Nacionalismos y regionalismos en España y el conflicto colonial de 1898

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Movimientos nacionalistas y regionalistas periféricos

Planteamiento y causas

La creación del Estado liberal, en su afán de centralización, no logró integrar la diversidad de identidades presentes en España. A esto se sumó la disparidad en las estructuras sociales y económicas; por ejemplo, Cataluña y País Vasco poseían un desarrollo industrial superior al resto del país. Estos movimientos se radicalizaron a partir de 1900.

El catalanismo

Hacia 1830, en el contexto cultural del romanticismo, surgió en Cataluña la Renaixença, un movimiento cultural y literario que buscaba recuperar la lengua y las señas de identidad de la cultura catalana. Las primeras formulaciones catalanistas con contenido político surgieron con Valentí Almirall, fundador del Centre Català, que pretendía sensibilizar a la opinión pública catalana para lograr la autonomía. El Desastre de 1898 provocó una crisis en las relaciones del Estado con los regionalismos periféricos, transformándolos en nacionalismos. En 1901 se creó la Lliga Regionalista, un partido exclusivamente catalán liderado por Enric Prat de la Riba y Francesc Cambó, cuyo objetivo era alcanzar la autonomía catalana dentro del Estado español. A partir de 1901, la Lliga obtuvo éxitos electorales en Barcelona, convirtiéndose en la fuerza política más importante de Cataluña hasta 1923.

El nacionalismo vasco

En el País Vasco, la abolición de los fueros tras la Tercera Guerra Carlista generó un resentimiento hacia el gobierno de Madrid. Este sentimiento se intensificó con el crecimiento económico y el cambio social impulsado por la fuerte inmigración. Sabino Arana, escritor de filiación carlista, evolucionó hacia el nacionalismo vizcaíno y formuló los principios del nacionalismo vasco (raza, fueros y religión), fundando el Partido Nacionalista Vasco (PNV) en 1894. Desde ese año, el PNV comenzó a participar en las elecciones municipales, a la Diputación y al Congreso.

Galleguismo

El regionalismo en Galicia fue más débil y tardío, a pesar de contar con una sociedad homogénea y una población mayoritariamente campesina con fuertes raíces en su lengua y tradiciones culturales. Se inició una corriente que dio lugar al Rexurdimento, el redescubrimiento literario de la lengua y la cultura gallegas. Durante la última etapa de la Restauración, el galleguismo adquirió un carácter más político.

Valencianismo y andalucismo

El valencianismo se fundamentó en la Renaixença, con figuras como Teodoro Llorente y Constantí Llombart. Se distinguieron dos líneas: una conservadora, liderada por Llorente y ligada a Lo Rat Penat, y otra liberal y republicana, representada por Llombart. El valencianismo ganó relevancia con la creación de Valencia Nova (1904) y Juventud Valenciana (1908), primeros pasos hacia un movimiento político. En Andalucía, el regionalismo andalucista comenzó a tomar fuerza a partir de 1910 con Blas Infante, aunque no logró una influencia política significativa antes de la Guerra Civil.

La cuestión colonial: Cuba y Filipinas. El desastre de 1898

Causas de las guerras cubanas

Las guerras en Cuba estuvieron motivadas por el deseo de emancipación de los isleños. Cuba y Filipinas estaban sometidas económica y políticamente a la metrópoli, y la esclavitud seguía vigente en 1868. Ese año estalló la Guerra de los Diez Años en Cuba, que concluyó con la Paz de Zanjón (1878). Aunque se hicieron concesiones, solo se cumplió la abolición de la esclavitud en 1889. Además, Cuba vendía grandes cantidades de azúcar a Estados Unidos, pero enfrentaba dificultades para comprar productos estadounidenses debido a los altos aranceles impuestos por Cánovas.

La guerra cubana y filipina (1895-1898)

El ministro de Ultramar, Antonio Maura, propuso un plan de autonomía para Cuba, pero fue rechazado por los políticos en Madrid. En Cuba, el sentimiento independentista se intensificó. José Martí, líder independentista cubano, fundó el Partido Revolucionario Cubano en Nueva York y ordenó el inicio de la lucha contra los españoles con el Grito de Baire (1895): "¡Viva Cuba libre!". El gobierno español envió al general Martínez Campos, quien intentó negociar acuerdos como en la Paz de Zanjón, pero fracasó. Luego, se envió al general Valeriano Weyler, quien implementó medidas severas como la concentración de campesinos en aldeas. Tras el asesinato de Cánovas, el gobierno liberal de Sagasta reemplazó a Weyler por Ramón Blanco y concedió la autonomía total a Cuba. Simultáneamente, surgió un movimiento independentista en Filipinas liderado por José Rizal, fundador de la Liga Filipina. Rizal, de postura moderada, fue encarcelado y ejecutado por las autoridades españolas. Aunque el movimiento fue sofocado, Estados Unidos intervino.

Intervención de los Estados Unidos

La intervención estadounidense en Cuba se debió a intereses económicos y estratégicos. Estados Unidos intentó comprar la isla a España, pero las ofertas fueron rechazadas. La guerra se declaró en 1898, y las flotas españolas fueron destruidas. Las negociaciones de paz culminaron en el Tratado de París de 1898, donde España cedió Filipinas, Cuba y Puerto Rico a Estados Unidos.

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