Orígenes del Pensamiento Filosófico en la Antigua Grecia
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El origen de la filosofía en la Antigua Grecia
La filosofía surge en la Antigua Grecia durante el siglo VI a.C., en un momento conocido como el paso del mito al logos. Este proceso marca el tránsito de una explicación mítica del mundo a una basada en la razón. En esa época, Grecia no era un estado unificado, sino un conjunto de polis independientes que compartían una cultura común basada en el idioma, la religión y las costumbres. A pesar de estar distribuidos por las costas del Mediterráneo oriental, en contacto con pueblos como fenicios y egipcios, los griegos compartían una cosmovisión mítica común, transmitida de manera oral.
Un tiempo sin escritura: 1200-750 a.C
Durante la época oscura (1200-750 a.C.), Grecia atravesó un periodo de decadencia cultural en el que se perdió la escritura. En ese tiempo, los conocimientos y la historia se transmitían de manera oral. Los aedos, poetas que recitaban las grandes gestas heroicas, fueron los principales transmisores de los relatos míticos, que recogían la historia y las creencias de los griegos. Obras como la Iliada y la Odisea de Homero son el mejor ejemplo de cómo estos relatos moldearon la identidad griega. Aunque carecían de precisión histórica, se consideraban verdades incuestionables.
En qué relatos orales creían los griegos
La cosmovisión griega estaba formada por una serie de mitos que explicaban el origen del mundo, los dioses y los humanos. Algunos de los mitos más conocidos trataban temas como:
- El origen del mundo, en el que Gea (Tierra) y Urano (Cielo) daban lugar a generaciones de dioses.
- La relación entre los humanos y los dioses, marcada por la intervención directa de los dioses en la vida cotidiana.
- La creación del ser humano, como en el mito de Prometeo, que robó el fuego a los dioses para entregarlo a los humanos.
Estos relatos ofrecían una interpretación del mundo donde los dioses olímpicos, aunque inmortales y poderosos, tenían cuerpos y actitudes humanas. Intervenían en la vida de los mortales de manera arbitraria, y su voluntad era la explicación de la desgracia humana.
¿Los mitos son conocimiento?
A pesar de la importancia de los mitos en la vida griega, estos no ofrecían una forma de conocimiento racional. Los mitos carecían de coherencia, trazabilidad y precisión. Explicaban el mundo a través de relatos divinos que, aunque compartidos y aceptados socialmente, no cumplían con los principios de racionalidad. Las contradicciones e incoherencias entre los mitos no eran percibidas como un problema, ya que lo importante no era la veracidad de los relatos, sino su valor cultural y simbólico.
El nacimiento crítico y el Logos
Los filósofos presocráticos comenzaron a proponer explicaciones racionales, basadas en el logos (razón), sobre el origen de la naturaleza (physis) y el funcionamiento del universo. Esto implicaba una ruptura con la tradición mítica, ya que los primeros filósofos, como Tales, Anaximandro y Anaxímenes, buscaron un principio fundamental que explicara la realidad de manera lógica y natural, sin recurrir a los dioses.
Este paso hacia el logos abrió la puerta a la reflexión crítica sobre el mundo y la naturaleza, estableciendo la base de la filosofía occidental.
¿Qué queremos decir cuando decimos que algo es?
La pregunta sobre el ser se vuelve fundamental con los primeros filósofos. Parménides, uno de los presocráticos, fue el primero en plantear de manera profunda la cuestión del ser. Según Parménides, solo el ser es, mientras que el no-ser no puede existir. Esta afirmación introduce el principio de no contradicción, es decir, que una cosa no puede ser y no ser al mismo tiempo. El cambio, por tanto, era una ilusión. Esta idea contradecía la creencia de otros filósofos, como Heráclito, quien defendía que todo estaba en constante cambio.
Con la pregunta “¿qué es el ser? ”, la filosofía comienza a profundizar en la naturaleza de la realidad y el conocimiento, alejándose de las explicaciones mitológicas.
¿Somos nosotros quienes inventamos a nuestros dioses?
Con el surgimiento del pensamiento filosófico, algunos filósofos comenzaron a cuestionar la existencia y naturaleza de los dioses. A medida que la razón (logos) se establecía como un método para explicar el mundo, surgía la duda sobre si los dioses realmente existían o si eran una creación humana. Aunque los primeros filósofos no negaban explícitamente a los dioses, su interés por explicar el mundo mediante principios naturales llevó a una reflexión crítica sobre el papel de las divinidades en el universo.
El cuestionamiento de los mitos y los dioses no era sólo una duda sobre la religión, sino también sobre el origen de las creencias humanas. Algunos pensadores como Jenófanes criticaron la visión antropomórfica de los dioses, sugiriendo que cada pueblo inventaba a sus dioses a su imagen y semejanza, lo que pone en duda si los dioses son una creación cultural.