Panorama Lingüístico y Literario de España e Hispanoamérica: Idiomas, Evolución y Narrativa

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Las Lenguas de España

En España se hablan varias lenguas, por eso se considera un estado plurilingüe. En todo el estado español, la lengua oficial común es el castellano o español. Además, son también oficiales:

  • En Cataluña y las Islas Baleares, el catalán.
  • En la Comunidad Valenciana, el valenciano, que pertenece al ámbito lingüístico del catalán.
  • En Galicia, el gallego.
  • En el País Vasco y algunas zonas de la Comunidad Foral de Navarra, el vasco o euskera.

Origen de las Lenguas de España

Las lenguas de España, a excepción del vasco o euskera, proceden del latín; pertenecen, por tanto, a la familia de las lenguas románicas o romances.

  1. Lenguas prerromanas. Antes de la llegada de los romanos coexistían en la península diversos pueblos (celtas, íberos, lusitanos) cada uno con su propia lengua.
  2. Romanización. A finales del siglo III a.C., los romanos desembarcaron en Ampurias (Girona). Se inició entonces la romanización: los hispanos adoptaron las costumbres y la organización jurídica y administrativa de los colonizadores, así como su lengua, el latín.
  3. Fragmentación del latín. En el siglo V, tras la caída del imperio romano, el latín hablado en la península, que había mantenido cierta cohesión, comenzó a fragmentarse.
  4. Nacimiento de los romances peninsulares. En torno al siglo X culminó la diferenciación de los primitivos romances hispánicos: el gallego-portugués, el castellano, el catalán, el asturleonés, el navarroaragonés y el mozárabe.
  5. Expansión del castellano. La preeminencia de esta lengua provocó con el tiempo la desaparición del mozárabe y limitó el desarrollo del asturleonés y del navarroaragonés.

Evolución del Castellano

  • Castellano medieval (siglos X-XV): presenta muchas diferencias con respecto al actual, que afectan al vocabulario, a la pronunciación y a la ortografía. Durante el reinado de Alfonso X el Sabio (1252-1284) se promovió la primera regularización ortográfica del idioma. En esta etapa se incorporaron abundantes arabismos como aceituna, azúcar, aldea, algodón, alcalde, albañil.
  • Castellano clásico (siglos XVI-XVII): la publicación de la Gramática (1492), de Elio Antonio de Nebrija, marcó el inicio del castellano de los Siglos de Oro. En esta etapa se adoptaron, sobre todo, italianismos como piloto, balcón, fachada e indigenismos como chocolate, tomate, patata, tiburón.
  • Español moderno (siglos XVIII-XIX): en 1713 se fundó la Real Academia Española (RAE), que vela por la unidad y estabilidad de la lengua y publica con este fin el Diccionario de Autoridades (1726), una Ortografía (1741) y una Gramática (1771). En este periodo se introdujeron en el castellano numerosos galicismos como interesante, chaqueta, pantalón, hotel, sofá.
  • Español actual (desde el siglo XX): el rasgo más característico del español actual es la constante incorporación de neologismos y, en particular, de anglicismos.

La Novela Regionalista

Durante la primera mitad del siglo XX, el rasgo unificador de la narrativa hispanoamericana es su carácter realista. Dos son las notas específicas de la novela de este período, que ha recibido el nombre de novela regionalista:

  • La importancia de la naturaleza: la selva amazónica (La vorágine, de José Eustasio Rivera), la llanura venezolana (Doña Bárbara, de Rómulo Gallegos).
  • La voluntad de reflejar conflictos políticos y sociales: (Los de abajo, de Mariano Azuela).

Jorge Luis Borges

Los cuentos del escritor argentino Jorge Luis Borges han ejercido una enorme influencia en la narrativa hispanoamericana posterior. Los relatos de Borges presentan dos características esenciales:

  • El antirrealismo, no solo por la presencia de elementos fantásticos (El aleph), sino porque no hay en ellos una descripción minuciosa de ambientes ni una imitación de la realidad inmediata.
  • El antipsicologismo, ya que renuncia a profundizar en el carácter o en las motivaciones de los personajes, cuyas vidas se reducen, con frecuencia, a dos o tres escenas significativas.

El Universo Borgiano

  • La identificación del universo con una inmensa biblioteca (La biblioteca de Babel) o con un libro infinito (El libro de arena) que el ser humano es incapaz de abarcar o comprender.
  • La presencia de espejos y de laberintos que subrayan lo ilusorio e indescifrable de la existencia (El jardín de senderos que se bifurcan).
  • La referencia a otros textos (Pierre Menard, autor del Quijote) o incluso la presentación del relato como glosa, traducción o cita de otro texto, real o apócrifo (El informe de Brodie).

La Novela del Boom

Desde finales de los años cuarenta y, sobre todo, durante las dos décadas siguientes, se produce una eclosión de la narrativa hispanoamericana conocida como el boom. Esta novela, la más representativa del realismo mágico, narra la deslumbrante saga de los Buendía, paradigma del mundo hispanoamericano, pero también de la condición humana. Con un sustrato mítico, el autor cuenta en ella la vida de varias generaciones de la familia, desde que José Arcadio Buendía y Úrsula Iguarán fundaran Macondo, espacio imaginario en el que se desarrolla la acción. Los temas más frecuentes son:

  • La problemática existencial (la incomunicación, la muerte, el sentido de la vida), en novelas como El túnel, de Ernesto Sábato, o Rayuela, de Julio Cortázar.
  • La figura del dictador, como parte de la realidad política hispanoamericana, en El Señor Presidente, de Miguel Ángel Asturias; Yo, el Supremo, de Augusto Roa Bastos; o El otoño del patriarca, de Gabriel García Márquez, entre otras.
  • La inserción de elementos fantásticos, portentosos, en la vida cotidiana de los personajes, que son asumidos por estos con naturalidad. Se trata del llamado realismo mágico, que encontramos en El reino de este mundo, de Alejo Carpentier; Pedro Páramo, de Juan Rulfo; o Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez.

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