Panorama de la Narrativa y el Teatro Europeo: Desde la Modernidad hasta la Posguerra

1. Narrativa del Siglo XX

1.1. En busca del tiempo perdido, de Marcel Proust

Esta novela reconstruye la vida del narrador hasta el despertar de su vocación como escritor.

Ejes temáticos:

• El tiempo y la literatura (el narrador protagonista reconstruye su historia partiendo de reminiscencias que le permiten la recuperación del pasado).
• El amor y los celos (la obra constituye un auténtico tratado sobre los celos).

Las aportaciones de Proust que revolucionarán la narrativa occidental son:

• El narrador (hallamos una voz interna que interrumpe sus relatos).
• La voluntad de estilo (oraciones largas y enrevesadas, tiene descripciones minuciosas).

1.2. Franz Kafka

Su identidad compleja (checo, judío y germanoparlante), la conflictiva relación con su padre, la disociación entre una vida gris y la pasión por escribir, y su personalidad atormentada influyen en su obra.

Presentan un universo angustioso y opresivo, víctima de situaciones absurdas e incomprensibles.

Destaca la novela La metamorfosis:

La obra cuenta el proceso de despersonificación de Gregor hasta que, rechazado por Grete, muere, provocando un indisimulado alivio en la familia.

1.3. La novela y la Segunda Guerra Mundial

Son numerosos los autores que tratan de indagar en el origen y el desarrollo de los totalitarismos europeos, y de reflejar en sus obras las repercusiones de la guerra.

El Holocausto es objeto específico de atención de las obras de Primo Levi y Jorge Semprún.

Autores y obras:

• Doctor Zhivago, Boris Pasternak (1890-1960): Narra las vivencias del médico y poeta Yuri Zhivago durante la Revolución Rusa y la posterior guerra civil.
• El tambor de hojalata, Gunter Grass (1927-2015): Oskar decide dejar de creer como expresión de rechazo hacia el mundo de los adultos. El relato de su vida hasta su ingreso en un manicomio tiene como trasfondo el ascenso al nazismo, la guerra y la posguerra.
• Opiniones de un payaso, Heinrich Böll (1917-1985): Retrata críticamente la Alemania de posguerra a través del retrato retrospectivo de Hans, un payaso ateo abandonado por su esposa Marie, convertida al catolicismo.
• El jardín de los Finzi-Contini, Giorgio Bassani (1916-2000): El narrador protagonista de la novela de Bassani evoca su amistad con Micol, joven judía de Ferrara, durante el ascenso al poder de Mussolini.

2. La narrativa desde 1945

2.1. Realismos

Como reacción a la novela experimental, algunos autores tratan de representar de modo fiel la realidad. Ejemplo: Charles Bukowski.

2.2. Los experimentalismos

En la estela de los renovadores de la novela del siglo XX, se sitúan autores como Samuel Beckett.

2.3. Novela alegórica

Entronca con la obra de Kafka. Un autor representativo lo tenemos en José Saramago e Ítalo Calvino.

2.4. Novela existencialista

Según la cosmovisión existencialista, el ser humano ha sido arrojado a una vida sin objeto, marcada por el tedio y la incomunicación.

Tenemos a Albert Camus y Jean-Paul Sartre.

2.5. Vigencia de subgéneros narrativos

Como el relato policiaco, la novela histórica y la ciencia-ficción.

2.5.1. Ciencia ficción y distopía

La ficción distópica es una rama de la ciencia ficción en la que se conjetura una sociedad futura indeseable, contraria a la utopía o sociedad ideal.

La acción se desarrolla en Londres, en el año 1984, en una sociedad totalitaria regida por el “Gran Hermano”, que controla, por medio de pantallas situadas en las casas y en las calles, todas las actividades de los ciudadanos.

En este subgénero se inscriben obras como Un mundo feliz, de Aldous Huxley (1894-1963); Fahrenheit 451, de Ray Bradbury (1920-2012); La naranja mecánica, de Anthony Burgess; 1984, de George Orwell (1903-1950).

2.5.2. Novela histórica

Ejemplo: Memorias de Adriano, Marguerite Yourcenar.

El tema principal de la obra gira en torno a la introspección del personaje principal mientras reflexiona sobre su vida, sus acciones, su poder y su mortalidad a través de las cartas que escribe a su amigo Marco Aurelio.

Es una exploración profunda y reflexiva de la condición humana y el paso del tiempo.

Otro ejemplo: El nombre de la rosa, Umberto Eco.

Es una novela compleja que aborda varios temas importantes como la religión y la fe, el poder y el conocimiento, la moralidad y el pecado.

3. Las grandes tradiciones teatrales europeas

El teatro isabelino inglés (Shakespeare), el clásico francés (Molière) y el español del Siglo de Oro (Lope de Vega). A estas tradiciones habría que añadir la commedia dell’arte italiana.

La edad de oro del teatro europeo se asocia al Barroco.

Entre las características generales del teatro Barroco destaca el sentimiento de crisis, la conciencia angustiada del paso del tiempo, la decepción vital, la fascinación por la complejidad y el gusto por el contraste (mezcla de lo trágico y cómico).

Durante el siglo XVII, el teatro se convirtió en el espectáculo popular por excelencia gracias a factores como su instrumentalización política (las monarquías absolutas convierten el teatro en un vehículo de propaganda y control ideológico), la profesionalización de las compañías y el establecimiento de locales específicos para la representación.

3.1. El teatro de William Shakespeare

Shakespeare (1564-1616) es el máximo representante del teatro isabelino y una de las cimas de la literatura universal.

Su obra dramática se compone de treinta y siete piezas conservadas que se pueden clasificar en tres subgéneros:

• Comedias. Predominan los enredos amorosos y la comedia grecolatina para crear comicidad, elementos sobrenaturales o mágicos. Constituyen un grupo aparte las comedias sombrías protagonizadas por villanos, como El mercader de Venecia o Medida por medida.
• Tragedias. Indagan en las pasiones humanas y se caracterizan por la hondura y complejidad de los personajes. Dos bloques: inspiradas en la historia romana (Julio César, Antonio y Cleopatra) y las grandes tragedias (Hamlet, Otelo, El rey Lear, Macbeth).
• Dramas históricos. Tratan, en general, sobre la decadencia de Inglaterra y las guerras civiles del siglo XV: Ricardo II, Enrique IV, Enrique V, Enrique VI y Ricardo III.

Personajes: presentan caracteres complejos, de gran humanidad y espesor psicológico. Ejemplos: el viejo rey Lear, atormentado; Hamlet, personaje dramático; el manipulador Yago; villanos Macbeth y Lady Macbeth; Romeo y Julieta; el bufón Falstaff, o Shylock.

Temas e ideología: conflictos, temas y pulsiones humanas. Visión pesimista y desengañada, el sufrimiento y la muerte son omnipresentes.

Caracterización formal: cinco actos, prosa y verso, emplean variedad de registros y mezclan lo trágico y lo cómico. En ellas se rompe la regla de las tres unidades y cobran importancia los monólogos.

3.2. El teatro clásico francés

El teatro clásico francés se erige como una reacción, basada en la razón y el equilibrio, contra los excesos del teatro barroco.

Se caracteriza por el respeto a la regla de las tres unidades, el decoro, la verosimilitud y la distinción entre tragedia y comedia.

• Tragedia: Destacan los autores Pierre Corneille (El Cid) y Jean Racine (Fedra).
• Comedia: El autor más relevante del teatro clásico francés es Molière, cuyas comedias, mediante la sátira, denuncian los vicios o defectos —sobre todo la hipocresía— de la sociedad. Molière emplea recursos de comicidad tomados de la commedia dell'arte italiana y de la comedia latina, que combina con la sutileza y la profundidad psicológica en la creación de caracteres. En la producción dramática de Molière destacan Tartufo, sobre la extrema y fingida devoción; Don Juan, una recreación del mito del seductor; y El misántropo, en la que expresa, a través del protagonista, el desagrado que sentía hacia el género humano y la sociedad del momento.

4. El teatro en Grecia y en Roma

El teatro occidental surge en Grecia a finales del siglo VI a. C. En torno a las festividades en honor de Dionisos se organizaban concursos dramáticos de tragedias y comedias, que eran representadas ya en edificaciones dedicadas específicamente a este fin.

En el teatro grecolatino se desarrollan dos géneros:

4.1. Tragedia

Obra protagonizada por personajes elevados (dioses, héroes, reyes...) en la que se presentan hechos graves o dolorosos con un destino fatal.

Las tragedias griegas se basan en la mitología, están compuestas en verso (con partes recitadas y otras cantadas) y persiguen la finalidad de generar compasión y temor en el espectador, que provoca la catarsis.

Los autores principales fueron los griegos Esquilo (La Orestiada), Sófocles (Edipo rey) y Eurípides (Medea); y el romano —nacido en Córdoba— Séneca (Fedra).

El coro cumple con 3 funciones:

• Delimitar, por medio de estásimos (cantos), el principio y el final de cada uno de los cuadros (epeisodia) en los que se estructura la acción.
• Anticipar los sucesos que van a ocurrir o advertir a los personajes de las consecuencias de sus actos.
• Servir de portavoz o conciencia colectiva de los sentimientos del público.

4.2. Comedia

Obra de cariz jocoso o satírico cuyo objetivo es divertir a los espectadores y criticar o ridiculizar los vicios o malas costumbres para corregirlos mediante la risa.

A diferencia de la tragedia:

• Los personajes no son elevados y recrean situaciones de la vida cotidiana.
• Predomina el lenguaje coloquial.
• El coro pierde importancia.
• Aumenta el uso del gesto como mecanismo cómico.
• Se desarrollan técnicas, como el equívoco (o quid pro quo), o el uso de personajes tipificados, como el esclavo astuto, la vieja alcahueta o el viejo burlado.

Entre sus autores, destacan el griego Aristófanes (Las nubes, Lisístrata) y el romano Plauto (Los gemelos).