Música y Sociedad en el Renacimiento: Siglos XV y XVI

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El Renacimiento: Música, Sociedad y Cultura en los Siglos XV y XVI

El Renacimiento es un periodo musical que comienza hacia la segunda mitad del siglo XV y se prolonga a lo largo de todo el siglo XVI.

Historia

Desde el punto de vista histórico, destacamos acontecimientos como la conquista de Bizancio por los turcos en 1453 o el descubrimiento de América por Colón en 1492, que enmarcan el comienzo de este periodo.

Otros hechos trascendentes, por su repercusión musical, serán la Reforma Protestante, llevada a cabo por Lutero en 1517, y la Contrarreforma de la Iglesia Católica, en respuesta a ésta, que se produjo tras el Concilio de Trento (1545 – 1563).

Éste condicionará la organización y doctrina de la Iglesia Católica hasta nuestros días, y determinará cómo será la música religiosa católica del momento.

Tras Lutero, otros reformadores (Calvino, Enrique VIII de Inglaterra…) se separaron de la Iglesia Católica y formaron nuevas ramas reformadas (Calvinismo, Anglicanismo…). Los países del centro y norte de Europa serán, en su mayoría, protestantes, y los del sur, católicos (Italia y España). La música de estas Iglesias tendrá sus propias características.

Copérnico y Galileo afirmarán que la Tierra ya no es el centro del Universo, y Magallanes y Elcano lo corroborarán dando la vuelta al mundo. Esto, sin embargo, no será aceptado por los reyes cristianos ni por la Iglesia Católica, que perseguirá estas ideas incluso con la hoguera en nombre de la “Santa Inquisición”.

En el Renacimiento se desencadenarán importantes conflictos armados como las guerras de tipo religioso, contra los turcos, o contra los piratas. Entre los principales conflictos políticos podemos citar la “Guerra de los Cien Años” entre Inglaterra y Francia, o la derrota de la Armada española por parte de Inglaterra.

Política

Desde el punto de vista político, el Renacimiento se caracteriza por la aparición de los Estados Nacionales y la concentración del poder en manos de los reyes, que se transformarán en monarcas absolutos, gracias al apoyo de la burguesía (monarquías autoritarias).

España se va a convertir un gran Imperio, cuya extensión será enorme ya que abarcará desde Oriente a Occidente.

Sociedad

Se producirá un gran desarrollo de las ciudades gracias al comercio. El sistema económico, basado en el mercantilismo, supondrá la acumulación de oro y plata. Habrá un gran crecimiento de la población, y los campesinos serán más independientes: podrán arrendar tierras a cambio de parte de la cosecha o dinero, y emigrar a las nuevas colonias.

Arte y Cultura

Desde el punto de vista cultural, el Renacimiento es periodo en el que se propician cambios que afectarán a todas las áreas de la vida humana, especialmente a las artes.

Surgirán grandes pensadores y filósofos como Erasmo de Róterdam o Maquiavelo, y aparecerá la imprenta, con lo que música, y las ideas y conocimientos se divulgarán con mayor rapidez.

En el campo de la Literatura, España mantendrá una rica y fructífera relación con Europa. Una novela, el “Amadís de Gaula”, que simbolizará los ideales caballerescos, ejercerá gran influencia en toda Europa.

Mientras Boscán y Garcilaso se inspirarán en los versos italianos de Petrarca, Cristóbal de Castillejo, fiel a la tradición castellana, arremeterá “contra los poetas españoles que escriben en verso italiano”.

Otros, como Santa Teresa o San Juan de la Cruz, escribirán versos que nos transmitirán un profundo misticismo.

La burguesía tendrá mucho dinero y poder, y lo utilizará para mantener y fomentar el arte y la ciencia, por lo que la cultura ya no dependerá exclusivamente de la Iglesia.

En este periodo destacan figuras como Miguel Ángel, Tiziano, Tintoretto, Garcilaso, Cervantes o Shakespeare.

El centro cultural estará en Italia (Leonardo da Vinci, Miguel Ángel, Rafael, Brunelleschi, etc.), y en los Países Bajos.

Todos los grandes artistas de la época renacentistas (pintores, escultores...) desarrollarán su labor creativa bajo el sistema de mecenazgo (los mecenas eran nobles o reyes, que, como símbolo de ostentación social tomaban bajo su protección a una serie de artistas. Cuanto más poderosa era una familia, mayor era el número de artistas que protegían). Algunos de los mecenas más importantes son los Médicis (Florencia), los Sforza (Roma), o la corte de Ercole d’Este (Ferrara), por ejemplo.

Así, el músico pasará a estar bajo la protección de un mecenas, que, a cambio de sus servicios (componer, interpretar obras, dirigir...) le garantizará su sustento económico.

Nacen así las “capillas musicales”, que van a ser, en realidad, una serie de músicos que trabajarán para un determinado mecenas, ya fuese un noble o un clérigo poderoso. Van a estar formadas por:

  • Los miembros del coro (en las capillas de las catedrales a los niños del coro se les llamaba “seises”).
  • Los “ministriles” (eran los instrumentistas).
  • El “maestro de capilla” (era una especie de “director” que además de dirigir tenía que componer, tocar el órgano, y enseñar música a los miembros del coro).

Así, la corte real y los nobles de mayor fortuna y prestigio tenían sus propias capillas musicales, que se convertían, de este modo, en símbolos del boato y poder de las distintas familias de la realeza o la nobleza en general.

También en las catedrales había capillas musicales de prestigio, como la Capilla Papal de Roma.

Todos los grandes compositores del momento formarán parte de capillas prestigiosas.

El artista del Renacimiento va a ser polifacético: escultor, pintor, músico y científico a la vez (“Humanismo”) y se imita el mundo grecolatino. Cambiará radicalmente la forma de pensar del hombre: éste volverá la mirada hacia sí mismo (el ser humano es el centro de todas las cosas) y hacia la naturaleza que le rodea (“antropocentrismo”), y comenzará a valorar todo lo profano. Por ello, la música profana va a adquirir una gran importancia, y su mejor expresión será el madrigal.

Hay que subrayar que la música fue especialmente valorada por la clase civil y política. Se restaura el pensamiento platónico de que la música perfecciona a la persona: los humanistas la consideran como un modo de exaltar al ser humano y cantar sus problemas Así, se puede leer en el “Il cortegiano” de Baltasar de Castiglione, y en los escritos de Lutero. En consecuencia, el músico comienza a ser valorado y a vivir mejor. Esto puede constatarse por varios hechos:

  • La Música se estudiaba en la Universidad: estaba equiparada a la de cualquier otra disciplina universitaria de la época.
  • Se consideraba que “todo buen cortesano” debía dominar este arte (“cantar”, “tañer los instrumentos”...). Así, aprender Música se hizo imprescindible para cualquier persona que perteneciese a una clase social elevada.

Mientras que en el resto de las Artes (Arquitectura, Pintura, Escultura...) este periodo supondrá una vuelta hacia el mundo de la antigüedad clásica grecolatina, en la Música, el término “Renacimiento” no responderá a tal concepto. No supondrá, por lo tanto, una vuelta hacia la forma de componer de la antigua civilización griega, sino que significará la continuación de la Edad Media, es decir, que supondrá la culminación de un proceso polifónico: el perfeccionamiento y evolución de los procedimientos polifónicos medievales.

Características Musicales del Renacimiento

Las principales características de la música renacentista son:

  1. Existe un estilo único, ya sea para la música religiosa, profana, vocal o instrumental: la polifonía. Ésta normalmente se hace a 4 voces: Cantus (Soprano), Altus (Contralto), Tenor (Tenor), y Bassus (Bajo), y para su construcción se utilizan usualmente las técnicas imitativas, aunque también encontramos ejemplos de construcción homofónica.
  2. El ritmo recibe el nombre de “tactus”, y está en estrecha relación con la declamación del texto. En la música de danza, la necesidad de distinguir los acentos fuertes y débiles de cada compás, contribuyó a ir formando ritmos simétricos.
  3. La importancia del texto va a ser tal que la música deberá estar supeditada al mismo, tratando de expresarlo a veces incluso de forma onomatopéyica.
  4. Se sigue utilizando la modalidad como sistema de construcción melódica.
  5. La música instrumental cada vez será más importante. Si bien aún no se especifican los instrumentos que deben intervenir en las obras polifónicas, y éstos solían doblar o sustituir a las voces en la música profana, existen ya muchas obras escritas específicamente para instrumentos como el órgano, el laúd o la vihuela, como los ricercare, las fantasias, los tientos o las diferencias, o la música de danza. La verdadera emancipación de la música instrumental se producirá en el Barroco.

El motete y la misa comparten rasgos comunes al ser formas musicales religiosas, mientras que algo parecido podemos decir del madrigal, el villancico y el romance al ser formas musicales profanas.

La Música Vocal Religiosa: Misa y Motete

Características Generales de la Música Religiosa Renacentista

  1. Las misas revelan los mismos recursos compositivos que los motetes, siendo ambas composiciones polifónicas. Diferenciamos, en este sentido, el siglo XV del siglo XVI. La complejidad contrapuntística del siglo XV, representada especialmente por los compositores de la Escuela Franco-flamenca, tiende a una simplificación en el siglo XVI.
  2. Tanto motetes como misas debían tener un ritmo tranquilo, que fluyese con naturalidad, a diferencia de la música profana que, por ser más podía presentar partes rítmicas más movidas. A este tipo de ritmo se le conoce con el nombre de “tactus” y está íntimamente relacionado con la declamación del texto.
  3. En el siglo XVI, ambas formas musicales se ven condicionadas por los acuerdos adoptados en el Concilio de Trento. La Contrarreforma admitirá la polifonía como procedimiento compositivo, pero exigirá: a. La comprensión del texto.- la complejidad polifónica del siglo XV, con obras a muchas voces y en las que se utilizaban técnicas contrapuntísticas muy complejas (un motete de Ockeghem está escrito a 36 voces), hizo que fuese muy difícil la comprensión del texto (vehículo fundamental para la transmisión de la ideología religiosa). Para solucionarlo, la Contrarreforma se cuestionó, incluso, si la polifonía debía prohibirse o no. Finalmente, se permitió su uso, pero, para hacer posible la comprensión del texto, cuando el texto era muy denso se debía utilizar la Homofonía (todas las voces interpretarían de forma simultánea el texto), mientras que cuando el texto era exiguo (como el “Sanctus” o el “Amén”) se podía utilizar el contrapunto imitativo. Por el mismo motivo, el número de voces de las obras no debía ser elevado; de hecho, la mayoría de los motetes y misas del siglo XVI están escritos a 4, 5 o 6 voces. b. La austeridad en la utilización de los recursos expresivos.- se hacía hincapié en el papel de la música en la iglesia, donde debía estar presente no para la “satisfacción del oído, sino para ayudar a los fieles a elevar su alma a Dios”. Ello implicaba que la música debía ser austera, seria, sobria y profundamente mística. Debía desproveerse de los adornos innecesarios, ya que no estaba para agradar al oyente sino como un medio de oración. De ahí que los motetes y misas del siglo XVI presenten una gran limitación en el uso de recursos expresivos como el cromatismo, por ejemplo. c. Los textos debían ser religiosos y en latín, idioma oficial de la Iglesia Católica en la época. d. La música religiosa debía interpretarse “a capella”, es decir, sin acompañamiento instrumental, ya que el uso de instrumentos en la polifonía religiosa cantada estaba prohibido. e. Para la composición de las obras religiosas polifónicas se recomendó:
    • Utilizar los “cantus firmus” procedentes del Gregoriano La técnica del “cantus firmus” suponía utilizar como base de la composición polifónica una melodía ya existente, cuya procedencia podía ser tanto religiosa (canto gregoriano), como profana. Estas melodías podían tratarse tanto homofónicamente como de forma contrapuntística. Si bien, la mayoría de las obras religiosas utilizaron “cantus firmus” procedentes del canto gregoriano, muchas misas se construyeron utilizando melodías profanas, como las basadas en el tema de “L’homme armé”.
    • Prohibir el uso de la técnica de la “parodia” La técnica de la “parodia” suponía utilizar otras obras polifónicas enteras (incluso profanas), como base de la nueva composición, cambiándoles exclusivamente el texto. Esto no llegó a cristalizar totalmente ya que encontraremos motetes y misas hechos con este procedimiento.

El Motete

El motete se puede definir como una forma musical polifónica, generalmente a 4 voces, construida con la técnica del “Cantus firmus”, utilizando contrapunto imitativo o bien homofonía, con texto religioso en latín, y que solía interpretarse “a capella” en distintos momentos de la misa (después de las lecturas, en la comunión, etc.).

Los textos eran citas cortas en latín, de algún oficio o libro sagrado (ej. el “Ave María” de Victoria). Todas las voces deben cantar el mismo texto, y en función de éste, pueden tener distintas secciones o partes (habitualmente, dos) que serán homofónicas o contrapuntísticas según la densidad del mismo, para posibilitar su comprensión (según los preceptos de Trento).

Era frecuente usar un “cantus firmus” procedente del gregoriano para su elaboración. En torno a este “cantus firmus” se construían las demás voces del conjunto polifónico. Esta melodía era imitada por las voces restantes en algunas secciones de la obra, y podía estar todo el tiempo en la misma voz o bien pasar a una voz distinta a lo largo de la obra. También podían existir motetes que no estuviesen construidos con un “cantus firmus” previo, sino con un material temático nuevo para cada fragmento, y del que participarían todas las voces por igual, en estilo imitativo generalmente.

Normalmente, cada frase de la letra se adaptaba a una frase musical que era expuesta en todas las voces sucesivamente antes de que apareciera una nueva frase del texto. Todas las líneas melódicas tenían la misma importancia y se movían con absoluta libertad.

La Misa

La misa se puede definir como una forma musical polifónica, generalmente a 4 voces, “a capella”, construida con la técnica del “Cantus firmus”, utilizando contrapunto imitativo, o bien homofonía, de acuerdo con las características del texto (las partes de texto más denso se trataban homofónicamente y las de texto más exiguo contrapuntísticamente), con texto religioso en latín, y que consta de 5 partes que pertenecen al “Ordinarium” del oficio religioso y forman un ciclo completo: Kyrie, Gloria, Credo, Sanctus-Benedictus, y Agnus Dei.

En el siglo XV cada una de las partes de la misa musical se escribieron en forma de Motetes independientes que no conferían unidad a la obra. Más tarde, el empleo del mismo tema musical para toda la misa, proporcionó mayor uniformidad, aunque la unidad estilística no se consolidó hasta el Concilio de Trento, con las escuelas de música religiosa del siglo XVI.

Las misas polifónicas del siglo XVI se construyeron tomando como base un “Cantus firmus” religioso (basado en el Gregoriano), aunque a veces también utilizaron un “Cantus firmus” profano, como el famoso tema de “L’homme armé”.

Las Formas Vocales Profanas: El Madrigal, El Villancico y El Romance

Características Generales de la Música Profana Renacentista

  1. Los madrigales, romances y villancicos son formas musicales profanas nacidas al abrigo del humanismo que están muy ligadas a la literatura. Son obras muy expresivas en las que la música trata de imitar lo que el texto va diciendo con códigos específicos (los denominados “figuralismos”, o “madrigalismos”), e incluso llega a utilizar onomatopeyas para reflejar mejor dicho texto (como el balar de las ovejas, el maullido de los gatos, el canto de los pájaros, etc.)
  2. A diferencia de las obras religiosas, la música profana utiliza con frecuencia recursos expresivos como el cromatismo, para reflejar el estado de ánimo o los sentimientos expresados en el texto (no tenía que ser sobria y austera).
  3. Los ritmos estaban al servicio de la expresividad de la obra, de manera que podían existir ser rápidos o movidos.
  4. Los textos solían hacer referencia a temas profanos como el amor, temas pastoriles, de la naturaleza, etc.
  5. El texto solía cantarse en el idioma original del compositor (en italiano, francés, castellano, inglés..., pero nunca en latín).
  6. Todas estas obras eran polifónicas y admitían la presencia de instrumentos, cuyo papel era doblar a las voces tocando su misma melodía o bien sustituirlas en la interpretación.

El Madrigal

El madrigal se puede definir como una forma musical polifónica, en la que dominan los elementos descriptivos y expresivos, y que pretende expresar los sentimientos y preocupaciones del hombre como ser profano, a través de la integración de letra y música. Suele ser a 4 o 5 voces y “a capella”, aunque puede llevar acompañamiento instrumental (los instrumentos doblan o sustituyen a las voces).

El madrigal es el máximo símbolo de la música profana del Renacimiento, convirtiéndose en esta época en la expresión más genuina del pensamiento del hombre como ser profano. Algunas de sus características específicas son:

  • El madrigal es una forma musical libre, es decir, no presenta una estructura musical definida, sino que la música está supeditada al texto de manera que éste condiciona su esquema formal.
  • Suelen ser obras a 4 o 5 voces, que generalmente son interpretadas por un cuarteto o un quinteto vocal (no por un coro). Suelen ser, por ello, manifestaciones musicales camerísticas.
  • No son composiciones populares sino cultas, tanto por lo que se refiere a los textos utilizados (de poetas como Petrarca, Dante...), como por el lenguaje musical que presentan, ya que, aunque puedan tener algún fragmento homofónico, se construyen generalmente con procedimientos contrapuntísticos imitativos que requieren un mayor dominio de la técnica musical.
  • Se dan en ambientes cortesanos, siendo una fiel expresión del hombre culto de aquella época.
  • Se cultivan fundamentalmente en los lugares en donde es más fuerte el ambiente profano, como Venecia (en Italia) e Inglaterra.
  • Presentan abundantes cromatismos y ritmos movidos y agitados que están en función de la letra.
  • Los madrigales son obras muy descriptivas y muy ricas en elementos expresivos. La música trata de reflejar el sentido de la letra que se canta, a veces incluso onomatopéyicamente. Se crean, así, “códigos” que relacionan las palabras del texto con el recurso musical que debe utilizarse cuando éstas aparecen.

A esos códigos específicos que tratan de relacionar las palabras del texto con un recurso musical concreto que debe utilizarse cuado éstas aparecen, se les conoce con el nombre de “figuralismos” o “madrigalismos”.

Algunos ejemplos de figuralismos son:

  • Escribir sonidos ascendentes (cada vez más agudos) cuando en el texto aparecen palabras como “cielo”, “altura”, “elevación”, “ascenso”, etc.
  • Escribir sonidos descendentes (cada vez más graves) cuando en el texto aparecen palabras como “infierno”, “profundidad”, “abismo”, “tierra”, “descenso”, etc.

Así, Monteverdi afirma que “La música va a ser la fiel servidora de la palabra”, afirmación que refleja la importancia del texto en las obras vocales y cómo la música debe estar supeditada al mismo.

El madrigal nació en Italia, pronto se extenderá a otras zonas geográficas (Inglaterra, España, etc.) Existen madrigales desde el siglo XV, pero es en el siglo XVI cuando esta forma musical llega a su máximo esplendor.

El Villancico

España es uno de los países donde menos arraigo tuvo el madrigal italiano. Si bien en la segunda mitad del siglo XVI se notó más la influencia del Renacimiento italiano, ésta fue más acentuada en las letras que en las artes. Por eso en nuestro país se dieron formas musicales específicas, derivadas de los cantares de gesta y de los romances medievales, de las que tenemos una amplia muestra en los cancioneros de la época.

Los villancicos y los romances polifónicos fueron las formas musicales preferidas de la polifonía profana española de la época. Una de las características que mejor los definen es su simplicidad musical. Nuestros compositores no se dejaron influenciar por los artificios contrapuntísticos de los flamencos, y emplearon, con frecuencia, procedimientos homofónicos (interpretación simultánea del texto en todas las voces).

De todas las formas musicales de la época, quizá la más popular sea el villancico. Las letras de los villancicos de la época podían versar sobre cualquier tema profano y se cantaban fuera del ámbito eclesiástico (hasta más tarde el villancico no se convertirá en una canción de Navidad). Habiendo derivado originariamente de una tonada cantada por los “villanos” (campesinos que vivían en las villas), se convirtió en una canción a tres o cuatro voces, de estilo vertical homofónico sencillo, y con resabios fuertemente populares, que derivan del zéjel y del romance medieval. Así:

El villancico se puede definir como una forma musical profana, de textura polifónica construido con la técnica de la homofonía, de marcado carácter popular, que podía llevar o no acompañamiento instrumental (los instrumentos doblaban a las voces o bien las sustituían), y que alcanzó muchísima importancia durante el siglo XV.

La estructura musical de los villancicos españoles renacentistas era muy característica: estas obras tenían dos periodos musicales distintos: uno para las coplas y otro para el estribillo.

La forma musical más usual era la de un estribillo (A), seguido de varias estrofas, llamadas mudanzas o coplas (B), que mediante unos versos de enlace y vuelta enlazaban con el estribillo inicial alternando con éste, de acuerdo con el esquema:

ABABA

Muy relacionada con esta forma musical estaba también la “canción polifónica”, que se diferenciaba del villancico fundamentalmente en que eran obras de carácter culto que se cultivaban en los ambientes cortesanos.

Estribillo copla 1 estribillo copla 2 estribillo …

(A) (B) (A) (B) (A)

El Romance Polifónico

El romance era una forma musical polifónica popular profana, construida generalmente a tres o cuatro voces, en la que se narraban hechos históricos o acontecimientos legendarios no verídicos, y que podía llevar o acompañamiento instrumental (los instrumentos doblaban a las voces o bien las sustituían).

En este tipo de obras se ponía música a un romance literario: versos de 8 sílabas con rima asonante en los pares y libres los impares, sin repetir ninguno de ellos.

Musicalmente tenían un único periodo musical integrado por 4 frases musicales distintas que correspondían a los cuatro versos de cada estrofa literaria. Con esta música se cantaba todas las demás estrofas (Esquema formal: A A A A A …)

La Danza en el Renacimiento

La danza en el Renacimiento fue una actividad social muy importante para la nobleza. Se esperaba de los nobles que, además de ser soldados valientes y gobernantes justos, fuesen grandes artistas, músicos y bailarines. Un claro ejemplo de esto lo encontramos en Lorenzo de Médicis, “El Magnífico”, al que incluso se le atribuye la creación de alguna danza.

Los conocimientos básicos de danza eran enseñados por maestros profesionales, y los pasos coreográficos que se interpretaban en cada una de ellas venían recogidos en manuales escritos, gracias a los cuales podemos conocerlas.

Los primeros manuales e instrucciones detalladas que se han conservado fueron escritos en Italia a finales de la Edad Media, entre 1425 y 1455. Más tarde aparecerían otros manuales en Francia y otros países europeos. En ellos, las danzas no sólo se describían, sino que incluso se representaban los movimientos con determinados símbolos que indicaban pasos concretos, como puede constatarse en el “Manuscrito de Cervera” hallado en España.

Destacamos, en este sentido, a Doménico da Piacenza, Guglielmo Ebreo da Pésaro, Fabricio Caroso y Thoinot Arbeau, autores todos ellos de tratados de danza de extraordinario valor. Hay que tener en cuenta el gran número de danzas de origen español que podemos encontrar en estos manuales, lo que refleja la influencia cultural de España en la época.

Doménico da Piacenza fue maestro de danza y autor del primer tratado sobre este arte en 1425: “Del arte de bailar y conducir al coro”. Estaba al servicio de la corte de Ferrara, y su función era crear bailes para las frecuentes celebraciones festivas. Con él la coreografía se convierte en un oficio profesional.

Guglielmo Ebreo da Pésaro, discípulo del anterior, fue maestro de danza, coreógrafo, teórico de la danza y compositor. En sus escritos incluyó tanto las cualidades técnicas como las estéticas que tenía que poseer un bailarín. Escribió hacia 1463 un importante tratado sobre danza que circuló por todas las cortes de Italia. La obra contenía una parte teórica, una parte práctica y una minuciosa descripción de los distintos “balli” compuestos por él mismo y por D. da Piacenza. Guglielmo Ebreo no sólo difundió el nuevo arte de la danza cortesana, sino que él mismo participó activamente en la creación de los gestos y las posturas que caracterizarán la danza cortesana europea durante los dos siglos siguientes.

Otros autores de tratados de danza de la época fueron Thoinot Arbeau y Fabritio Caroso. Este último escribió uno de los manuales de danza más conocidos en la época: “Il Ballarino” publicado en 1581.

Características de las Danzas Renacentistas

  1. Si bien algunas danzas se improvisaban según el gusto y la habilidad de los participantes, muchas de ellas tenían coreografías fijas con elaborados esquemas espaciales, cuyo dominio exigía que el número de bailarines fuese pequeño.
  2. Aunque se siguieron bailando danzas en círculo como los branles, tendieron a desaparecer las danzas en círculos y en fila de la Edad Media. Muchas danzas eran para parejas, y otras, para grupos o distintas combinaciones de hombres y mujeres.
  3. Estas piezas no eran contrapuntísticas, sino homofónicas.
  4. Las danzas renacentistas tenían ritmos marcados.
  5. Con frecuencia tenían forma binaria, en la que cada sección se repetía (A A B B)
  6. Estas obras eran muy variadas: lentas y elegantes (bajas danzas, pavanas) o rápidas y animadas (gallardas, courantes).
  7. Las danzas no solían ser independientes, sino que se agrupaban en pares o tríos que incluían danzas de distinta velocidad, ritmo y carácter: así, a una danza lenta y ceremoniosa solía seguirle una rápida y movida, como por ejemplo sucedía con la pavana (lenta) y la gallarda (rápida), que solían interpretarse de forma seguida.
  8. En las grandes fiestas se interpretaban por un conjunto instrumental pequeño, que no improvisaba como en la Edad Media, sino que tocaba partituras escritas con esquemas rítmicos establecidos. Los instrumentos que intervenían solían variar de una capilla musical a otra, ya que era distinto el número de ministriles al servicio de cada mecenas.
  9. Dado que en las cortes renacentistas las danzas de sociedad eran un fenómeno habitual, gran parte del repertorio instrumental del siglo XVI europeo está compuesto por piezas de danza para distintos instrumentos como el laúd o el clavecín.
  10. En el Renacimiento, los grandes banquetes de la nobleza de las cortes italianas renacentistas eran amenizados por obras de teatro, bufones, danzas y pantomimas. Durante estas celebraciones, que duraban varias horas, se bailaba entre plato y plato. La danza era, por lo tanto, una actividad en la que todos participaban. Además, todas estas danzas se incluían en los espectáculos teatrales de las cortes europeas (el intermedio italiano, el ballet de cour francés y la masque inglesa).

Más adelante, hacia el siglo XVII, en el Barroco, las mascaradas se empezaron a realizar en espacios escénicos, con complejas coreografías cuya inspiración argumental estaba basada en temas mitológicos. Solamente al final del banquete se realizaba una única danza protagonizada por el Rey y los cortesanos, que marcaba el final de la reunión. Por lo tanto, será en el Renacimiento cuando surge por primera vez el germen de lo que más tarde sería el ballet barroco.

Principales Compositores y Obras

Principales Compositores de Motetes y Misas

A) En el siglo XV.-

Destacan los compositores de la Escuela Franco-Flamenca: Dufay, Ockenghem, y Josquin des Prés.

B) En el siglo XVI.-

a) Compositores italianos: Giovanni Pierluigi da Palestrina

Algunas de las obras más conocidas de Palestrina son: las misas “Asumpta est María”, su obra maestra, y su famosa “Missa del Papa Marcelo”, gracias a la que el Concilio de Trento permitió el uso del contrapunto imitativo.

b) Compositores españoles: El siglo XVI es muy importante para la música española (“Siglo de Oro de la Polifonía Española”). Nuestras catedrales se convirtieron en un auténtico vivero de música, en las que sus maestros de capilla desarrollaron una labor musical muy importante. Destacamos las figuras de: Tomás Luis de Victoria, Cristóbal de Morales y Francisco Guerrero.

De Tomás Luis de Victoria destacaremos su Oficio de Semana Santa, su Missa de Réquiem (su obra maestra), y un “Libro de Misas” dedicado a Felipe II.

De Cristóbal de Morales obras como su “Missa pro defunctis” o sus 16 “Magnificat”.

De Francisco Guerrero, su “Liber vesperorum”, y sus Canciones y Villanescas.

Principales Compositores de Madrigales

A) En Italia. Distinguimos varios periodos:

a) 1º Periodo: De 1530 a 1550. Es el de los iniciadores y en él destacamos a compositores flamencos, como Arcadelt y Willaert, e italianos, como Festa y Verdelot.

b) 2º Periodo: De 1550 a 1580. Es la época clásica. Está representada por dos discípulos de Willaert, Nicolás Vicentino y Cipriano de Rore, además de Orlando di Lasso, que además de componer música religiosa, escribe numerosos madrigales de gran valor expresivo.

c) 3º Periodo: De 1580 a 1620. Es la época en la que el madrigal alcanza su maestría de manos de Luca Marenzio, Carlo Gesualdo y Claudio Monteverdi, que escribirán madrigales muy expresivos. En este periodo, el madrigal va abandonando poco a poco la estética renacentista para ir convirtiéndose en una obra de estética barroca.

De todos los músicos mencionados, sin duda, el más destacado en Claudio Monteverdi, músico que es una figura de transición entre el Renacimiento y el Barroco. Compone un total de 8 libros de madrigales, y, a partir del 5º, su música es claramente barroca (de hecho, este músico fue uno de los primeros en componer formas barrocas como la ópera).

B) En Inglaterra:

Destacaremos a Thomas Morley, Thomas Weelkes, William Byrd y John Dowland.

C) En España:

El madrigal no es un género especialmente cultivado por nuestros compositores renacentistas. No obstante, podemos destacar a Francisco Guerrero y a Juan Vázquez.

Principales Compositores de Villancicos y Romances Polifónicos

Durante el s. XV, en la época de los Reyes Católicos, el villancico y el romance gozaron de una gran popularidad en España. Se conservan muchos, tanto de autores conocidos como de autores anónimos. Se encuentran recopilados en “Cancioneros”, que constituyen la fuente más importante para conocer la polifonía profana española de la época. Los cancioneros más importantes son: el Cancionero de Palacio, el de Medinaceli, el de la Colombina y el de Upsala. El Cancionero de Palacio, recoge 460 composiciones pertenecientes a la segunda mitad del s. XV y principios del s. XVI. La mayoría de sus autores son anónimos, aunque se suponen que pertenecieron a la corte de los Reyes Católicos y a otras cortes del país. Destacamos, en este sentido, la figura de JUAN DEL ENZINA, músico-poeta que estuvo al servicio del Duque de Alba. Son célebres sus villancicos y romances. Este cancionero también recopila obras de otros compositores como JUAN DE ANCHIETA, PEDRO DE ESCOBAR Y FRANCISCO DE PEÑALOSA. El Cancionero de la Colombina, en Sevilla, recoge también música cortesana española de la misma época, si bien presenta ya algunas composiciones de autores extranjeros. Algo más posteriores son los Cancioneros de Upsala, que recopila más de 54 canciones y villancicos españoles de la 1ª mitad del s. XVI, y el Cancionero de Medinaceli, también de mediados del s. XVI, en el que encontramos obras de CEBALLOS, JUAN NAVARRO, o incluso de FRANCISCO GUERRERO . En la 2ª mitad del s. XVI persiste el tipismo español precedente, con su sencillez melódica y su transparencia homofónica, pero ya con cierta propensión hacia la imitación madrigalesca italiana. Destacamos la figura de JUAN VÁZQUEZ, cuyos villancicos y canciones representan lo más exquisito de la música cortesana de la época. PRINCIPALES DANZAS RENACENTISTAS Estudiaremos las danzas renacentistas por pares, tal y como solían interpretarse en la época (así a una danza lenta solía seguir una danza rápida). Veamos los pares de danzas más frecuentes: DANZA LENTA DE RITMO BINARIO DANZA RÁPIDA DE RITMO TERNARIO BAJA DANZA ………………………………………... TOURDIÓN Fue la danza cortesana más popular en el siglo XV y principios del XVI, especialmente en la corte de Borgoña. Era una danza rápida, en ritmo ternario, similar a la gallarda, muy popular desde mediados del siglo XV hasta finales del XVI. PAVANA ……………………………………………… GALLARDA La pavana fue un baile grupal en el que variaban el número de parejas danzantes. Según unos, el nombre provino de la ciudad de Padua. Según otros, por sus movimientos elegantes que recordaban a los de un pavo. Fue una danza cortesana solemne, lenta y majestuosa, cuya figuración rítmica era “blanca, negra, negra”. Solía interpretarse después de la pavana y era una danza rápida de compás ternario. Su origen se atribuye a Italia, donde también se la conocía como romanesca. Su nombre está relacionado con “dar puntapiés”, ya que se caracteriza por los saltos y movimientos enérgicos de la pierna. Uno de sus antecedentes es el turdión. ALLEMANDA ………………………………………… COURANTE Era una danza alemana pesada, sin gracia y con poca variedad de pasos. Es la única danza de origen alemán que tuvo difusión en el resto de cortes europeas. Su variante francesa (“allemande francaise”) alcanzó gran popularidad. En esta danza las parejas permanecían unidas de las manos todo el tiempo, pero a veces, un joven podía quitarle la dama a su compañero, que, a su vez, trataba de robar la de otro. Era una danza ternaria de finales del Renacimiento y principios del Barroco. En Francia, en la época renacentista solía bailarse con rápidos giros y saltos. Solía interpretarse después de la allemanda. Además de estas parejas de danzas, podemos citar otras de gran popularidad: BRANLE.- es una danza del siglo XVI originaria de Francia en la que el movimiento principal es lateral, y se bailaba en parejas o en un grupo formando líneas o círculos. Se difundió rápidamente por Italia, Escocia y España. Según los tratados de la época fue una danza practicada por la plebe. - 9 - Según Arbeau, autor de un manual de danzas del s. XVI, existen cuatro coreografías diferentes para el branle que están asociadas a regiones específicas: el branle bretón, el branle de Borgoña, el branle de Poitou, y el branle escocés. Sabemos, sin embargo, que existían más modalidades descritas en otros tratados, y que cada uno de ellos presentaba un compás y unos pasos diferentes, como por ejemplo el branle de village y el branle de Campaña. ZARABANDA.- es una danza, posiblemente española, de compás ternario y carácter solemne. Utilizaba un esquema rítmico repetido y característico de “negra seguida de blanca”. Se tiene primera constancia de la zarabanda en América Central: en 1539. Parece ser que el baile, antes llegar a España, fue muy popular en las colonias españolas, y aunque se prohibió en España en el s. XVI por su obscenidad, fue citado con frecuencia en la literatura de la época (por ejemplo en obras de Cervantes y Lope de Vega). Una de las zarabandas más famosas es la “La Folía”, cuya melodía aparece en piezas de varios compositores de la época. Otras danzas de la época renacentista son la SPAGNOLETTA, o la CHACONA, que también parecen descritas en los manuales de Fabricio Caroso.

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