El Origen de la Vida: Refutación de la Generación Espontánea
Enviado por Programa Chuletas y clasificado en Francés
Escrito el en español con un tamaño de 3,87 KB
Desde prácticamente los inicios de la humanidad, ya se formulaban teorías sobre cómo se había originado la vida en la Tierra. Una de estas teorías (y probablemente una de las más aceptadas hasta el siglo XIX) fue la llamada **generación espontánea**, que desarrolló **Aristóteles** en el siglo IV a.n.e. Esta teoría establece que el calor del sol sobre un elemento (trigo, carne, agua, etc.) puede crear la vida. Un ejemplo de esta teoría es que al haber trigo en un costal, los ratones eventualmente aparecerían. La teoría de la generación espontánea permaneció prácticamente sin cuestionamientos hasta el siglo XVII, cuando un científico italiano, **Francesco Redi**, demostró que los gusanos no se creaban en la carne si se la tapaba con una tela y que después llegaban las moscas atraídas por el olor, ponían sus huevos y eventualmente estos se convertían en gusanos.
Los Experimentos de Needham y Spallanzani
Otro experimento fue el del cura inglés **John Needham** en el siglo XVIII, en el que puso materia orgánica en un frasco, lo selló con cera y lo hirvió. Después se dio cuenta de que, pasado el tiempo, aún había vida en el frasco y que el hervirlo no “mataba” a la generación espontánea. Lo que Needham no sabía era que el frasco estaba mal sellado. Además, Needham decía que los **átomos de la vida** eran necesarios para todos los seres vivos y reportaba que los había visto ir del cuerpo de un animal muerto a otro lugar donde, según él, se generaba la vida.
Tiempo después del experimento de Needham, **Lazzaro Spallanzani** se enteró de este, estuvo en desacuerdo y decidió hacer su propio experimento. En él, en vez de tapar la botella con un corcho o cera, la cerró con la misma botella calentándola y derritiéndola. Después hirvió la sustancia, esperó unos días y, al ver que la sustancia no cambiaba de color (lo que hubiera indicado el crecimiento de bacterias), demostró que la vida no se originaba de la nada, sino que necesitaba un “algo” que la iniciara. Sin embargo, Needham no estuvo de acuerdo y decía que, al haber cerrado la botella con el propio vidrio, los átomos vitales no podrían entrar y no se produciría la vida. Esta discusión, debido a que los dos tenían un punto que cada uno justificaba y hasta cierto punto tenía sentido, el argumento quedó en “empate”.
Louis Pasteur y la Refutación Definitiva
Años después, en el siglo XIX, **Louis Pasteur** entró otra vez en la discusión y realizó experimentos más elaborados en los que probaría que la generación espontánea era una teoría incorrecta. Utilizó una solución en la que, si entraban microorganismos, esta se tornaría de un color más oscuro (café, verde, negro, etc.). Lo que Pasteur hizo fue utilizar tres frascos, pero diferentes cada uno:
- El primer frasco estaba totalmente sellado.
- El segundo estaba abierto, pero el “cuello” del frasco estaba curvado y además utilizó un algodón para que pudiera pasar el aire, pero no los microorganismos. Este frasco también sirvió para que pudieran “pasar” los supuestos átomos de Needham.
- El tercer frasco estaba completamente abierto y en contacto con el aire.
Luego de pasar unos días, se dio cuenta de que los frascos 1 y 2 estaban limpios y libres de microorganismos, y en cuanto al número 3, estaba sucio y lleno de microorganismos debido al contacto con el exterior.
Conclusiones
Lo que Pasteur demostró con este experimento fue que **la vida no podía surgir espontáneamente y por sí misma**. Esto también cambió la manera de pensar y la gente comenzó a preguntarse nuevamente el origen de la vida. Una de las reflexiones de Pasteur dice que en algún momento de la Tierra la materia no viva dio origen a la materia viva y que esto ocurrió por lo menos una vez, y que **todo ser vivo proviene de otro ser vivo**.