Obras maestras del arte: Impresionismo, Racionalismo y Neoclasicismo a través de Monet, Le Corbusier y Goya

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Serie de la catedral de Rouen

Impresionismo, Monet, Siglo XIX

Claude Monet fue el pintor impresionista por excelencia. Toda su obra es una permanente glorificación de la luz en su infinita variedad. En los años setenta, tras un viaje a Londres, incorporó a su pintura la perspectiva aérea y los efectos transitorios de la niebla y el vapor, en obras como El Boulevard des Capucines. Al año siguiente, Monet presentó la obra Impresión, sol naciente. A partir de entonces, Monet se estableció en Argenteuil, pintó al menos diez cuadros de la estación de Saint-Lazare, en los que lo único que importa es la persecución de la luz y la representación del humo y el vapor, que simbolizan el impacto del ferrocarril en el mundo contemporáneo. En los años noventa pintó varias series, que culminaron en la de La catedral de Rouen, que constituye la demostración de la captación del instante. En 1903, con la transparencia que ofrece la técnica de la acuarela, pintó las vistas del Parlamento. Sus últimas obras fueron las de las series de las Ninfeas.

El Impresionismo se inicia con la Exposición de 1874. El pintor se siente comprometido a buscar la verdad visual.

Características del Impresionismo

  • Pasión por la pintura al aire libre, pintan paisajes del natural con tonos claros y luminosos.
  • Nueva valoración de la luz y nuevo colorido. La luz es el verdadero tema del cuadro. Así, repiten el mismo motivo a distintas horas del día.
  • Utilizan una gama luminosa: blanco, azules, rosas, violetas y rojos.
  • Aparecen nuevos temas en la pintura al aire libre.
  • Quiere representar sólo lo que está delante del artista. Se pintan paisajes (marinos, vistas urbanas, nocturnas), interiores con luz artificial, fiestas o bailes populares, personajes de la bohemia y marginados.
  • Uso de una técnica suelta y ligera, con pinceladas vigorosas y cortas que aportan mucha pasta, permitía suavizar los contornos y fundirlos con el fondo.
  • Nueva relación con el público, el cuadro se ofrece como algo inacabado, una impresión que es necesario construir mentalmente.
  • Disolución de los contornos, abandono del dibujo preciso, relativización de la forma en relación a la luz y el color.

La serie sobre la catedral de Rouen refuerza las teorías de Monet iniciadas años antes con Los almiares. Según éstas, los objetos varían dependiendo de la luz que se les aplique. No es lo mismo una iluminación matutina que vespertina cuando incide sobre un mismo elemento. Aquí observamos la fachada de la catedral a pleno sol, por lo que las líneas de sus contornos se difuminan y casi desaparecen. Los arcos de las portadas, el rosetón o la decoración gótica son absorbidos por el sol, provocando profundos contrastes de luz y sombra, sombra que ahora es más oscura, aunque dominan en ella las tonalidades malvas. La rapidez del trazo refuerza la idea de inmediatez y, especialmente, la impresión que causa esta magnífica catedral gótica a Claude Monet.

Villa Saboya

1929, Le Corbusier, Siglo XX, Racionalismo

Le Corbusier construye en 1929 la Villa Saboya, aplicando estos principios. Rompe con la tradición. En 1942 crea el Modulor (módulo constructivo universal, basado en la figura humana) que aplica en la Unidad de Habitación de Marsella (1946), encargada por el gobierno al finalizar la Segunda Guerra Mundial para dar viviendas a familias obreras. Pero tras 1945, por "efecto del amargo desengaño que, tras la Segunda y más cruel guerra mundial, destruyó su iluminista y utópica confianza en la racionalidad natural de la sociedad" (G. C. Argan), Le Corbusier abandona el purismo geométrico y se acerca al Organicismo, huyendo de la monotonía en que ha caído el Racionalismo. El septuagenario maestro sorprende a todos con la Capilla de Ronchamp, su obra más audaz y poética. Va a ejercer una enorme influencia posterior, siendo muy imitada.

Descripción de Villa Saboya

La planta baja tiene una forma curva que subraya el movimiento y la influencia de los automóviles en la misma. En un costado, ocupando aproximadamente la cuarta parte de la planta, se encuentra el garaje, con capacidad para tres coches de 1930 y sustituyendo el espacio que antiguamente ocupaban las cuadras y caballos. En la parte frontal y próxima a la entrada rodada se encuentra la entrada de a pie, frente a la cual se abre un hall que cuenta con dos elementos principales: una rampa que recorre de abajo a arriba todo el edificio y que constituye su espina dorsal, prolongando este movimiento desde fuera hacia dentro, y una escalera de caracol.

Características de Villa Saboya

  • Edificio que descansa sobre pilotis (columnas) en planta baja, dejando la superficie en su mayoría libre para permitir que el paisaje quede autónomo del edificio.
  • Cubierta plana, sobre la que se sitúa un jardín.
  • Espacio interior libre, debido a la estructura basada en pilares y tabiques.
  • Fachada libre de elementos estructurales, de forma que puede diseñarse sin condicionamientos.
  • Grandes ventanas alargadas en las fachadas para conseguir una profusa iluminación natural en el interior (fenêtre en longeur).

Contexto del Neoclasicismo

Surge a mediados del siglo XVIII. Los centros principales serán Roma y París. Es un intento de someter la creación artística a reglas racionales y de elaborar modelos de validez universal: carece de fuerza creadora y resulta un arte de escasa originalidad.

Factores que influyen en el Neoclasicismo

  • Tratadistas reconocen al modelo griego como punto de partida de toda belleza, defendiendo un retorno a las fuentes de antigüedad.
  • Las excavaciones de Herculano y Pompeya.
  • Las expediciones arqueológicas inglesas a Grecia.
  • La creación de las Reales Academias.
  • Se refiere especialmente a la arquitectura, aunque sin olvidar totalmente la escultura y la pintura.

Características de la pintura neoclásica

Triunfa a finales del siglo XVIII, favorecido por los principios éticos de los enciclopedistas que atacaban el carácter artificioso del Rococó. El Neoclasicismo se inspira en la escultura, en especial en los relieves, lo que dotará un carácter escultórico a las representaciones pictóricas neoclásicas. Predomina el dibujo academicista sobre el color. Luz clara y difusa. La base de la belleza es la armonía de las proporciones y de las líneas. Los principales temas son: retratos, mitológicos, cuadros de historia.

Francisco de Goya

Francisco de Goya nace en 1746 en Fuendetodos. Después de realizar sus primeros estudios, ingresa en el taller de José Luzán. Se traslada a Madrid en 1763 para ganar concursos y conseguir becas para estudiar en Italia, en donde aprende la técnica del fresco, el arte de componer y el colorismo. En 1772 decora una de las bóvedas del Pilar de Zaragoza y realiza varios cuadros para la cartuja del Aula Dei. Su matrimonio con Josefa Bayeu. Durante estos años también tendrá acceso a las Colecciones Reales y podrá conocer a grandes como Velázquez. Su fama en la corte va creciendo y en 1786 es nombrado pintor de Carlos III. En 1789, Carlos IV le nombra pintor de cámara. Inicia una intensa relación con Jovellanos o Moratín. Después de una grave enfermedad queda prácticamente sordo y esto influye decisivamente en su pintura: pierde el carácter alegre y optimista. Esto se aprecia en El entierro de la sardina o Casa de locos. Realiza también dos de sus obras más importantes: Los caprichos y los Frescos de la ermita de San Antonio de la Florida. En estos tiempos es cuando realiza los más importantes cuadros de la familia real. En 1808 se produce una crisis en su vida: la Guerra de la Independencia. Es obligado a ser pintor de cámara de José I. Muere su esposa. Al regreso de Fernando VII, Goya tiene problemas por sus ideas ilustradas y liberales y por algunos de sus cuadros de la Inquisición y con el mismo rey. Se traslada a una finca, llamada "Quinta del Sordo". Allí pinta Las pinturas negras. Goya marcha a Burdeos, en donde permanecerá hasta su muerte en 1828.

El Aquelarre

Goya, 1819-1823, Pinturas Negras

El cuadro representa un aquelarre en el que muchas brujas alucinadas rinden culto al demonio. El demonio está situado a la izquierda del cuadro, con sotana y hábitos eclesiásticos, representado como una silueta en sombra. La audiencia a la que predica está compuesta, además de por brujas, también por frailes y campesinos de rostros animalescos y mucha fealdad, que siguen atentamente la arenga del demonio. Son una masa compacta de aspecto grotesco. A la derecha del todo aparece una joven sentada en una silla, seguro que va a ser iniciada en los ritos satánicos para convertirse en bruja y da la sensación de que está ausente. A la derecha del diablo está su ayudante, que es una bruja de facciones bestiales y manto blanco en contraste con el negro de Satán. A su lado hay una cesta, una caja, frascos y todo ello para la ceremonia satánica que se celebrará a continuación. Los rostros muestran miedo, sorpresa y expectación. El autor lo que hizo fue crear una escena alargada de más de un metro de larga en el original, al que le falta un cacho cortado cuando se le traspasó a un lienzo, pero no se le dio mucha importancia porque es un espacio en blanco, es decir, no había ninguna figura. La escena está sometida a un movimiento elíptico, los representantes están sentados en círculo. El centro de esta composición lo forma la mujer del pañuelo blanco (la ayudante del diablo). La chica sentada en la silla puede ser Leocadia, la amante de Goya, que no está demasiado favorecida al encontrarse junto a las monjas. Si nos fijamos bien en el cuadro vemos que está formado por una elipse y que si la partimos a la mitad, justo ahí vemos que está la ayudante de Satán. La perspectiva del cuadro es aérea, el rostro de las brujas que están más lejos no se puede distinguir bien en comparación con las que están más adelantadas. Los rostros dan un aspecto macabro. Fijándonos en los colores del cuadro, podemos observar que son tonos oscuros, como la mayoría de sus pinturas negras, y usa una paleta de tonos sucios, donde aparece el blanco, negro humo, azul y rojo. Podemos observar que usa pinceladas sueltas menos en la figura que está a la izquierda de todo, que ahí usa pinceladas más finas. La luz es expresiva, da energía y fuerza a la pintura, se usan fuertes claroscuros como en el pañuelo de la bruja sentada en la silla. Las figuras están muy juntas y no hay espacio visible entre ellas y por eso nos da la visión de que son muchas brujas mirando el espectáculo, y crear el efecto de masa es una novedad.

El dos de mayo de 1808

Goya, 1814, Museo del Prado, Neoclasicismo

La larga vida de Goya le convirtió en testigo excepcional de algunos acontecimientos decisivos en la historia de España. La Guerra de la Independencia (1808-1814), librada por el pueblo español contra los ejércitos franceses de Napoleón Bonaparte, tuvo graves consecuencias para el país (muertes, destrucción, miseria y abatimiento moral). Goya se sintió profundamente afectado por estos trágicos acontecimientos y quiso plasmar en su obra el horror y el rechazo ante la sinrazón y la brutalidad de la guerra. En El dos de mayo de 1808, también conocido como La carga de los mamelucos, se representa la reacción violenta del pueblo madrileño contra los miembros de la guardia mameluca, mercenarios egipcios al servicio de Napoleón desde sus campañas en Egipto, y contra los coraceros franceses del mariscal Murat. La localización de la escena en la Puerta del Sol es hoy cuestionada. Sobre un fondo de arquitecturas, se agita, en primer plano, una multitud de combatientes y caballos, colocados en violentos escorzos. Los madrileños, con armas blancas y chuzos, se lanzan contra los jinetes mamelucos y franceses para derribarles de los caballos y asestarles golpes y puñaladas que acaben con sus vidas. El ardor, la furia de los madrileños y las actitudes violentas son los protagonistas del cuadro. El colorido es cálido y fogoso y la pincelada muy suelta, resuelta a base de manchas amplias. El dinamismo de la composición se traduce en un movimiento de fuga de derecha a izquierda. La escena está llena de dramatismo y refleja a la perfección el sentimiento patriótico del pueblo madrileño contra el ejército invasor.

La familia de Carlos IV

Goya, 1800-1801, Neoclasicismo, Museo del Prado

Estilo

Neoclasicismo, estilo propio.

Precedentes

Velázquez.

Localización

Museo del Prado, Madrid.

Tema

Retrato de Carlos IV y su familia, sin adulaciones.

Elementos formales

  • Pincelada suelta, poca importancia del dibujo.
  • Color muy trabajado, blancos y dorados contra rojos y azules.
  • Sin perspectiva, luz y color ayudan a crear los planos de profundidad, falta de espacio.
  • Contraste de luz, derecha iluminada, izquierda en penumbra.
  • Composición superficial. Personajes reales en tres grupos.

Contexto

Durante el reinado de Carlos IV empieza la lucha entre el Antiguo Régimen y las ideas liberales. Se descomponía el orden internacional vigente desde Utrecht y el sistema de alianzas tradicional; se desacreditaba la institución monárquica por el valimiento de Godoy y las disidencias entre Carlos IV y su heredero; la prolongada situación bélica generaba crisis económica, la ruptura de lazos con las colonias americanas y la bancarrota de la Hacienda.

Función

Retrato de familia que decoraría alguna estancia del Palacio Real.

Los fusilamientos del 3 de mayo

Goya, 1814, Neoclasicismo

Cada uno se recoge en una postura diferente, según sea su actitud ante la muerte: está el que se tapa el rostro porque no puede soportarlo o el que abre sus brazos en cruz ofreciendo su pecho a las balas. Este personaje en concreto es un elemento terriblemente dramático, puesto que mira directamente a los soldados, y su camisa blanca atrae el foco de luz como una llamada de atención a la muerte que se acerca. A sus pies, los cuerpos de los ajusticiados anteriormente caen en desorden. En el lienzo se puede ver una visión patriótica de los hechos acaecidos el 3 de mayo de 1808 en Madrid. Fue pintado años después de los acontecimientos, plasma cómo pudo ser el episodio que encendió la guerra con toda su violencia y su crueldad para manifestar su posición contraria a esos hechos. La ejecución es violenta, con rápidas y gruesas pinceladas, así como grandes manchas, como si la propia violencia de la acción hubiera invadido al pintor.

Composición

Dominada por dos grandes diagonales que confluyen en el farol colocado en el suelo: la de la montaña y la del pelotón de fusilamiento, que da profundidad a la escena. A la izquierda, los cadáveres colocados en primer plano presentan violentos escorzos. La figura con la camisa blanca es el punto de atracción de la composición.

Luz

Hay bruscos contrastes lumínicos. Goya utiliza el tenebrismo para conseguir un efecto dramático. Sobre un fondo oscuro, el foco de luz único proviene del farol, que ilumina fuertemente la zona de los patriotas, los soldados franceses aparecen en penumbra. La luz separa simbólicamente las dos zonas.

Color

El colorido es arbitrario y muy expresivo. Predominan los tonos oscuros (ocres, negro, gris), en fuerte contraste con el blanco, el amarillo y el rojo, en variada gama de matices. Hay también algún toque rosa. La mancha roja de la sangre destaca para expresar la violencia de la acción, así como el blanco de la camisa potenciado por el amarillo del pantalón.

Dibujo

Los contornos están perfilados en negro. El dibujo casi desaparece. Cuerpos y rostros están deformados, con una técnica expresionista. La pincelada es amplia, larga, quebrada, con grandes manchas.

Estilo

Muy personal, sin reglas fijas, al margen de los cánones, usando su imaginación para realizar obras originales. Aquí se muestra precursor del Romanticismo: visión subjetiva de la realidad, sin idealizarla, incluso ofreciendo los aspectos menos gratos de la misma; triunfo del color y de los sentimientos, libertad e imaginación del artista.

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