Pensamiento Marxista: Crítica a la Ideología y Materialismo Dialéctico
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El Pensamiento Marxista como Crítica a la Ideología
El pensamiento marxista se presenta como un claro heredero de la Ilustración, compartiendo la conciencia de que la realidad percibida puede ser una ilusión, similar a la alegoría de la caverna de Platón. Sin embargo, propone una salida a través de una crítica profunda a todas las instituciones e ideas, ya sean religiosas o no. Un elemento novedoso que introduce el marxismo es la consideración del mercado capitalista como uno de los principales focos de este engaño, en conjunción con la incipiente revolución industrial. Esta última, desde sus inicios, evidenció las consecuencias indeseables para las masas de trabajadores explotados que comenzaban a poblar las principales ciudades europeas donde se desarrollaba.
Ruptura con la Metafísica Tradicional
Aunque el pensamiento marxista propone una "salida de la caverna", es importante destacar que con Marx se produce una ruptura en el pensamiento metafísico occidental. Este pensamiento, que se remonta al nous de Anaxágoras y pasa por la teoría de las ideas platónicas, alcanza su apogeo con Hegel. El marxismo se opone a esta tradición, invirtiendo la relación entre el mundo sensible y el inteligible. Considera que el mundo inteligible, el de las ideas, es el espacio propio de la caverna, mientras que lo material es el único punto de partida legítimo y real.
Materialismo y Dialéctica: Herencias de la Antigüedad
En este sentido, Marx también se presenta como heredero de la Ilustración al recuperar el materialismo antiguo de Demócrito y Epicuro, junto con la dialéctica de Heráclito. Se opone al status quo parmenídeo, que subyace a todo pensamiento conservador al considerar la inmovilidad como la característica principal de la realidad y el cambio como un engaño de los sentidos.
La Ideología como Falsa Conciencia
El marxismo no niega que, antropológicamente hablando, el ser humano siempre se construye una imagen de la realidad que da sentido y orden a lo que le sucede. Sin embargo, en un sentido estrictamente marxista, la "ideología" se refiere a los casos en los que esta imagen de la realidad incluye formaciones nebulosas que generan una visión falsa y falsificadora de la situación real en la que se encuentran los seres humanos, tanto en sus relaciones entre sí como con la naturaleza. Marx relaciona explícitamente esta ideología con la explotación, tanto de unos seres humanos por otros como de la propia naturaleza.
Hegel como Exponente Máximo de la Ideología
En este contexto, Hegel es considerado el máximo exponente de la ideología, al llevar a su máxima expresión la primacía de la razón y del pensamiento sobre lo material. De esta manera, la conciencia aparece como aquello que determina lo real sin verse sometida a sus fluctuaciones. De igual forma, todas las instituciones de la sociedad se presentan al margen de un devenir histórico, lo que contribuiría al falseamiento de la realidad. Al mismo tiempo, en la medida en que el espíritu determina la realidad material, la conciencia se nos presenta como algo ajeno a la sociedad. La cuestión es que, para criticar esta forma de pensamiento, Marx tuvo que recurrir a la obra de Hegel, quien, como se ha mencionado, representa su máxima expresión.