El Positivismo y la Conducta Delictiva: Factores Biológicos y Sociales
Enviado por Programa Chuletas y clasificado en Psicología y Sociología
Escrito el en español con un tamaño de 4,57 KB
La Atracción del Positivismo
El positivismo insiste en que hay un consenso en la sociedad. Por tanto, la conducta desviada es resultado de una socialización insuficiente que hay que corregir terapéuticamente. El problema es cómo. La solución es diferenciar entre la mayoría capaz de elegir libremente (porque ha interiorizado y asumido esa socialización) y la minoría de desviados, que no eligen un modo de vida distinto, sino cuya conducta está determinada por factores que escapan a su control.
Evolución del Positivismo
Los primeros intentos por superar científicamente el problema del delito fueron sociales y no biológicos, ya que los «estadísticos morales», Quetelet y Guerry, descubrieron a través de estadísticas que los delitos totales anuales y sus tipos eran constantes y no fluctuaban, lo que significa que el delito era un rasgo ordinario de la actividad social y no el producto de las propensiones individuales. Por tanto, se podía eliminar. Pero, por otro lado, Lombroso trató de monopolizar la criminología para la biología y la medicina, puesto que el determinismo biológico tenía una mayor atracción.
Lombroso y el Criminal Atávico
Lombroso es conocido por su concepto del “criminal atávico”, individuos en los que aparecían características genéticas ancestrales inferiores, y que podían ser distinguidas por una serie de rasgos físicos. Con el tiempo, añadió a los criminales innatos otro tipo de delincuentes como: el delincuente epiléptico; el demente; un grupo numeroso de delincuentes ocasionales que podían presentar ciertas características de atavismo o tener una educación deficiente, o actuar inspirados por el patriotismo, el amor, o los ideales políticos, o sea, «influencias ambientales».
La Teoría de la Combinación Cromosómica XYY
Sostiene que existe una predisposición delictiva en aquellos individuos que tienen una alteración cromosomática del tipo XYY. Su comprobación la realizó en pacientes psiquiátricos que eran considerados potencialmente criminales. Encontraron que entre ellos había individuos con gran altura, tontos y que había muchos entre la clase trabajadora.
Eysenck y la Influencia de los Factores Ambientales
Eysenck analiza los mecanismos mediante los cuales las posibilidades genéticas se traducen en comportamiento delictivo, y reconoce plenamente la influencia de los factores ambientales. Para él, será la respuesta condicionada aprendida a través de la socialización la que evite lo antisocial. Ese condicionamiento depende de:
- a) La sensibilidad del sistema nervioso heredado.
- b) La calidad del condicionamiento que haya recibido.
Para Eysenck, el consenso define qué es conducta normal o desviada y la tarea del psicólogo consiste únicamente en proporcionar medios eficaces de tratamiento. Pero insiste en que “si no se comprende la forma en la que la delincuencia innata, la predisposición de la persona a cometer un delito, se traduce en la realidad, será muy difícil, o imposible, efectuar investigaciones sobre las influencias ambientales”. Eysenck cree que hay leyes psicológicas y fisiológicas que explican el comportamiento social.
Trasler y la Importancia de las Prácticas de Crianza
Trasler aporta la importancia que da a las prácticas de crianza basadas en principios morales bien articulados, corrigiendo el peso indebido asignado por Eysenck a los factores genéticos. Trasler emplea dos variables básicas:
- La diferente capacidad de ser condicionado (relacionada con la extraversión-introversión y genéticamente heredada) -hay que recordar que Eysenck atribuía a la introversión mayor inclinación hacia el delito-.
- La diferente calidad del condicionamiento.
En la clase media, por el hecho de usar técnicas de crianza que recurren a las sanciones afectivas y que no son «primitivas» y por basar su disciplina moral en principios bien definidos, es superior a la clase trabajadora en la calidad del condicionamiento. El producto de una crianza indulgente, punitiva y «carente de principios». La extraversión (dada su base genética) se distribuye por igual en toda la población y, por consiguiente, no puede ser causa de distintas tasas de delincuencia entre las clases; las diferencias prácticas de socialización son así la variable explicativa. La extraversión se emplea para explicar quién, dentro de una clase determinada, tiene probabilidades de ser delincuente.