Participación Juvenil y Fomento del Empleo en España: Políticas y Medidas Clave

El Consejo de la Juventud

Se creó en 1983. Se trata de una entidad de derecho público con personalidad jurídica propia, cuya finalidad es ofrecer un cauce para propiciar la participación de la juventud en el desarrollo político, social, económico y cultural de España.
Forman parte las asociaciones juveniles o federaciones de estas con implantación, al menos, en 15 provincias o un mínimo de 5000 afiliados; las secciones juveniles de las restantes asociaciones (incluyendo las políticas) que cumplan determinados requisitos; las asociaciones juveniles que presten servicios a la juventud; y los consejos de la Juventud de las distintas Comunidades Autónomas.
Entre sus funciones se encuentra la colaboración con la Administración con estudios e informes sobre los problemas juveniles; la participación en organismos consultivos de la Administración del Estado sobre jóvenes; el fomento del asociacionismo juvenil; el apoyo a las relaciones entre organizaciones juveniles de las diferentes Autonomías; y la propuesta a los poderes públicos de la adopción de medidas relacionadas con la juventud.

El Plan de Acción Global en Materia de Juventud

Es el más actual, como resultado de la colaboración entre los órganos que forman la administración relacionada en materias de juventud. Hace especial hincapié en la necesidad de abordar el bienestar de los jóvenes desde una perspectiva integral que comprende varios ámbitos de acción. Con carácter cuatrienal, se plantea dos objetivos centrales destinados a lograr su propio desarrollo y a contribuir al resto de la sociedad.

En primer lugar, favorecer las condiciones que posibiliten la autonomía, emancipación y bienestar de los jóvenes, mediante medidas de inserción laboral y acceso a vivienda, programas de educación para la salud y de alternativas saludables de ocio y tiempo libre.
En segundo lugar, fomentar entre la juventud los valores de solidaridad y tolerancia, mediante medidas de apoyo a colectivos desfavorecidos, de prevención de racismo y violencia, de voluntariado y cooperación y cualquier otra medida que favorezca su participación activa en la sociedad.

Para el logro de sus objetivos, el Plan establece 27 medidas específicas y más de 200 acciones concretas.

Desde el área de formación y empleo, se sigue apostando por las nuevas tecnologías, medio ambiente y desarrollo rural, al tiempo que se incentiva la oferta de trabajo y la calidad del empleo a través de contratos para formación y en prácticas, contratos indefinidos para jóvenes trabajadores de menos de 30 años o la incorporación de doctores a actividades empresariales de investigación y desarrollo.
El fomento de hábitos de vida saludable y la eliminación de factores de riesgo ocupa el área de educación para la salud. La prevención de enfermedades de transmisión sexual, el refuerzo de la actuación hacia drogas aceptadas socialmente a través del Programa Marco de prevención de tabaquismo y de consumo de alcohol en jóvenes y la atención a nuevos hábitos de consumo y patología relacionadas con el consumo de videojuegos y los desórdenes alimentarios.

La mejora del acceso a la vivienda tanto a través de ayudas a la adquisición como mediante nuevas fórmulas de convivencia intergeneracional o viviendas en alquiler estacional para estudiantes; la diversificación de la oferta de ocio y tiempo libre unida a la extensión y mejora de la calidad de las infraestructuras culturales y deportivas y el fomento de la actividad voluntaria.
Además, el fomento de la igualdad de oportunidades entre los jóvenes y que dedican especial atención a la prevención de la exclusión y a la integración. Prevé, junto a la atención a grupos con situaciones especiales, como es el caso de inmigrantes, emigrantes, y jóvenes en el ámbito penitenciario, actuaciones innovadoras como los programas de créditos a estudiantes universitarios o la formación de mediadores de juventud y formación en igualdad de oportunidades.
Los servicios para jóvenes, como pisos de jóvenes, centros de día, talleres ocupacionales y demás.

Dentro de las prioridades de la política de empleo de nuestro país se encuentra la lucha contra el desempleo juvenil, así se desprende de la Ley de medidas urgentes para el fomento del empleo, y de los sucesivos planes que hacen balance y ordenan las actuaciones de las políticas de empleo. Las medidas se han visto dirigidas fundamentalmente hacia el apoyo a la contratación y el autoempleo por una parte, y al desarrollo de iniciativas de formación y empleo, fundamentalmente en ámbitos locales.

Acciones para el Fomento de la Inserción Sociolaboral de los Jóvenes

Medidas para el fomento de empleo de los jóvenes: ayudas públicas a la contratación y el autoempleo

Diversas medidas se han venido desarrollando para el fomento de la contratación de jóvenes, entre ellas, incentivos económicos a la estabilidad en el empleo de los jóvenes (contratación indefinida) y formas específicas de contratación que tratan de facilitar una primera experiencia en el mundo laboral.
El contrato para la formación se dirige a los jóvenes de entre 16 y 21 años de edad, siendo su objetivo el de ofrecer a este colectivo la formación teórica y práctica necesaria para el desempeño adecuado de un oficio o un puesto de trabajo cualificado.
El contrato en prácticas tiene como finalidad facilitar la obtención de experiencia profesional adecuada para jóvenes con título universitario, de formación profesional de grado medio o superior, o títulos oficialmente reconocidos como equivalentes. Debe celebrarse dentro de los 4 años inmediatamente posteriores a la finalización de los estudios.
Se prevén también medidas de apoyo al autoempleo bajo diversas formas jurídicas, entre ellas la formación de cooperativas, regulada a través de la Ley de Cooperativas.