Oligarquía y Caciquismo en la España de la Restauración: Crítica de Joaquín Costa

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Análisis del Texto de Joaquín Costa

Este texto, según su fuente, es un texto histórico primario. Según su forma, es un fragmento de una obra literaria y su tema es político. El autor es Joaquín Costa, político y líder del Regeneracionismo. Está dirigido a un colectivo y su finalidad es pública. La época se sitúa en 1901, en Madrid. El tema central es la crítica al caciquismo y a la falsificación electoral que propiciaba el sistema turnista.

En primer lugar, el autor cita los tres elementos que, en su opinión, integran el sistema de gobierno:

  • Los oligarcas: ricos, poderosos e influyentes que ocupan los altos cargos.
  • Los caciques: de distinta categoría según su influencia y posición social, actúan de intermediarios con el gobierno.
  • Los gobernadores civiles: encargados de mantener la comunicación y las relaciones.

Según Joaquín Costa, el sistema se veía reducido a estos elementos que mantenían postrada a la nación. Posteriormente, pasa a exponer la posición que ocupaba cada uno en el sistema. Los caciques y oligarcas, también conocidos como clase gobernante, se distribuían en partidos. Costa insiste en que es un error considerar a estas agrupaciones políticas como partidos, pues no integran ni representan a la nación. Los compara con un grupo de extraños, de extranjeros que se han hecho con el poder mediante la fuerza. Los caciques falsifican el sufragio y los resultados. Las elecciones, en teoría, debían ser democráticas. El único objetivo de esta corrupción era favorecer al partido al que correspondía gobernar según el turno pacífico.

Contexto Histórico: La Restauración y el Sistema Canovista

En enero de 1874, el general Pavía protagonizó un golpe de Estado que disolvió las Cortes y puso fin a la I República. Se inició el periodo de la Restauración (1874-1923) con el sistema canovista como forma de gobierno. Este gobierno trataba de regresar al periodo de la Unión Liberal. Para ello, Cánovas del Castillo defendía la necesidad de una Constitución moderada y flexible, que estableciera la soberanía compartida entre el Rey y las Cortes. De esta manera, el orden político y público quedarían garantizados.

El sistema canovista se basó en dos pilares:

  1. La Constitución de 1876: de carácter moderado, no reconocía la soberanía nacional de modo suficiente y mantenía los derechos tradicionales de la Iglesia Católica.
  2. El bipartidismo turnista: por un lado, el partido conservador de Cánovas y, por otro, el fusionista de Sagasta. Mediante un pacto, establecieron el turno pacífico para gobernar. De esta manera, a pesar del resultado de las elecciones, el partido al que tocase gobernar tenía garantizada la victoria electoral. Esto sólo podía lograrse mediante el caciquismo. Los caciques, pertenecientes a la oligarquía poderosa e influyente, controlaban la vida política, económica y social, sobre todo en el campo.

La Crisis del Sistema y el Regeneracionismo

El bipartidismo turnista mantuvo fuera del gobierno a los partidos antidinásticos como los carlistas o republicanos que, junto con el anarquismo, el socialismo, los regionalismos y los nacionalismos, configuraron la oposición al sistema canovista. A finales de siglo, el sistema político estaba en crisis por varios factores: los nacionalismos periféricos, la cuestión colonial y militar y el movimiento obrero caminaban en otra dirección. Añadamos la Semana Trágica de 1909, la crisis de 1917 y la muerte de los líderes que no encontraron sustitutos capaces de formar mayorías estables en el Parlamento.

Conclusión

Este texto de Joaquín Costa refleja un panorama político desolador, caracterizado por el fraude electoral ligado al falso turnismo y al caciquismo. Pero Costa no se limitó sólo a plantear las deficiencias de la Restauración, también buscó soluciones regeneracionistas como lo prueban sus escritos y su labor política.

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