El Neoplatonismo y su Influencia en la Literatura del Renacimiento y el Barroco

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El Neoplatonismo y su Origen

El Neoplatonismo es una corriente filosófica que se desarrolla durante la primera mitad del siglo XVI. Se trata de una forma de pensamiento que tiene su origen en Constantinopla a manos de Plotino, quien cristianiza las ideas de Platón. Cuando cae el Imperio Romano de Oriente, todas las ideas neoplatónicas viajan a Italia, que llegarán a España a través de la monarquía de los Reyes Católicos. Recordemos que Fernando de Aragón, también fue el rey de Nápoles y de las Dos Sicilias.

Dios y el Mundo en el Neoplatonismo

El Neoplatonismo sitúa a Dios en la cúspide del mundo pues es omnipotente, omnipresente y omnisciente. Dios es la perfección, belleza suprema, luz y sol. Por tanto, todo gira en torno a él, en este momento se ha descubierto la teoría heliocéntrista (Copérnico y Galileo).

El mundo de Dios es una especie de macrocosmos (que para Platón era el mundo inteligible o de las ideas) que tiene su reflejo en el mundo terrenal o microcosmos, entendido como un “locus amoenus”. En este mundo, el cuerpo ya ha tenido que purificar el alma.

Vías de Purificación del Alma

Para los neoplatónicos, existen dos vías de purificación:

  • Contemplación: Existen dos objetos de contemplación de la máxima belleza: la naturaleza y la mujer. Por tanto, las mujeres de la primera mitad del siglo XVI (Renacimiento) se describen desde la idealización tomando como modelo las formas italianas de Dante (“donna angelicata”) y Petrarca (“donna spirituale”).
  • Erudición: Los autores renacentistas estudian los clásicos: griegos y romanos, por eso el Renacimiento se considera el renacer de la cultura clásica. La literatura entonces se llenará de mitología, pero mitología mayor pues los poetas buscarán la sencillez. Esta mitología se empleará para ejemplificar los sentimientos del yo lírico.

El Neoplatonismo en la Literatura del Renacimiento

Tras las reformas protestantes dirigidas por Martín Lutero, Felipe II abandera la Contrarreforma dirigida por Ignacio de Loyola y la orden de los jesuítas. Por tanto, es lógico que toda la literatura de la segunda mitad del siglo XVI gire en torno a la religión y al catolicismo.

El Neoplatonismo en la Literatura del Barroco

Los ascetas y los místicos, que pertenecen a diferentes órdenes religiosas como los agustinos y los carmelitas, sitúan en la cúspide piramidal a Dios, que también consideran la perfección absoluta, es el creador de un macrocosmos.

El mundo terrenal o microcosmos está hecho a imagen y semejanza que el mundo divino (“locus amoenus”). Este mundo idealizado está lleno de vicios teologales, por eso el cuerpo, considerado una cárcel del alma, debe purificarse de todo lo pecaminoso antes de llegar a Dios.

El alma, en su viaje, debe atravesar tres vías:

  • Purgativa: La purga puede hacerse de forma activa o pasiva. La primera se hace a través de la flagelación (latigarse) y la segunda a través de la oración y el recogimiento (clausura).
  • Iluminativa: En la oscuridad siempre hay una luz o llama (“ignis amoris”) y a partir de ahí comienza la ascensión o vía iluminativa siguiendo los patrones de la escala de amor del amor cortés. Los ascetas se quedarán en este punto.
  • Unitiva: Mientras que fray Luis de León se quedará en la vía iluminativa, san Juan de la Cruz y santa Teresa de Jesús defienden la unión del alma con Dios. Para explicar el éxtasis de la unión tienen que hacerlo a través de elementos tangibles (concretos) como lo es el amado y la amada, como lo sen Dios y el alma respectivamente, el hecho de explicar lo intangible a través de lo tangible lo denominaron “contrafacta”. Por eso se puede considerar a los místicos como los primeros presimbolistas.

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