Pautas de actuación ante las rabietas y otros trastornos del desarrollo en niños
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Pautas de actuación ante las rabietas (qué hacer cuando se están produciendo)
- Mantener la calma sin gritar.
- No intentar razonar con el niño/a en ese momento.
- No darle otra cosa que sabemos que le gusta para acallar la rabieta.
- Al inicio de la rabieta intentar desviar su atención hacia otra actividad u objeto.
- Si no se logra controlar la rabieta, puede adoptar una actitud de indiferencia y hacer como que se ignora.
- Si la rabieta se da en un sitio público se debe intentar llevarle a un sitio tranquilo y si fuera necesario contenerle físicamente, hacerlo sin hablarle ni mirarle.
- Nunca castigar ni gritar al niño/a sino darle seguridad y afecto, y hacerle pensar sobre lo ocurrido.
CELOS Y RIVALIDAD: Surgen por la dificultad que tiene el niño/a para compartir las figuras de apego. Reacción emocional de inseguridad.
Se manifiesta mostrando abiertamente hostilidad hacia el rival o a través de llamadas de atención. Muchas veces se dan regresiones como pérdida de control de esfínteres. Ante los celos infantiles hay que hacer ver al niño/a que la afectividad es ilimitada y que todas las personas necesitan los mismos cuidados.
Cuando surgen por el nacimiento de un nuevo hermano/a:
- Es importante explicarle lo que ocurrirá meses antes del nuevo nacimiento.
- Hacerle sentir que el bebé será un nuevo miembro de la familia.
- No deben coincidir el inicio de la escolaridad y el nacimiento del bebé.
- La primera vez que vea al bebé éste no debe estar en brazos de su madre.
INSEGURIDAD Y FALTA DE CONFIANZA EN SÍ: Se manifiesta a través de sentimientos de ansiedad, angustia y aprensión. Manifestación de problemas afectivos y falta de confianza en su medio. Es bastante común en niños/as en situación de riesgo social.
MIEDOS INFANTILES IRRACIONALES: Respuesta emocional ante amenazas reales o imaginarias generalmente transmitidas por los adultos y personas de su entorno. La mejor forma de actuar ante estos miedos consiste en tranquilizarle, darle herramientas para vencer sus miedos.
NEGATIVISMO: Serie de conductas del niño/a caracterizadas por su negación a hacer caso al adulto. Hablamos de negativismo cuando el niño/a no es que no pueda o no sepa hacer lo que se le pide, sino que no quiere hacerlo, o al menos, no lo quiere hacer en el momento en que se le pide. Este negativismo está originado porque el niño/a 'ha aprendido a comportarse así' porque la conducta esperada no ha sido reforzada y la de no obedecer ha resultado gratificante porque el pequeño ha pasado a ser 'el centro' de atención del adulto. 2-3 años.
Para eliminar este negativismo:
- Debemos dar órdenes que sea capaz de cumplir.
- Las instrucciones han de ser sencillas.
- Evitar las ambigüedades (por ejemplo: no decir 'pórtate bien' sino 'no tires ese juguete al suelo').
- Siempre que el niño/a hace lo que se le pide se le debe dar un refuerzo positivo.
ACTUACIÓN DEL EDUCADOR/A ANTE LOS TRASTORNOS DE COMPORTAMIENTO
Se llevan a cabo adaptaciones curriculares en las que es preciso priorizar las capacidades de comunicación, autonomía y conocimiento del medio. Es necesario adecuar los objetivos, modificar los ritmos y secuencias de aprendizaje y eliminar algunos contenidos y desplazar a otros ciclos o a la etapa siguiente los objetivos que no hayan sido suficientemente trabajados. Conseguimos una programación individualizada que facilite el proceso educativo del niñ@
EL COMPORTAMIENTO AGRESIVO
Alteraciones conductuales infantiles que más preocupa a familias y educadores/as.
BANDURA, consideran que se aprende a través de la observación.
Los comportamientos agresivos no son patológicos en sí mismos, las explosiones de rabia (llantos, gritos) no están dirigidos a otros, sino que son expresiones de frustración por la insatisfacción de sus deseos.
Las conductas agresivas no aparecen hasta los 18 meses, las primeras tienen una finalidad exploratoria.
Las agresiones en la etapa 0-6 años pueden clasificarse en:
- Manipulativas o adaptativas: las utiliza para conseguir algo que desea. Hasta los 3-4 años.
- Hostiles: no se utilizan como medio, sino como fin (hacer daño intencionadamente). Su origen puede ser celos, etc.
La manifestación de conductas agresivas se encuentra relacionada con estilos de interacción paternos en los que aparecen:
- Rechazo a los hijos.
- Falta de estrategias de control adecuadas (exceso de permisividad).
- Poca sensibilidad ante las necesidades de los niños/as.
Educativamente nuestra intervención debe ir en la línea de:
- Atender a las diferencias individuales.
- Favorecer el desarrollo del autocontrol.
- Potenciar la interacción cooperativa.
- Suprimir las consecuencias positivas que acompañan a la agresividad.
- Eliminar los modelos agresivos y proporcionar en su lugar modelos positivos a los niños/as.
- Gratificar los comportamientos positivos incompatibles con la agresividad.
LOS TRASTORNOS DEL ESPECTRO AUTISTA (TEA) O TRASTORNOS GENERALIZADOS DEL DESARROLLO (TGD)
Hasta ahora, el mismo grupo de trastornos recibía dos denominaciones distintas según el manual.
La OMS, en su Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-10), defendía el concepto TGD, dentro del cual se definen varios trastornos cualitativamente distintos. La APA, en su DSM-V, defiende el término TEA, que no admite diferentes tipos de trastorno al considerarlo un espectro o continuo.
La OMS acaba de publicar la CIE-11 asumiendo el concepto TEA, ambos manuales de referencia se han armonizado. A nivel explicativo el concepto TGD y el concepto TEA se complementan.
Se denomina TEA o TGD a un grupo de síndromes o trastornos del desarrollo que se caracterizan por la presencia de tres grandes áreas de alteraciones:
- Alteración cualitativa de la socialización y la interacción social.
- Alteración cualitativa de la comunicación.
- Alteración cualitativa de la simbolización e imaginación (inflexibilidad).
MANIFESTACIÓN DE LAS ALTERACIONES EN EL PERIODO 0-6
- Alteración cualitativa de la socialización y la interacción social:
- Dificultades para establecer contacto visual.
- Respuestas faciales pobres.
- Problemas para compartir con otras personas focos de interés.
- Fracaso en la relación con iguales.
- Falta de desarrollo de la empatía.
- Alteración cualitativa de la comunicación:
- No responder a su nombre.
- Retraso en el desarrollo del lenguaje.
- Nula utilización de gestos.
- Usa un lenguaje no comunicativo.
- Ecolalia (repite lo que oye con la misma entonación).
- Uso de neologismos (detalle asociado a la persona se convierte en la persona, p. ej. Llama a los miembros de su familia por la marca del coche que conducen).
- Alteración cualitativa de la simbolización e imaginación (inflexibilidad): Representada por los intereses restrictivos en sus actividades y juegos, rituales y resistencia al cambio. Todo esto se manifiesta en:
- Enfado ante el cambio en las rutinas.
- Negatividad ante nuevas experiencias.
- Movimientos estereotipados (chasquear los dedos).
- Otras alteraciones que aparecen con frecuencia son (problemas asociados):
- Retraso en el desarrollo.
- Hipersensibilidad ante ciertos estímulos sensoriales.
- Rabietas.
- Fobias ante objetos.
- Alteraciones de la motricidad (torpeza motriz...).
- Trastornos en la alimentación (rechazo del resto de alimentos).
- Alteraciones del sueño (despertar frecuente).
- TRASTORNOS GENERALIZADOS DEL DESARROLLO (TGD) O TRASTORNOS DEL ESPECTRO AUTISTA (TEA)
- Trastorno Autista: Aparecen en torno a los 18 meses, siendo más patentes a los 3 años. Lo primero que se observa es que el niño/a es muy pasivo y se muestra poco sensible a las personas. No reaccionan ante los ruidos, a veces se confunde con sordera. Tampoco alzan los brazos para ser cogidos por su madre. No adquieren las pautas de juego, imitación y gestos y además presentan problemas de alimentación, falta de sueño. Tampoco desarrollan el lenguaje en el momento normal. En ocasiones aparecen autoagresiones. Se suele acompañar de bajo CI.
- Síndrome de Asperger: Síndrome similar al autismo pero que se diferencia de éste en que las personas que lo padecen no sufren retraso en el lenguaje durante la infancia. Se acompaña de un cociente intelectual normal o incluso con habilidades especiales. Se dan dificultades en las tres grandes áreas, mostrando intereses y preocupaciones muy marcadas e incluso excéntricas. Su percepción y retención memorística no es global sino selectiva. El diagnóstico suele hacerse mucho más tarde que el del autismo ya que pasa inadvertido a pesar de que sus efectos no son leves. La detección temprana y la aplicación de los apoyos específicos genera un mejor pronóstico.
- Síndrome de Rett: Normalidad aparente en los primeros 5 meses de vida y un perímetro cefálico normal en el momento del parto, entre los 5 meses y los 4 años se produce una desaceleración del crecimiento cefálico y una pérdida de los logros motrices quedando una marcha inestable. Además de manifestar alteraciones en las tres grandes áreas se acompaña siempre de un nivel severo de discapacidad intelectual.
- Trastorno Desintegrativo Infantil: Se manifiesta tras al menos dos años de desarrollo normal y puede aparecer entre los 36 meses y los 10 años. Se caracterizan por una regresión rápida y significativa en las habilidades ya adquiridas quedando alteradas las tres grandes áreas.
- Trastornos Generalizados del Desarrollo no Especificados: En esta categoría se incluyen aquellos casos que no están alteradas las tres grandes áreas, presentan de forma incompleta los síntomas del autismo, no se cumple el criterio de edad de aparición temprana.
- TRASTORNOS DEL ESPECTRO AUTISTA (TEA)
La manifestación de alteraciones conlleva una importante variabilidad de un niño/a a otro/a en función de:
- El nivel intelectual.
- La mayor o menor presencia de los síntomas.
- Las características de los problemas asociados.
- La edad de la persona.
- La intervención realizada.
No todos los niños/as presentan el trastorno con el mismo grado de intensidad. Educativamente implica grandes diferencias y los educadores/as debemos estar preparados para hacer frente a esta heterogeneidad. Cuando se destaca fundamentalmente el cociente intelectual se habla de TEA de alto funcionamiento y TEA de bajo funcionamiento.
DETECCIÓN Y ATENCIÓN TEMPRANA DE LOS TRASTORNOS GENERALIZADOS DEL DESARROLLO/TRASTORNOS DEL ESPECTRO AUTISTA
La atención temprana como la atención que se da al niño/a en las primeras etapas de su vida con el fin de potenciar y desarrollar al máximo sus potencialidades físicas, intelectuales y afectivas. Esta atención se ofrece mediante unos programas sistemáticos y secuenciales que abarcan todas las áreas del desarrollo humano.
El proceso a seguir para garantizar una detección temprana implica tres niveles que los educadores/as de las escuelas infantiles deben conocer:
- Vigilancia del desarrollo, a través de la observación de los periodos críticos evolutivos. Nuestro seguimiento.
- Detección especializada, a través de la petición de valoración por parte de un EAT.
- Diagnóstico y evaluación, evaluación de capacidades y puesta en práctica de un programa de atención temprana. Diagnóstico por equipo específico.
Educativamente, a la hora de intervenir con niños/as afectados de TGDs/TEAs debemos tener en cuenta que:
- Necesitan ambientes educativos muy estructurados, con grupos pequeños y con materiales cuidadosamente seleccionados.
- Se les deben dar consignas claras, simples y adecuadas a las tareas acompañadas de claves visuales y sonoras.
- Un objetivo fundamental es también reducir las rabietas a través de técnicas de modificación de conducta establecidas por especialistas.
- Es importante estimular las relaciones sociales significativas con adultos y con iguales a través de la enseñanza de capacidades sociales como la mirada.