El Nominalismo de Ockham y su Impacto en la Filosofía Medieval y Moderna
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El Nominalismo de Guillermo de Ockham y su Impacto en la Filosofía
El nominalismo de Guillermo de Ockham en el siglo XIV marcó una ruptura con la escolástica, que había alcanzado su apogeo con Tomás de Aquino. Este periodo fue crítico tanto filosófica como históricamente, con el declive del feudalismo y el surgimiento del capitalismo burgués, además del cuestionamiento de la armonización entre razón y fe, que había sido central en la escolástica.
Contexto Filosófico: Razón y Fe
Tomás de Aquino defendió la colaboración de la razón para esclarecer la fe, mientras que corrientes como el averroísmo separaban ambas, llegando incluso a proponer la teoría de la “doble verdad”. Para el siglo XIV, esta separación se consolidó, siendo un punto de partida del pensamiento moderno.
Guillermo de Ockham (1290-1349)
Franciscano formado en Oxford, fue excomulgado por sus críticas a la Iglesia y su defensa de la pobreza evangélica. Su filosofía se basa en el principio de economía de los entes o navaja de Ockham, que sostiene que no se deben multiplicar los entes sin necesidad. Solo existen los objetos particulares que percibimos con los sentidos; los universales (como “Mesa” o “Hombre”) no tienen realidad independiente y son únicamente términos lingüísticos usados para agrupar objetos similares. Esta postura es conocida como nominalismo.
Críticas a la Demostración de la Existencia de Dios
Ockham rechaza las vías tomistas, que buscan probar racionalmente la existencia de Dios, pues estas requieren suponer la existencia de una “Primera Causa” que no es perceptible sensorialmente. Según él, solo es posible conocer causas mediante observación empírica. Por ello, considera que la existencia de Dios no puede demostrarse racionalmente, sino que solo puede aceptarse por fe.
Legado del Nominalismo
Al enfatizar los límites de la razón al ámbito de lo sensible, Ockham impulsó la independencia de la razón respecto de la fe. Esto liberó a la razón de su subordinación a la teología escolástica y favoreció el desarrollo de las ciencias experimentales, especialmente la física, como una forma de investigar la realidad perceptible.
La Relación con Otros Autores
Es importante destacar la conexión de Tomás de Aquino con la filosofía antigua, en especial con Aristóteles. Tomás adopta conceptos aristotélicos como sustancia, categorías, materia-forma, potencia-acto y causa-efecto, utilizándolos para desarrollar su metafísica y establecer la distinción entre esencia y existencia, clave para separar a Dios de las criaturas. En cuanto a la antropología, defiende la unidad sustancial del cuerpo y el alma, siguiendo la idea aristotélica, aunque recurre a Platón para explicar la inmortalidad del alma y su compatibilidad con la doctrina cristiana de la salvación.
En el tema de las demostraciones de la existencia de Dios, el texto destaca cómo Tomás de Aquino desarrolla las cinco vías, influenciado por Aristóteles y el pensamiento platónico. Estas demostraciones, racionales y filosóficas, buscan probar la existencia de Dios a partir del orden del mundo y la causalidad. Sin embargo, desde el siglo XIV, las críticas al planteamiento tomista surgen con fuerza. Guillermo de Ockham rechaza los fundamentos de la metafísica tomista, como el principio de causalidad y el concepto de sustancia, y establece una separación radical entre la razón y la fe, cuestionando así las pruebas de la existencia de Dios.
En la modernidad, autores como Descartes y Locke retoman la cuestión desde perspectivas distintas, mientras que Hegel en el siglo XIX refuerza el argumento ontológico. Paralelamente, San Agustín había considerado posibles algunos argumentos basados en el orden del mundo, pero el debate continúa hasta el siglo XIX, cuando David Hume critica la posibilidad de demostrar racionalmente la existencia de Dios, postura que será compartida por Kant, quien considera imposible esta demostración por vía teórica, aunque deja abierta la posibilidad de abordarla éticamente. Finalmente, con los sistemas filosóficos ateos de Nietzsche y Marx, se agota definitivamente la necesidad de demostrar racionalmente la existencia de Dios.
Definiciones
- Razón: Es una forma de conocimiento basada en la experiencia empírica que permite elaborar conceptos abstractos para comprender la realidad. Santo Tomás sostiene que la razón funciona en un modo ascendente, partiendo de lo particular hacia lo general, y siempre subordinada a la fe, que la complementa.
- Fe: La fe es un asentimiento del entendimiento a lo que se cree y funciona como guía superior para la razón, permitiendo acceder a verdades que esta no puede alcanzar por sí sola. Para Santo Tomás, la fe y la razón son complementarias y conducen a una mejor comprensión de la realidad.
- Verdad: Santo Tomás define la verdad como la adecuación entre el objeto y el entendimiento. Diferencia entre dos tipos de verdades:
- Verdades de razón: Son accesibles mediante el uso de la razón.
- Verdades de fe: Son aquellas que la razón no puede demostrar por sí misma y que son reveladas por Dios, como los preámbulos de la fe.
- Dios: Dios es presentado como la causa primera y necesaria del universo. Lo conocemos a través de sus atributos como el ser inmóvil, perfecto e inteligente. La existencia de Dios se demuestra de dos formas:
- Vía negativa: Por la negación de imperfecciones.
- Vía analógica: Comparando las perfecciones de los seres creados con Dios como causa de estas.
- Esencia: La esencia es aquello que define lo que una cosa es, comprendiendo tanto la forma como la materia en los seres naturales. Santo Tomás opta por una visión realista que sigue la línea aristotélica, donde la esencia se refiere a lo compuesto de materia y forma.
- Existencia: La existencia es el acto que realiza la esencia, es decir, lo que hace que una cosa sea. Para Santo Tomás, todo lo que existe es contingente (puede no existir) excepto Dios, quien es el único ser necesario en el que esencia y existencia coinciden.
- Creación: Dios es el origen y causa universal de todo cuanto existe. La creación es un acto voluntario de Dios que produce el ser a partir de la nada, dando existencia tanto a la materia como al espíritu.
- Inmortalidad: El alma humana, al ser la forma del cuerpo, es inmortal y espiritual. Para Santo Tomás, esta inmortalidad garantiza que el ser humano tenga un destino trascendente y una responsabilidad moral.