Poesía española del siglo XX: La Generación del 27 y Federico García Lorca
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La Generación del 27 y Federico García Lorca
La "Generación" del 27
En la década de los años veinte, irrumpe en el panorama literario español una serie de jóvenes poetas a quienes se integra en la llamada «Generación del 27». Este grupo de autores estaba llamado a dar los mejores frutos líricos de todo el siglo XX en España. Todos intentaron responder honesta y apasionadamente a una época convulsa y compleja, pero también de una gran riqueza artística.
Requisitos generacionales
Los jóvenes autores nacidos entre 1892 y 1905 comparten al menos los siguientes rasgos generacionales:
- Sus relaciones personales son innegables, hasta el punto de que algunos han hablado de una «Generación de la amistad».
- La participación en actos colectivos fue más que habitual; todos ellos se conocían de forma más o menos directa e incluso personalmente.
- La semejanza en la formación los dirige a ideales estéticos muy similares, por más que su evolución poética los lleve luego por caminos muy diferentes. Se caracterizan por la toma de conciencia de lo que debe ser el poeta y la poesía: reaccionan contra el academicismo y exaltan una estética basada en la libertad de la imaginación y en cierta deshumanización del arte.
- Hubo tres figuras clave para el grupo, aunque más por su magisterio que por su labor aglutinante: Ortega y Gasset en la vertiente filosófica, Ramón Gómez de la Serna en la vanguardista y Juan Ramón Jiménez en la poética.
Temas poéticos
Los temas poéticos utilizados por los autores del 27 son en realidad los propios de la lírica, aunque tratados desde una perspectiva vanguardista:
- La ciudad es protagonista central de sus poemas; pero no se trata ahora de un simple marco. Estamos ante una ciudad vanguardista, donde el hombre está alienado en sus relaciones con sus semejantes y donde sufre la soledad como una condena al vacío.
- La naturaleza no desaparece del todo, aunque cambia totalmente de signo: se «cosifica» y se liga a una percepción del mundo en la que tienen cabida los objetos cotidianos. Desaparece el paisaje; en su lugar aparece una naturaleza simbólica, asociada a evocaciones de la infancia.
- También el amor es tratado de forma inusual. Le proporcionan al sentimiento amoroso una nueva perspectiva que los ha convertido, a su vez, en los «románticos del siglo XX». Renuncia expresa al sentimentalismo y a la sensibilidad, y el amor recupera su proyección individual y su sentido simbólico. El amor se torna nuevamente una pasión enriquecedora.
- Se recupera como tema la tradición popular, la expresión del sentir sobre las bases de la expresión del pueblo, siendo características en este sentido las obras de Alberti y de Lorca, que van a expresar las raíces andaluzas a través de la introducción en sus poemas de costumbres, cantes, romances populares...
- El compromiso es otro de los temas recurrentes entre los poetas del 27. Ya se trate de un compromiso con el arte o de un compromiso con el hombre, los líricos del 27 no permanecieron impasibles ante las exigencias de su época, respondiendo a lo que su sociedad les demandaba.
Características de la poesía del 27
- Intentan la renovación estética de nuestra poesía, toman las innovaciones que aportan las vanguardias, aunque sin olvidar la importancia de la tradición literaria española.
- Cuidan y renuevan la forma a través de la utilización de léxico culto, palabras coloquiales, términos alejados de la poesía.
- La metáfora se convierte en el recurso literario más importante. Se trata de una figura muy adecuada para expresar los contenidos surrealistas.
- En cuanto a la métrica, utilizaron estrofas clásicas como el soneto, el romance o el villancico, pero también innovaron con la utilización de versos blancos, versos libres y versículos.
- Evolucionan desde el punto de vista temático. Poco a poco desarrollan una poesía humanizada, más preocupada por el dolor, la alegría o los recuerdos. La Guerra Civil acentúa esta visión humanizada de la poesía.
Etapas en la Generación del 27
- Primera etapa (hasta 1929). Etapa de juventud, en la que el grupo se formó como tal. Coincidió con el esplendor de las vanguardias y lograron un equilibrio entre vanguardia y tradición.
- Segunda etapa (1929-1936). Hacia 1929, autores como Lorca, Alberti o Cernuda sufrieron profundas crisis personales y encontraron en el Surrealismo una forma de plasmar sus conflictos. Los nuevos temas produjeron un proceso de rehumanización poética. Se dejó sentir la influencia del chileno Pablo Neruda, que reclamaba una «poesía impura», cuyo ideal no era la belleza sino la comunicación.
- Tercera etapa (desde 1939). En 1939, la generación del 27 se desintegró definitivamente como grupo de forma dramática. Uno de sus miembros, Lorca, había sido asesinado; otros debieron partir al exilio, y algunos permanecieron en España.
Los poetas del 27
- Pedro Salinas: Su lírica tiene una dimensión intelectual: cercano a la «poesía pura», su sencilla apariencia esconde una trabajada densidad que subraya su acercamiento a la verdadera y profunda realidad por medio de la inteligencia. Sus obras más importantes son La voz a ti debida (1933), quizás su mejor libro, y Razón de amor (1936).
- Jorge Guillén: Para Guillén la poesía tiene un poder creador que no debe limitarse a la imitación de la realidad. Su poesía es una poesía entusiasta y vital que canta lo cotidiano y lo estiliza sumergiéndonos en un mundo perfecto y ordenado, sobre todo en Cántico, su gran obra.
- Vicente Aleixandre: La poesía de Aleixandre es una búsqueda constante: en primer lugar una búsqueda de la naturaleza con la que entrar en plena armonía, después una búsqueda de la comunicación humana y finalmente una búsqueda de autoconocimiento. Sus primeras obras son surrealistas. Ej: Espadas como labios (1931) y en una segunda etapa la historia va a sustituir a la naturaleza: Sombra del paraíso. Finalizará su obra como «poesía de meditación» con, por ejemplo, Diálogos del conocimiento (1974).
- Rafael Alberti: La poesía de Alberti es muy variada temática y estilísticamente, pudiendo afirmarse que sigue cinco referencias básicas: neopopularismo, barroquismo gongorino, vanguardismo surrealista, compromiso político y una suerte de tendencia nostálgica. Obra: Marinero en tierra (1924).
- Luis Cernuda: Cernuda es un poeta romántico en el sentido de que su ideal poético consistía en unir poesía y vida, dejando al desnudo su alma y cantando con profundidad y belleza su deseo amoroso. Su lírica carece de estridencias y está aquilatada en la contemplación y la reflexión aprendidas de los románticos ingleses. Obra Donde habite el olvido (1933). Cernuda agrupó toda su producción poética bajo el significativo título de La realidad y el deseo a partir de 1936).
- Otros autores del grupo serán Gerardo Diego, Emilio Prados y Manuel Altolaguirre.
Federico García Lorca
Temas comunes
La obra de García Lorca presenta temas comunes que forman un entramado indisoluble. Junto al amor, el más destacado es el de la frustración y el del destino trágico. Por sus obras desfilan numerosos seres marginados, que se mueven en un mundo hostil. Hay que advertir que esta frustración se proyecta en un doble plano: el ontológico y el social, el metafísico y el histórico. Estos dos planos, como ocurre en Poeta en Nueva York, se presentan muchas veces unidos.
Poesía
Primera etapa
En la producción de Lorca puede establecerse una primera etapa, que se prolonga hasta 1928, a la que corresponden Libro de poemas, Poema del cante jondo, Canciones, Romancero gitano, Suites, Odas y Poemas en prosa. En la mayor parte de estas obras sorprende la rara perfección con que se mezclan elementos procedentes de la tradición culta y de la popular con otros más novedosos y vanguardistas. Con el Poema del cante jondo, Lorca se aparta de la expresión de la intimidad, que había dominado en Libro de poemas y Suites, y recrea, en un intento de llegar a lo más hondo del sentimiento popular, el mundo gitano andaluz. Todo lo que hay en este cante de frustración histórica y existencial, admirablemente captado por el poeta. El amor, la soledad, la muerte, el destino trágico, la pena, las ansias de vivir sofocadas por circunstancias adversas, preocupaciones que serán habituales en sus siguientes libros. En la métrica, como corresponde a una poesía enraizada en lo popular, dominan la rima asonantada y el verso corto. También son proverbiales la plasticidad, la musicalidad, el lenguaje metafórico de gran originalidad, el simbolismo y la estilización del mundo que describe. El irracionalismo que ya imperaba en algunos poemas de Canciones se intensificará en Romancero gitano y en Poeta en Nueva York. El lector recibe sugerencias, intuiciones, a las que no siempre encontrará una explicación lógica. En Romancero gitano Lorca exalta la dignidad de esta raza marginada y perseguida. Como antagonista de la misma aparece la guardia civil, caracterizada habitualmente con notas negativas. Es preciso apreciar, sin embargo, que Lorca rehúye la visión pintoresca y colorista del mundo gitano, y que apunta a los aspectos más profundos de la misma. Los elementos pueden analizarse y comentarse por separado:
a) Los aspectos que proceden de la tradición: el dramatismo de los temas (violencia, sensualidad, erotismo, misterio), la densidad expresiva y la métrica. Lorca eleva a un supremo rango artístico, en sus vertientes lírica, novelesca y dramática, una forma estrófica de larga tradición, el romance, pero un tanto desprestigiada por estas fechas.
b) El lenguaje (sobre todo en lo que a la metáfora y la adjetivación se refiere), siempre sorprendente y de una audacia desconocida en la poesía tradicional. Se establece la fusión de un plano real con otro fabuloso y mítico.