Nacionalismo e Imperialismo en Europa: Siglo XIX y XX
Nacionalismo en Europa (Siglos XIX y XX)
En la Edad Media y la Edad Moderna, la palabra "nación" designaba al grupo de personas nacidas en un mismo lugar y que estaban bajo el poder de un monarca. En el siglo XIX, el término "nación" adquirió una dimensión política. Hay dos concepciones distintas de nacionalismo:
- Concepción cultural (Alemania): Los románticos alemanes defendían que la nación era un ser vivo.
- Concepción política (Francia): Los teóricos franceses planteaban que la nación se forma por la decisión voluntaria de un conjunto de personas.
Los Estados del siglo XIX pretendian desarrollar el sentimiento nacional. Para ello, la educación implantó el uso de una lengua nacional, se desarrollaron tradiciones, banderas e himnos. Surgieron movimientos disgregadores: Bélgica se separó de los Países Bajos en 1830 y se convirtió en un Estado independiente. El Imperio austrohúngaro y el Imperio turco, estaban formados por poblaciones diversas. En el siglo XIX, muchos de estos grupos crearon movimientos políticos que reivindicaban la independencia. El Imperio turco se fue fragmentando en el siglo XIX. Irlanda, que pertenecía a Gran Bretaña, lo consiguió en 1922. También hubo movimientos unificadores en Italia y Alemania.
Liberalismo y autoritarismo en Europa
En Gran Bretaña y Francia, la democracia avanzó poco a poco: se aprobó el sufragio universal masculino, se desarrollaron la libertad religiosa y la libertad de expresión, y surgieron los partidos políticos modernos. No obstante, todavía no se puede hablar de que en estos países hubiera una auténtica democracia por dos motivos: las mujeres seguían careciendo de muchos derechos y la práctica generalizada de la manipulación electoral. El progreso de la democracia se acompañó de medidas para proteger a los más desfavorecidos, lo que ponía las bases del Estado Social. En países como Rusia, Alemania y el Imperio austrohúngaro, el liberalismo avanzó poco.
Los orígenes del imperialismo europeo
El término imperialismo implica la extensión del dominio de un país sobre otros. El país que conquista es la metrópoli y las colonias son los territorios conquistados. Hubo cuatro factores que hicieron que surgiera el imperialismo:
- Factores económicos: Tuvieron mucha importancia. Las colonias se convirtieron en mercados y en espacios donde invertir capitales. Asimismo, se colonizaban los territorios ricos en recursos naturales, que ofrecían materias primas baratas para sus industrias.
- Factores políticos: Las potencias conquistaron algunos lugares estratégicos para controlar rutas marítimas y terrestres importantes. La expansión territorial también servía para aumentar el prestigio de un país y fortalecer el orgullo nacional entre sus habitantes.
- Factores demográficos: Millones de europeos emigraron a las colonias. Esto aminoró los problemas de paro y malestar en las metrópolis.
- Factores ideológicos: Las ideologías racistas tenían mucha fuerza en Occidente en el siglo XIX. Pensaban que tenían la misión de "civilizar" a los demás pueblos. Se fundaron centenares de misiones en África, Asia y Oceanía. Otra idea que impulsó las conquistas fue la curiosidad científica. A partir de 1870, se crearon sociedades geográficas que se lanzaron a realizar expediciones científicas.
Grandes imperios coloniales
A principios del siglo XIX, la idea colonial parecía abandonada. El proceso se aceleró a partir de 1870. Entonces, las potencias se dividieron continentes enteros: así, en la Conferencia de Berlín de 1885, el territorio africano pasó a manos de los principales Estados europeos. Un caso especial fue el de América Latina, que había logrado su independencia política de España y Portugal en el siglo XIX, pero seguía dependiendo económicamente de los países europeos y, más tarde, de Estados Unidos.
Los grandes imperios fueron:
- Imperio británico: El mayor imperio. Su momento de mayor esplendor coincidió con el reinado de Victoria I. La India era la colonia más importante.
- Imperio francés: Ocupaba tierras en el norte de África y en la península Indochina, en Asia.
- Otros imperios: Bélgica, Alemania e Italia tenían imperios más pequeños. Un caso especial fue el de Rusia, que completó su expansión por Siberia y extendió sus límites hacia el sur, hasta formar la frontera con la India. También hubo imperios no europeos: Estados Unidos y Japón.
La administración en las colonias
Los Estados europeos establecieron en los territorios colonizados tres formas de dominio:
- Colonias: Estaban sometidas a la soberanía de la potencia colonizadora y eran administradas por ella.
- Protectorados: Las potencias coloniales controlaban la política exterior y la explotación de las riquezas del país, mientras que las autoridades nativas se hacían cargo de la política interior.
- Concesiones: Eran territorios que pertenecían a un país independiente, pero en los que las potencias occidentales conseguían ventajas comerciales.