao Figueras. Figueras dimitió a los pocos días debido a las presiones internas y a la inestabilidad política, huyendo a París. Le sucedió el también federalista Francisco Pi y Margall, cuyo propósito era emprender grandes reformas. Entre sus proyectos se encontraban la reforma agraria, la descentralización administrativa y la implantación del federalismo.
El 16 de junio se eligió una comisión de 25 miembros que debía elaborar la nueva Constitución. El proyecto de Constitución Federal de la República Española, cuya redacción se atribuye principalmente a Castelar, seguía la línea de la Constitución de 1869 en cuanto a la implantación de la democracia y al reconocimiento de amplios derechos y libertades, además de mantener las dos cámaras (el Senado y el Congreso) y la libertad de culto. El aspecto más novedoso era la estructura del Estado: la Nación española quedaba dividida en 17 Estados regionales, entre ellos Cuba. Estos Estados tendrían autonomía económica, administrativa y política, siempre y cuando fuera compatible con la existencia de la Nación. Esto sería el origen de las futuras propuestas nacionalistas.
A su vez, la Primera República tuvo que enfrentarse a graves conflictos bélicos:
- Tercera Guerra Carlista:
La Tercera Guerra Carlista se desarrolló en España entre 1872 y 1876 entre los partidarios de Carlos (duque de Madrid), de Amadeo I de Saboya, de la Primera República y de Alfonso XII. Se desarrolló sobre todo en el País Vasco, Cataluña, Navarra, norte de Aragón y Valencia. La proclamación de la Primera República española hizo que muchos monárquicos isabelinos se pasaran al bando carlista. Las tropas gubernamentales impidieron la extensión del conflicto a las ciudades, pero fueron incapaces de acabar con tal inestabilidad.
- Guerra en Cuba:
También conocida como la Guerra de los Diez Años, fue iniciada la noche del 9 al 10 de octubre de 1868 en una finca de Carlos Manuel Céspedes con el “Grito de Yara”, con los objetivos de conseguir la independencia de Cuba y abolir la esclavitud. Los criollos eran partidarios de Alfonso XII, por lo que los intentos de solucionar el problema mediante la nueva estructura federal, por parte de los republicanos, no funcionó. La Guerra finalizó –sólo temporalmente– en 1878 con la inestable y débil Paz de Zanjón, ya en época de la Restauración monárquica.
- Sublevación Cantonal:
Fue un conflicto grave que se produjo en el breve período republicano. El cantonalismo era un fenómeno complejo que aspiraba a dividir el Estado en cantones (estados independientes voluntariamente federados en la Federación española), como consecuencia de aplicar de una forma radical y directa la estructura federal. A lo largo del mes de julio se proclamaron los cantones de Cartagena, Sevilla, Cádiz, Granada, Málaga, Bailén, Andújar, Tarifa, Algeciras, Castellón, Valencia, Alicante, Torrevieja, Almansa y Salamanca. Los protagonistas de los levantamientos cantonalistas eran un conglomerado social compuesto por artesanos, pequeños comerciantes y asalariados, dirigidos por federales intransigentes. Pi y Margall se opuso a sofocar la revuelta por las armas y dimitió.
Sustituido por Nicolás Salmerón, éste inició una acción militar contra el movimiento cantonalista que acabó rápidamente con la insurrección (excepto en Cartagena). Salmerón dimitió a principios de septiembre por negarse a firmar penas de muerte. La presidencia recayó en Emilio Castelar, republicano unitario mucho más conservador. Castelar, con una visión centralista del Estado, suspendió las garantías constitucionales y gobernó de forma autoritaria para restablecer el orden.
3ª Etapa: Fin de la Experiencia Republicana
El giro conservador que dio el gobierno de Castelar hizo que éste no tuviese mayoría en las Cortes, lo que le llevó a gobernar autoritariamente. Ante ello, Figueras, Pi y Salmerón llegaron al acuerdo de plantear una moción de censura al gobierno de Castelar para forzar su dimisión. El 3 de enero de 1874 se abrieron las Cortes y el gobierno de Castelar fue derrotado por 120 votos contra 100. Sin embargo, el general Manuel Pavía (de ideología conservadora y monárquica), dio un Golpe de Estado. Exigió la disolución de las Cortes republicanas. Apenas hubo resistencia, lo que muestra la debilidad de la República, que apenas tenía una base social donde apoyarse. Los meses siguientes el poder estuvo en manos de una coalición de unionistas y progresistas encabezada por Serrano, que intentó estabilizar el régimen republicano conservador.
El 29 de diciembre de 1874, el pronunciamiento militar de Arsenio Martínez Campos en Sagunto proclamó rey de España a Alfonso XII. El 1 de diciembre del mismo año, el príncipe Alfonso de Borbón firmó el Manifiesto de Sandhurst, redactado por Cánovas del Castillo. Se iniciaría así un régimen de signo conservador y católico que “garantizaría” el funcionamiento del sistema político liberal y restablecería la estabilidad política y el orden social. Comienza la época de la Restauración monárquica bajo Alfonso XII y el turnismo político.