Prevención de Drogodependencias: Ámbito Familiar, Escolar y Comunitario

Drogodependencias y otras adicciones. Legislación y recursos en la Comunidad Valenciana. Programas de prevención en las drogodependencias en el ámbito social, escolar y familiar. Recursos de intervención.

Definiremos la drogodependencia como “el estado físico y a veces psíquico causado por la acción recíproca entre un organismo vivo y una droga, que se caracteriza por modificaciones del comportamiento y otras reacciones, que comprenden siempre un impulso irreprimible a tomar la droga en forma continuada o periódica a fin de experimentar sus efectos psíquicos y a veces para evitar el malestar producido por su privación”.

Una vez instaurado un consumo habitual de drogas aparecerán toda una serie de reacciones psicológicas y fisiológicas (dependencia, tolerancia, síndrome de abstinencia), que fortalecerán a su vez la conducta adictiva: ya no se consume únicamente por placer (refuerzo positivo) sino para evitar el malestar que produce el no consumir (refuerzo negativo).

La dependencia psíquica, elemento central de todas las adicciones, es la más difícil de abordar terapéuticamente y responsable en última instancia de las recaídas post-tratamiento.

Legislación y recursos en la CV

Marco normativo básico:

• Ley 3/1997, de la GV, sobre drogodependencias y otros trastornos adictivos.
• Decreto 1/2003, de la GV, por el que se aprueba el texto de la ley de drogodependencias y otros trastornos adictivos.

Asistencia sanitaria:

• Orden 7 de julio de 1997, de la Conselleria de Sanidad, por las que se crean las unidades de conductas adictivas, en determinadas áreas de salud de la CV.

Acreditaciones de centros y servicios:

• Decreto 47/1998, del Gobierno Valenciano, sobre registro y acreditación de centros y servicios de atención y prevención de las drogodependencias y otros trastornos adictivos, en la CV.

Publicidad:

• Decreto 57/1998, del GV, por el que se establecen las normas reguladoras de la inclusión de mensajes de advertencia sobre la peligrosidad del uso o abuso de bebidas alcohólicas y de tabaco en la publicidad de estos productos.

Plan Autonómico sobre Drogodependencia y otros Trastornos Adictivos. Recursos en la CV.

El modelo de intervención en drogodependencias y otros trastornos adictivos de este plan, persigue como objetivo final facilitar la accesibilidad de los usuarios de drogas y los que presenten otros trastornos adictivos, así como de sus familiares y entorno afectivo, al conjunto de prestaciones socio-sanitarias-educativas del sistema público de atención y prevención de las drogodependencias y otros trastornos adictivos en la CV.

A los efectos del PAUDTA, y de conformidad con lo establecido en el art. 3 del Decreto 47/1998, son centros y servicios de atención y prevención los siguientes: unidades de conductas adictivas, unidades de alcohología, unidades de desintoxicación hospitalaria, centros de día, unidades de deshabituación residencial, centros de encuentro y acogida, unidades de prevención comunitaria y unidades de valoración y apoyo en drogodependencias.

Prevención de las drogodependencias y adicciones en el ámbito familiar, comunitario y escolar

La actividad preventiva en estos ámbitos será eficaz en una intervención conjunta y simultánea. Por esto es conveniente conocer las posibilidades, métodos y medios de actuación de los tres:

A) Prevención en el ámbito comunitario

Trata de organizar y desarrollar programas de:

• Actividades que integren a todos los miembros de la población.
• Potenciar actividades que profundicen el concepto “salud integral”.
• Conseguir la maduración y responsabilidad de las personas potenciando el aumento de sus capacidades.
• Facilitar opciones de vida alternativas saludables.
• Evitar la excesiva disponibilidad de las drogas limitando su uso y controlando los lugares de venta.

En definitiva, el objetivo de la prevención comunitaria es sensibilizar a la población para que participe activamente en la puesta en marcha de las medidas necesarias.

B) En el ámbito familiar

Consiste en “capacitar y preparar a los hijos para que identifiquen y desarrollen conductas saludables ante cualquier situación de riesgo que pueda afectarles a ellos mismos y a la colectividad, dentro de un marco global de la persona y de la participación y cooperación con el entorno”.

Las familias con problemas asociados a la marginación social y desestructuración serán objetivo prioritario de las intervenciones por su mayor vulnerabilidad ante las adicciones, y por lo tanto, la puesta en marcha de medidas compensatorias para ellas será parte de las tareas a realizar en las acciones preventivas de las que sean receptoras.

Por lo que respecta a la prevención primaria la familia puede desarrollar una actuación preventiva mediante:

1. La comunicación
2. La educación y el aprendizaje
3. Ayudarles a revisar su propia escala de valores y actitudes.
4. Necesidad de poseer información adecuada.
5. Fomentar en el menor la creatividad.
6. Proporcionarles actividades de ocio y tiempo libre.
7. Ayudarles a adquirir hábitos de vida saludable.
8. Establecimiento de unas normas adecuadas.
9. Mantener una buena relación.

Por lo que se refiere a la prevención secundaria señalar el importante papel que puede desempeñar la familia con respecto a tres funciones:

• Detección del posible uso de algún tipo de droga.
• Actuar al descubrir en algún hijo indicios de uso de drogas.
• Búsqueda conjunta de soluciones.

Podemos concluir señalando que la familia se convierte por sí misma en un núcleo de prevención con el que, en cualquier caso, habrá que contar cuando se organice la intervención preventiva desde el ámbito comunitario, escolar, pues toda actuación que se produzca sin el respaldo familiar puede verse limitada en su efectividad.

C) En el ámbito educativo

La institución educativa debe adoptar un modelo de prevención que vaya más allá de la mera aportación de información, introduciendo el desarrollo de ciertas habilidades sociales y estrategias, actitudes, valores y ciencias en prevención y hábitos de salud que permitan al adolescente o al joven ser responsable de su decisión con relación al consumo. Asimismo, se percibe la necesidad de desarrollar en los jóvenes un sentido crítico para valorar los mensajes que constantemente reciben desde los medios de comunicación.

En cuanto a metodología de aplicación, sería preciso establecer mecanismos garantizadores de la inclusión de la educación para la salud y, dentro de este ámbito, la prevención del consumo de drogas y de otras actividades adictivas, en el proyecto curricular que, además, definan las pautas para el seguimiento de los programas impartidos y queden recogidos en el protocolo de seguimientos de la inspección de centros como forma de garantizar la continuidad en el tiempo de las políticas de prevención. Acompañado por la formación del profesorado y de la participación de los padres.